José Ignacio Munilla, del barrio de Intxaurrondo, nuevo Obispo de Palencia

A principios de mes, una religiosa le llamó a su teléfono móvil para decirle que el nuncio de Su Santidad quería hablar con él con urgencia. Ya en Madrid, le comunicaron que había sido nombrado obispo de Palencia. Aceptó, y el 8 de junio firmó un juramento de fidelidad. Hasta el día de San Juan, la noticia debía permanecer bajo secreto pontificio. La víspera, le dieron permiso para comunicárselo a su familia.


- Acaba de regresar de Roma, donde ha sido recibido por el Papa. ¿Cómo fue el encuentro con el Sumo Pontífice?

- Me presenté diciéndole quién era. Le pedí su bendición sobre la diócesis de Palencia, a la que he sido destinado como obispo, y sobre el pueblo de Zumarraga, en el que he ejercido veinte años de sacerdote. Me llamó la atención que el Papa tuviese bien situada geográficamente tanto Palencia como Zumarraga. Él me animó mucho a que fuese fiel a la vocación recibida. Después, le entregué la carta de una joven donostiarra que sufre un cáncer grave. Le pedí también la bendición sobre ella y su familia, animándole a que le contestase la carta.


- ¿Cómo es, de cerca, Benedicto XVI?

- Es impresionante ver la sencillez de este hombre. Os cuento una anécdota: me encontré con un matrimonio colombiano que hace dos años había estado en Roma. Paseando por la plaza de San Pedro, vieron acercarse al cardenal Ratzinger y le abordaron, diciéndole que deseaban sacarse una foto. El cardenal asintió pidiéndoles su cámara para retratar al matrimonio, ante la sorpresa de los peregrinos colombianos. «¿No, no, queremos sacarnos una foto con usted!».


- ¿Qué siente ante esta nueva etapa? ¿No teme perder el contacto cercano con los feligreses?

- Siento la responsabilidad de ser imagen del Buen Pastor, que es Jesucristo. Quisiera dejar muy claro que ser obispo no tiene nada que ver con un ascenso profesional o una promoción personal, como algunos interpretan. Jesucristo nos enseñó que la jerarquía no es otra cosa que el servicio. «El Hijo del Hombre ha venido a servir, y no a ser servido» (Mt 20, 28). Desde esta perspectiva evangélica, no tengo miedo a perder el contacto con los fieles. Más bien, creo que ahora voy a tener muchos más fieles con los que contactar directamente.


- ¿Cuál es la lección más valiosa que ha sacado de sus 20 años de sacerdocio?

- Que necesitamos de Jesucristo para descubrir el sentido de nuestra existencia. Tengo un recuerdo maravilloso de estos años, a pesar de momentos duros y hasta dramáticos: conversiones profundas, amistades personales, colaboración con Proyecto Hombre, bebés salvados de la amenaza del aborto, tandas de ejercicios espirituales, participación en medios de comunicación, peregrinaciones inolvidables con jóvenes y adultos, asistencia a enfermos, campamentos de verano, y tantas otras cosas.


- Tras su consagración como obispo, se convertirá en el prelado más joven de España. Precisamente, no abundan los jóvenes en los bancos de las iglesias. ¿A qué cree que se debe este distanciamiento entre Iglesia y juventud?

- La secularización ha incidido en todos los sectores de la población. Basta acudir a los lugares de ocio de los jubilados, y observar que allí también hay muchos que se han alejado de la práctica religiosa. Entre los jóvenes, es evidente que el fenómeno tiene mayor incidencia. Las razones son múltiples: materialismo puro y duro, identificación de la llamada calidad de vida con el bienestar material, imagen eclesial distorsionada Y por supuesto que también tenemos que entonar un mea culpa muy importante. ¿Qué tipo de educación católica hemos dado a tantos millones de jóvenes que han pasado por los colegios religiosos y por las parroquias? No se puede comprender el nivel de secularización de los seglares sin la previa secularización de los religiosos y sacerdotes.


- La semana que viene Benedicto XVI viajará a Valencia. Algunos han interpretado esta cita como una manifestación en contra de la política del Gobierno. ¿Cree que se está atacando la institución familiar?

- El Encuentro Mundial de las Familias estaba convocado en Valencia mucho antes de que Zapatero accediese al gobierno de la nación. Ahora bien, es un hecho que una parte importantísima de la opinión pública internacional está mirando lo que ocurre en España con perplejidad. Da la impresión de que España ha sido elegida como un campo de experimentación de la ideología de género. Se está desprestigiando el concepto de familia natural, identificándola con la familia tradicional. Es una trampa comparable a lo que supondría pretender descalificar las políticas ecologistas, calificándoles de tradicionalistas o conservadoras.


- Cada vez más parejas conviven antes de unirse en matrimonio. ¿Qué le parece esta convivencia prematrimonial?

- El argumento para justificar esa convivencia ha sido bien conocido: es conveniente conocerse en profundidad y cercanía para estar más seguros ante el matrimonio. Sin embargo, los datos estadísticos son bien contrarios. Existen varios estudios coincidentes en Europa y Estados Unidos en los que se demuestra que las parejas que han convivido antes del matrimonio tienen un índice de divorcios entre un 40% y un 60% superior al resto de las parejas. Probablemente influyan también otros factores de riesgos de esas personas que han adoptado por esa convivencia previa. Pero creo que hay algo bastante evidente: el noviazgo y el matrimonio son dos etapas distintas que no conviene mezclar. Acaso habría que recordar aquello de «juntos pero no revueltos». Cuando en el noviazgo se pretende adelantar lo propio del matrimonio, se llega al matrimonio habiendo quemado etapas y teniendo muchos deberes pendientes de la etapa del noviazgo.


- Si una de sus feligresas decidiera convertirse en madre soltera, ¿qué le diría?

- Una cosa es el caso de la joven que queda embarazada y es rechazada por su pareja, (frecuentemente por negarse a abortar). En nuestra cultura actual, estas jóvenes me parecen heróicas, ya que dan un testimonio de amor a la vida por encima de los propios planes. Otra cosa distinta es el caso de la joven que persigue la maternidad al margen del matrimonio, para «sentirse realizada». A esta le diría que un niño tiene derecho a tener un padre y una madre, y ella no es quien para negárselo.


- ¿No echa de menos un salto de modernidad en la organización de la Iglesia? Por ejemplo, dentro de unos años, el 40% de los sillones de los consejos de administración de las empresas españolas estará ocupados por mujeres. En cambio, hay sectores que critican que la Iglesia no haya dado el paso hacia esa igualdad de género.

- Al margen de que la Ley de Igualdad y otro tipo de medidas de discriminación positivas me parezcan enemigas de la auténtica promoción de la dignidad de la mujer, no es correcto juzgar la vida eclesial por esquemas extraños a nosotros, porque entonces terminaremos por no entender nada. De la misma forma que he dicho antes que el episcopado no es un ascenso, tampoco cabe decir que la mujer esté discriminada por no haber sido llamada al sacerdocio. El error está en pensar que el sacerdocio es un derecho en orden a la igualdad y a la promoción de la mujer. Esto es volver a los esquemas preconciliares, felizmente superados, en los que el sacerdocio pudo ser vivido en algunos contextos más como una promoción social que como un servicio de entrega a la Iglesia. Traigo a colación la anécdota siguiente: una feminista preguntó a un arzobispo por qué se excluía del centro de la Iglesia a la mitad del género humano; el prelado le respondió que «el centro no es el sacerdocio, sino el amor». Y es que, el único carisma superior que debe ser apetecido es la caridad. Los más grandes en el Reino de los Cielos no serán los ministros sino los santos. Aclarado esto, por supuesto que en la Iglesia caben muchas formas de promoción de la mujer. Pero sin mezclarlo con la cuestión del sacerdocio, que es un tema netamente teológico.


- Algunos hablan de cisma soterrado para referirse al desajuste entre los mensajes que se envían desde la Iglesia y lo que practican o piensan los fieles. Por ejemplo, muchos católicos se preguntan por qué no se acepta abiertamente que los misioneros repartan preservativos en África.

- Pero es que esos católicos son también víctimas de la desinformación. Por ejemplo, me refiero a cómo se ha ocultado el caso de Uganda, único país de África en que el sida está siendo vencido. Pues bien, la clave que ha distinguido a la política de esta nación no ha sido una mayor distribución de preservativos, sino la educación previa en la castidad y en la fidelidad matrimonial. Solamente este país ha logrado bajar la tasa de infectados del 15% de los adultos en 1991 al 4,1% en 2003.


«No he cogido nunca vacaciones»

- ¿Recuerdos de su infancia?

- Crecí en una familia estable y compaginé el ambiente urbano de San Sebastián con el trabajo en una hermosa huerta, además de pasar los veranos en el caserío de nuestra madre en Aizarna (Zestoa)


- ¿Dónde estudió?

- Desde parvulitos hasta COU, en el Colegio de los Hermanos Corazonistas. Luego realicé estudios eclesiásticos en Toledo, menos el último año, que lo concluí en San Sebastián. Más tarde, compaginando con las responsabilidades de párroco, cursé una licenciatura de Teología Espiritual en Burgos.


- ¿Por qué elige el Sagrado Corazón como escudo episcopal?

- En esa imagen se revela el misterio del amor personal de Cristo que se entrega a la muerte de amor por mí.


- ¿Cuál es la relación con su familia?

- Tengo una amatxo magnífica. El aita falleció. Y tengo dos hermanos más. El mayor es también sacerdote y dirige Radio María en España, donde realizo un programa diario de comentario del Catecismo. También tengo una hermana, con tres niños. ¿Me encanta ejercer de tío!


- Usted se negó a declarar en un caso de abusos sexuales a un deficiente.

- Entiendo que hice lo que tenía que hacer: contribuir a que aquellos hechos se esclareciesen, pero al mismo tiempo proteger la privacidad del ámbito de la manifestación personal con el sacerdote. Se levantó un morbo desagradable, pero la justicia me dio la razón al archivar el caso abierto contra mí.


- ¿Qué aficiones tiene?

- El monte. Subir el Izazpi o a las campas de Urbia.


- ¿Le gusta la música?

- La afición no me llega a tanto como para comprar discos. Aparte de la música religiosa, me gusta la música moderna melódica y también U2.


- ¿El fútbol?

- Lo detesto. De joven fui portero de balonmano.


- ¿Qué libro está leyendo?

- Un ensayo de Chesterton. Consulto con frecuencia libros de teología, moral y filosofía.


- ¿Cuántas veces ha leído «El Código Da Vinci»?

- Tuve la paciencia de leerlo una vez, y con eso ya cumplí la penitencia.


- ¿Cuándo fue la última vez que cogió vacaciones?

- La verdad es que no he cogido nunca vacaciones. De no ser que llamemos vacaciones a marchar con los jóvenes o adultos a diversas peregrinaciones.


DATOS PERSONALES

José Ignacio Munilla Aguirre: Nació en San Sebastián el 13 de noviembre de 1961. Su residencia familiar está en el barrio de Intxaurrondo.

Ordenación: Licenciado en Teología y Espiritualidad, fue ordenado presbítero en Donostia, el 29 de junio de 1986.

Zumarraga: Su primer destino fue la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Zumarraga, donde sirvió como coadjutor desde junio de 1986 hasta que fue nombrado párroco de El Salvador el 16 de julio de 1990, función que ha venido desempeñando en estos 17 años.

Consagración episcopal: Tendrá lugar el 10 de septiembre en la catedral de Palencia.


Ane Urdangarin
EL DIARIO VASCO, 1 de julio de 2006