¿Cree que su casa está bien segura?

NO MIRE A LA TECNOLOGÍA COMO ENEMIGA. LE PUEDE AYUDAR A PROTEGER MEJOR SU CASA. SISTEMAS DE BIOMETRÍA, CÁMARAS DE VIGILANCIA CONECTADAS A INTERNET, ALARMAS QUE LE AVISAN AL MÓVIL... Y NO SE OLVIDE DE PROTEGER TAMBIÉN SU PC .


El verano es la época del año en la que más robos se producen. Con las casas vacías y los dueños a cientos de kilómetros, los ladrones lo tienen muy fácil. Para evitarlos se puede recurrir a los trucos habituales, como pedir a un vecino que recoja el correo, pero también a la tecnología. Estos cinco puntos le evitarán sorpresas desagradables a la vuelta.


1. CÁMARAS. Poner un ojo electrónico en casa es fácil. De hecho, es muy posible que ya tenga uno. La cámara web que utiliza para charlar con su familia y amigos en la red puede convertirse en una cámara de videovigilancia con el software apropiado. Podrá observar su casa desde su lugar de vacaciones, aunque con algunos inconvenientes. Para que el sistema funcione, debe dejar encendido el PC y cualquier corte de luz puede dar al traste con su improvisado sistema de seguridad. Los programas para transformar la cámara web en una cámara de vigilancia son variados, y su coste depende de las funciones que ofrecen. Si no quiere gastar, existen incluso soluciones gratuitas como Eyecopia, Crime Catcher o VisionGS.

Si de verdad quiere un sistema de vigilancia eficaz y que pueda consultarse desde su destino sin tener que dejar el ordenador encendido, la solución es una cámara de vídeo IP. Se conectan a la red de casa, bien por cable o bien a través de una conexión inalámbrica y graban continuamente lo que sucede en su hogar. Al vídeo puede accederse desde un navegador web corriente en cualquier parte o incluso desde el teléfono móvil si es lo suficientemente avanzado. Son soluciones caras —más de 300 euros—, pero mucho más eficientes que las webcams.


2. ALARMAS. Es, sin duda, la opción más socorrida en verano, y una de las primeras que tienen que considerarse para proteger la casa. Las agencias de seguridad, además, tienen ofertas pensadas para estos meses. Si está dispuesto a invertir, las soluciones pueden ser muy completas, con sistemas de habla/escucha en las alarmas para evitar falsos avisos e incluso la posibilidad de recibir mensajes en el teléfono móvil cada vez que alguien entre o salga en su casa. Si no tiene ganas de montar usted mismo un sistema de videovigilancia, las empresas de seguridad como SecuritasDirect o Prosegur tienen también packs específicos para esta tarea. Colocan la cámara IP en su domicilio y le permiten acceder a las imágenes desde la página web de la compañía con cualquier navegador.


3. BIOMETRÍA. Las cerraduras tradicionales no son rival para los cacos de hoy en día, pero las biométricas sí. Falsificar una huella dactilar es muy difícil, falsificar el iris, imposible. Instalar una cerradura biométrica en casa es una garantía de seguridad, pero hay que tener en cuenta que el precio puede dispararse y que necesitan alimentación eléctrica para funcionar —normalmente pilas—. Una cerradura con lector de huellas dactilares cuesta alrededor de 250 euros, y hay que añadir la mano de obra del instalador. Las cerraduras de identificación a través de iris son mucho más caras.


4. TEMPORIZADORES. Dejar las cortinas cerradas en pleno día o las luces apagadas por la noche es una señal inequívoca de que la casa está desocupada. Un temporizador puede despistar a los ladrones encendiendo y apagando las luces de la casa a horas programadas o corriendo las cortinas. No son caros —en torno a 30 euros—, pero tiene que aprender a programarlos e instalar adaptadores en las bombillas.


5. ORDENADOR. Este año, no proteja sólo su hogar, sino también el PC. La mayoría de las infecciones víricas se producen a la vuelta de un periodo de vacaciones, cuando el correo está saturado y el sistema operativo no se ha actualizado. Si quiere evitar problemas, deje un antivirus instalado en el PC antes de marcharse y nada más encender el ordenador a la vuelta, instale todas las actualizaciones necesarias.


Á. J. L.
EL MUNDO, 24 de julio de 2005