La selección española de personas sin hogar, lista para el III Mundial de Fútbol Calle en Edimburgo

Los datos muestran que el fútbol es una herramienta de integración. De los 204 participantes del año pasado, 95 mejoraron su situación en cuanto a alojamiento y 78 tienen trabajo, 16 de ellos con algún club de fútbol o como entrenadores.


El III Mundial de Fútbol Calle se celebra este año del 20 al 24 de julio en Edimburgo. El objetivo, lograr a través del deporte la integración social y laboral de los participantes, se está consiguiendo año tras año.

De los 204 participantes del año pasado, 78 tienen trabajo ya. 16 de ellos firmaron con algún club de fútbol o trabajan como entrenadores. 95 mejoraron su situación en cuanto a alojamiento.

El pasado año, ocho hombres viajaron a Gotemburgo para el II Mundial y, aunque sólo obtuvieron un puesto 20º, el resultado real para ellos fue muy positivo: dos tienen contrato fijo, uno alterna empleos esporádicos y el resto sigue esforzándose por salir adelante.

“Félix, el capitán, ha mejorado muchísimo –explica Saúl Rodríguez, el responsable de la selección que organiza la Fundación RAIS–, se ha reconstruido la dentadura y se ha sacado con nosotros el carnet de conducir. Con el carnet ahora podrá hacer trabajos como repartidor”.

El año pasado la selección jugó bien, según reconoce Saúl, “pero tuvimos mala suerte”. Este año se espera al menos quedar entre los quince primeros equipos. Sin embargo, mejorar los resultados deportivos no es el principal anhelo del proyecto: “estamos viendo que desde el fútbol les empujamos a progresar porque les ofrecemos mucho y a cambio les pedimos que nos correspondan”.

El fútbol calle se caracteriza por enfrentar a dos equipos de tres jugadores más el portero en un partido de 14 minutos. Juan Junco, Félix Bas, Juan Carlos Muñoz, Álvaro San Juan, José Ignacio Aparicio, Juan Antonio Sanz, Luis Ramírez, Guiseppe Matuk y Lorenzo Argüelles. Son los nombres de los jugadores que representan a España y que se verán las caras en Edimburgo con jugadores procedentes de 30 países distintos como Polonia, Brasil, Estados Unidos, Suecia, Escocia, Rusia...


Un momento para convivir

La originalidad del campeonato ha logrado atraer a muchos medios de comunicación. Antonio tiene 33 años y aún no puede creer que le eligieran: “¿Pero dónde voy? Qué impresión... Estoy ilusionado”. Este es el primer año que participa en el torneo y reconoce que le ha ayudado mucho: “Sobre todo he ganado en salud y en otras cosillas. Cuando vuelva de Escocia buscaré trabajo”.

Si le piden que defina qué es vivir en la calle, Juan devuelve una mirada tranquila: “la calle es frío, hambre, pero sobre todo mucha soledad... No se lo deseo ni al peor de mis enemigos”.

Para su compañero Álvaro San Juan, de 46 años, lo mejor de la experiencia no es la parte deportiva, sino aliviar esa soledad: “a parte de participar como deportista, espero disfrutar de la convivencia con mis compañeros. El deporte es secundario”.

Álvaro habla despacio y cuenta que “esa cruda vida” le apartó de su familia: “Hace dos o tres años que he retomado la relación con mi hija de 17 años. He ido recuperando todo lo que había perdido”. Gracias a sus ganas de volver a ver a su hija, Álvaro está tratando de superar su adicción a las drogas: “espero mantener este nivel y este ritmo de vida. No quiero ir marcha atrás ni cometer ningún fallo”, afirma.

Cerca de 50 personas han acudido a los entrenamientos semanales organizados por la Fundación RAIS. Son personas que por motivos familiares, laborales y/o personales habitan en las calles, en albergues, en pensiones o en casas ocupadas.

Para contribuir económicamente en este proyecto se ha creado la campaña “Tú puedes echar una mano”. Los interesados pueden enviar un mensaje de apoyo o una fotografía de sus manos a través del móvil al número 5490. El año pasaron se recibieron 2.000 mensajes y fotos.


Olga Fernández
CANALSOLIDARIO.org, 30 de junio de 2005