El obispo, Raúl Berzosa, propone crear una sala de comunicación en las parroquias

INTERVENCION ANTE LOS DELEGADOS DIOCESANOS DE MEDIOS REUNIDOS EN MADRID.

Berzosa defiende la adaptación de la Iglesia a las nuevas tecnologías. Su idea es reeducar a los catequistas y cambiar el lenguaje gestual en las liturgias.


«Cuando me dispongo a escribir estas páginas tengo delante la pantalla del ordenador personal, estoy escuchando música en un mp3, observo desde mi ventana en la calle a chavales hablando por su móvil...». El obispo auxiliar de Oviedo, Raúl Berzosa, no es ajeno a la era de las tecnologías, más bien al contrario, está convencido de que la Iglesia debe adaptarse a los tiempos para difundir su mensaje. Su teoría es que la falta de conexión con los jóvenes no se debe al contenido del mensaje «sino al empaquetado». Así que Berzosa plantea varias medidas para sacar partido del ciberespacio. Propone que las parroquias reserven un espacio físico para crear unas salas de comunicación creativa. También defiende la puesta al día de los catequistas, aplicar el nuevo lenguaje gestual a las liturgias y difundir los programas de caridad.

Estas fueron las premisas que el propio Raúl Berzosa expuso en la asamblea de delegados diocesanos de medios de comunicación social, celebrada hace unos días en Madrid. Su ponencia, titulada Parroquia, comunicación y cultura , partía de algunas premisas desarrolladas por el Papa Juan Pablo II en la jornada de la comunicaciones sociales.

El obispo quiere que internet sirva «para sacar la luz de las sacristías y de los templos y extender el Evangelio». A su juicio, «el ciberespacio es un nuevo lugar de evangelización», porque admite que el que no es conocido en las grandes autopistas de la comunicación está condenado «a una especie de muerte social».

Cómo concibe Berzosa esas salas de comunicación creativa? Al concederle un gran protagonismo a la labor de las parroquias, sugiere aprovechar las obras de reforma para destinar a este fin un local dotado con «algunos de los modernos instrumentos audiovisuales». Con este equipamiento se podrían prestar servicios como conexión y difusión de contenidos a través de correo electrónico, blogs de opinión o la creación de grupos de discusión. La sala también podría servir para la grabación y proyección de documentales y DVD, para las celebraciones con niños y adolescentes y para la organización de conferencias y debates. La culminación sería el diseño de una web parroquial.


PLAN PASTORAL

Pero la visión del obispo es más amplia y no la concibe como un hecho aislado dentro de la organización de una parroquia. Apuesta porque los catequistas tengan en cuenta el nuevo lenguaje audiovisual en sus contactos con los jóvenes y adolescentes y porque los sacerdotes avalen la celebración litúrgica con los nuevos códigos comunicativos, tanto en el lenguaje verbal como en el «gestual, fílmico y coreográfico». También reclama la necesidad de impulsar la figura del animador cultural.

En un momento de su intervención ante los delegados diocesanos llegó a explicar que no se trata de una labor exclusiva de su departamento sino que tiene que integrar a todos los departamentos de un arzobispado. «Hay que aprender a ser una especie de estrella mediática, es decir, a impactar con el Evangelio hecho vida», argumentó.


Susana D. Machargo
LA VOZ DE ASTURIAS, 9 de marzo de 2006