Los abades y provinciales de Catalunya piden que la Cope deje de incitar al odio

Los religiosos piden al nuncio papal y al episcopado español que tomen medidas.

La Reunió d´Abats i Provincials de Catalunya se ha dirigido por carta al nuncio papal y al presidente de la Conferencia Episcopal Española pidiéndoles que adopten las medidas pertinentes para erradicar las causas por las que algunos programas de la Cope, que es la cadena radiofónica episcopal, incitan al odio.

Sistach reclama que la Cope cumpla su ideario: diálogo, pluralismo y sensibilidad diferenciada de los pueblos de España.


Los abades y provinciales de las órdenes religiosas de Catalunya han escrito al nuncio papal, Manuel Monteiro de Castro, y al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, para pedirles que tomen las medidas pertinentes para que la Cope deje de incitar al odio. Esta petición ha sido efectuada mediante una carta que es fruto de un acuerdo adoptado en la 104 Reunió d´Abats i Provincials de Catalunya celebrada en Poblet.

Los abades y provinciales religiosos han abordado, entre otros, el asunto de la Cope muy preocupados por el clima enrarecido creado por algunos programas emitidos por esta cadena radiofónica cuyo accionista mayoritario es la Conferencia Episcopal Española. Como contraste con este clima radiofónico de crispación, los abades y provinciales recuerdan el mensaje de reconciliación confiado a la Iglesia. Así citan la segunda carta de Pablo a los Corintios que dice: «Porque era Dios el que reconciliaba consigo al mundo en Cristo, sin tener en cuenta los pecados de los hombres, y el que nos hacía depositarios del mensaje de la reconciliación».

Los abades y provinciales señalan en su carta al nuncio y al presidente del episcopado español que están en sintonía con la Conferencia Episcopal Tarraconense que en su último pleno, presidido por el arzobispo Jaume Pujol, ya trataron sobre la Cope. En el comunicado de dicho pleno se dice: «Los obispos también han tomado en consideración las muchas quejas que les llegan de los comentarios ofensivos y descalificadores de algunos programas radiofónicos de una cadena de titularidad católica. Los obispos harán gestiones ante sus responsables para corregir esta manera de proceder y para favorecer un clima mediático de convivencia y de respeto mutuo entre todos los ciudadanos».

La carta de los religiosos está firmada por el abad de Poblet, Josep Alegre, como presidente de la Reunió d´Abats, y por su secretario, el capuchino Joan Botam. Los asistentes a esta reunión, además de los dos citados, fueron Josep M. Soler (abad de Montserrat), Enric Benito (prior de Solius), Jacint Duran (provincial de los capuchinos), Màxim Muñoz (provincial de los claretianos), Jaume Pallarolas (provincial de los escolapios), Josep Martí (provincial de las escuelas cristianas), Francesc Vilà (provincial de los franciscanos), Alexandre Martínez (provincial de los gabrielistas), Joaquim Erra (provincial de los hospitalarios de San Juan de Dios), Pere Borràs (provincial de los jesuitas), Xavier Barceló (provincial de los maristas), Joan Codina (provincial de los salesianos), Benjamín García (delegado general de San Pedro ad vincula) y Jesús Roy (delegado provincial de los mercedarios).

También el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se refirió ayer a la Cope. Admitió que «el caso de la Cope incide de forma negativa en la aportación económica de algunos cristianos a la Iglesia».

Martínez Sistach aseguró que ha realizado gestiones ante los órganos de la Conferencia Episcopal Española «para que en la emisora episcopal sea una realidad que la plena libertad de expresión vaya acompañada de unos contenidos y unas formas que respeten las personas y las instituciones como establece el ideario de la Cope».

Estos son algunos puntos de este ideario: «En la expresión de opiniones propias y ajenas, la Cope observará como regla de estilo el respeto a las personas y el diálogo civilizado, rehuyendo el apasionamiento unilateral y la crítica sistemática (...) En ella deberá darse siempre un talento democrático y un respeto al pluralismo (...) Tendrá esmeradamente en cuenta la singularidad de los pueblos de España, se identificará con sus mejores aspiraciones, promoverá su cultura, estará atenta a su sensibilidad diferenciada (...) Propiciará siempre el talante conciliador, la convivencia y el diálogo (...) Laborará incansablemente por la paz, la justicia y la libertad; propiciará siempre el talante conciliador, la convivencia y el diálogo».


Oriol Domingo, Barcelona
LA VANGUARDIA, 10 de noviembre de 2005