Narcolimosnas: «¿No recibió el Señor el homenaje de la Magdalena?»

Monseñor Godínez, prelado de la diócesis de Aguascalientes, ha provocado un monumental escándalo dentro y fuera de su país al declarar que en México, el dinero procedente del tráfico de drogas «se purifica al entrar en la iglesia».


¿A quién le importa de dónde salieron los denarios con que María Magdalena compró el perfume para ungir los pies de Jesús? O, en román paladino: «Todo es bueno para el convento», dijo un fraile, y llevaba una «magdalena» al hombro. Con estas premisas, Ramón Godínez Flores, obispo de Aguascalientes, justifica los recursos procedentes del narcotráfico que recibe su diócesis. El dinero negro, dice el prelado, se vuelve blanco al entrar en la iglesia.

Monseñor Godínez asegura que la Iglesia Católica no está obligada a investigar el origen de la «viruta» que recogen los cepillos de sus templos, aunque provenga del negocio de la droga, pues ésta «se purifica» con la buena intención de ayudar... «donde quiera se dan -afirma el pontífice hidrocálido-, en Aguascalientes y en Tepezalá. Pero no nos toca a nosotros investigar el origen del dinero».


Parábola de María Magdalena

Para ilustrar su aserto, el obispo recurrió a la parábola: «Está el ejemplo de nuestro Señor, ¿no recibió el homenaje de aquella mujer (la Magdalena), cuando le ungió los pies con un perfume muy costoso?, y Jesús no investigó: «¿Dónde compraste ese perfume?» No le importó de dónde salió el dinero: Él simplemente recibió el homenaje. Cualquiera que dé una limosna yo la recibo, y yo la agradezco».

«¿Aunque el dinero sea de origen ilícito?», insistieron los periodistas locales. «No, no me consta que sea dinero malo. El dinero se puede purificar cuando la persona tiene una buena intención. Pero no porque el origen del dinero sea malo hay que quemarlo; hay que transformarlo, más bien. Todo dinero puede ser transformado, como una persona que está corrompida también se puede transformar. Si una persona que se dedica a delinquir se arrepiente, es una forma de purificación. Y, si una persona puede hacerlo, ¡cuánto más lo material!».

Godínez admitió conocer casos de personas ligadas al tráfico de estupefacientes que han hecho importantes donativos a distintas parroquias. «En mi vida he conocido casos, pero se han purificado. Aquí lo importante es que donen el dinero con buenas intenciones», remató.

La Presidencia de la República, a través de su portavoz, recordaba después que por ningún motivo se debe tolerar el lavado de dinero: «La Presidencia quiere dejar asentado que en ninguna ocasión, bajo ningún pretexto, nadie puede recibir dinero ilegal. Nadie puede favorecer el crimen organizado». Pero, aunque Godínez se pasara de la raya, la máxima autoridad dice que le corresponde a la Conferencia del Episcopado Mexicano proceder a una investigación al respecto.

Hace menos de una semana, el Papa manifestaba una gran preocupación por el afán de poder, el deterioro de las sanas formas de convivencia y el aumento de la corrupción, de la impunidad, del narcotráfico y del crimen organizado en México. Al dirigirse a un grupo de obispos mexicanos en su residencia estival de Castelgandolfo, Benedicto XVI recordó que, para resolver esta situación, están llamados a colaborar los católicos, que aún son mayoría entre la población mexicana.


Un millar de asesinatos

Mientras el obispo Godínez está en misa y repicando, las mafias de la droga continúan haciendo de las suyas en el país. En lo que va de año, son ya más de mil los asesinatos ligados a los carteles del «narco», que operan principalmente en el norte del país, envenenando además las relaciones entre México y Estados Unidos. Pero los tentáculos de la delincuencia se extienden como un cáncer y la violencia alcanza ya a otros Estados. Así, el pasado fin de semana era acribillado a balazos, mientras almorzaba en un restaurante de Morelia, el secretario de Seguridad Pública del Estado de Michoacán, donde opera el importante clan mafioso de los hermanos Amezcua.


Manuel M. Cascante, Ciudad de México
ABC, 21 de septiembre de 2005