DJ de ordenador: ¿Vinilos? Todo con MP3

¿Quién quiere vinilos con los nuevos formatos digitales? Eso debieron pensar los pioneros en la mezcla de música electrónica a través del ordenador. Un PC, una mesa de mezclas, música en formato mp3 en el disco duro, unos auriculares, unos buenos altavoces y mucho arte. Tal vez en un futuro todos los DJ dejen de lado los inconvenientes lógicos del uso del vinilo y se pasen al mp3.


La mezcla de música electrónica es una de esas profesiones en las que todavía se mantiene el romanticismo, lejos de las ventajas prácticas de la tecnología. Muchos de estos «clásicos» han aprendido en academias donde enseñan a los principiantes el uso de una mesa o la sutileza en el manejo de los vinilos. Sin embargo, esa tradición empieza a resentirse debido a los «DJs de ordenador».

En los últimos años, la profesión de DJ ha atraído el interés de los más jóvenes. La magia de la noche, la popularidad de los «maestros» del vinilo o las grandes cantidades de dinero que ganan por sesión son algunas de las razones del éxito. DJ Tiësto, Paul Van Dyk, Carl Cox, Ferry Corsten o Armin Van Buuren son algunos ejemplos de profesionales que se han convertido en auténticos modelos de vida.

Dos cosas son imprescindibles para comenzar: un programa para la gestión de las mezclas y mucha música electrónica en formato digital. El software necesario para mezclar música en el PC se puede descargar de la Red sin problemas: dos de los más utilizados son Atomix Virtual DJ y KraMixer DJ.

Su primera ventaja es la facilidad con la que pueden acoplarse las curvas de cada una de las pistas. En la parte superior o inferior del programa aparecen cada uno de los dibujos de cada pista —en diferentes colores—, y éstas se pueden mezclar de una forma sencilla no sólo a través de los auriculares, sino mediante la imagen. Aunque también permiten que el usuario pueda mezclarlas automáticamente.

Además contienen todos los elementos necesarios para darle más control al DJ, como si se encontrara en una cabina de verdad con una mesa de mezclas y varios vinilos: reproductores independientes con latencia cero, controles estándares —play, stop, pause, cue—, ecualizadores a tres bandas, control de volumen para cada uno de los reproductores, pitch control, listado de canciones, simulación real de rayado, nivel y montaje automáticos...

La mayoría de estos programas permiten la instalación de nuevas extensiones: apariencias diferentes en la forma y colores, nuevos efectos de sonido —instalados como plug-in—, samples adicionales — pequeñas melodías que pueden utilizarse para combinarlas por defecto con las pistas—, idiomas alternativos, o incluso sesiones mezcladas por otros usuarios.

Aunque todo el proceso se puede realizar desde el ordenador, siempre se pueden incorporar elementos externos que permitan una experiencia más real y mejoren las prestaciones de cada sesión electrónica. Por ejemplo, una consola portátil de mezclas, con todos los controles de sonido y gestión de las fusiones. De esta forma, con el software sólo se controlaría la elección de las canciones y se observaría las estructura de las melodías para acoplarlas.

Y por si los rescursos de los que diponen estos nuevos DJ´s pudieran parecer escasos, hace tiempo que existen mesas que utilizan CD con música en formato mp3 en vez de vinilos (PDF). Éstas permiten dejar a los antiguos discos de color negro en el olvido, y reducir mucho la inversión en música —los vinilos son mucho más caros que otros soportes—.


JUAN F. CÍA, Madrid
EL MUNDO, 30 de julio de 2005