Los movimientos sociales apuestan por Internet ante la falta de apoyo de los medios tradicionales

Entidades campesinas e indígenas de América Latina utilizan cada vez más las nuevas tecnologías y crean sinergias para hacer oír su voz. La Agencia Latinoamerica de Información recoge esta situación y pide democratizar la comunicación.


El 19 de diciembre de 2001, miles de argentinos salieron a la calle cacerola en mano para protestar por la situación de crisis económica a la que el entonces presidente Carlos Menem había llevado al país. Lo que poca gente parece recordar es que muchas de las protestas se organizaron a través de chats y páginas web. Unos años antes, en México, los movimientos sociales se apoderaban también de las nuevas tecnologías para difundir la realidad de los indígenas de Chiapas y sus reivindicaciones.

En los últimos años, organizaciones campesinas e indígenas y ONG de América Latina han incorporado herramientas como el correo electrónico, las plataformas online y los foros para hacer oír su voz a nivel regional, nacional e internacional. El poco apoyo de los medios de comunicación tradicionales ha llevado a buena parte de estos movimientos a crear boletines informativos, radios comunitarias y a utilizar cada vez más las nuevas tecnologías.

Esta situación la recoge el informe de la Agencia Latinoamericana de Información ALAI Movimientos sociales y comunicación que, tras entrevistar a una veintena de organizaciones y redes sociales, destaca los cambios que el acceso a las nuevas tecnologías ha tenido para las entidades y advierte de la necesidad de "democratizar la comunicación". Según ALAI, los movimientos campesinos e indígenas combinan cada vez más los canales convencionales de información con los digitales y han hecho de Internet "uno de sus principales mecanismos de comunicación".

Es el caso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC). Desde principios de los años 90, CLOC informaba a sus entidades de las últimas noticias a través de un boletín en papel que, poco a poco, tuvo acceso a más temas gracias a las informaciones que las organizaciones enviaban por correo electrónico. En el año 2000, la iniciativa tuvo mucha más visibilidad tras poner en marcha su sitio web en el marco del portal movimientos.org, que da cabida a numerosas organizaciones, plataformas y campañas.

Se trata, dice el informe de ALAI, de crear "sinergias" y espacios online compartidos entre varias entidades. De esta manera, los movimientos sociales ganan en capacidad de producción de información, reducen costos y tienen un lugar de referencia para intercambiar ideas y experiencias.

En este contexto, la entrada en las nuevas tecnologías ha supuesto cambios importantes en las organizaciones, que han decidido entrar en la Red sobre todo por una cuestión "práctica", para "contar con un mecanismo de comunicación internacional más efectivo y a menor costo". Así, entidades campesinas dispersas por toda la geografía se comunican ahora sin necesidad de desplazarse y sin perder detalle de las acciones que llevan a cabo cada una de ellas y, en general, las organizaciones se han articulado en redes nacionales e internacionales, tienen acceso a más información y han acelerado sus ritmos de trabajo.


Retos pendientes

Organizaciones como la Asociación de Trabajadores del Campo de Nicaragua y la Confederación de los Pueblos de Nacionalidad Kichua del Ecuador (ECUARUNARI) han ido aún más lejos y han puesto en marcha equipos de periodistas que hablan la lengua local y que visitan las comunidades rurales para informar de lo que ocurre a nivel de base. Iniciativas como éstas facilitan la comunicación, aunque todavía quedan algunos desafíos.

Como explica el informe de ALAI, el primero de estos retos es "la democratización de la comunicación". Se trata de alcanzar la igualdad de condiciones para acceder a los medios de comunicación convencionales y, al mismo tiempo, de desarrollar medios y espacios propios. Asimismo, las entidades se enfrentan al hecho de tener que redefinir sus estrategias y poner en marcha políticas de comunicación.

En la actualidad, son muchas las organizaciones que han creado departamentos de comunicación y han formado a varias personas para que se encarguen de esta cuestión, pero aún quedan muchas otras entidades que, aunque reconocen la importancia de las nuevas tecnologías y la información, todavía no lo han llevado a la práctica. "Aún falta mucha preparación y formación para que las compañeras y los compañeros realmente nos apropiemos de estos medios", advierte una dirigente campesina colombiana.

De hecho, la capacitación que incorporan las nuevas tecnologías a la vida cotidiana de los movimientos sociales es uno de los principales desafíos aunque, como explica el informe de ALAI, ya existen, y con éxito, algunas iniciativas para formar "formadores en comunicación" que combinan herramientas convencionales y online.


Silvia Torralba, 
CANAL SOLIDARIO, 5 de abril de 2005