«Asturias se lleva una joya», sentir unánime en la diócesis de Burgos

Y es que por lo que se pudo palpar ayer en Burgos, la marcha de Raúl Berzosa supone casi hasta un trauma para los burgaleses. La hermana Angeles, operaria del Divino Maestro y que se encarga de la librería de la casa de la Iglesia, señaló que Berzosa es «joven y guapo, y bien puesto, además de estar muy preparado, ser inteligente y un sacerdote entregado a su labor de ayuda a los demás». Pedro López, un cura de la diócesis, decía sin reparo: «Asturias lleva una joya y medio corazón mío».

Los entusiasmos eran totales y el actual vicario de pastoral no dudaba en la suerte de Asturias por llevarse un obispo como Berzosa. Sobre el hecho de ser el segundo obispo más joven de España, Berzosa dijo con sentido del humor, parafraseando al Papa Pío X: «No es problema, porque lo arregla el tiempo».

Berzosa no necesitó ayer acudir a la Universidad Pontificia del Norte de España a dar su clase de Teología Dogmática, al iniciarse el período de vacaciones, pero no quiso pasar la jornada sin acercarse a contemplar la estatua del Papa que preside el patio de la misma. La ajetreada jornada de ayer obligó al nuevo obispo auxiliar de Oviedo a apagar su teléfono móvil ante la interrupción de las llamadas que se sucedían. Eso y los abrazos de todos los burgaleses que se cruzaban en su camino por las calles fue una constante. Parece estar en sintonía con los nuevos tiempos, y mostró su convencimiento de que el siglo XXI será el de la mujer y la consagración de todos sus derechos.


Aficiones

En cuanto a sus aficiones declara ser amante de la música, del cine, del teatro y de la lectura, y prueba de ello es que tiene cinco obras de teatro musicales para jóvenes.

Al abandonar Burgos, Raúl Berzosa quiso dejar constancia de su amor y de su entrega generosa a Asturias con el mismo sentido con el que se ha entregado durante los últimos años a la iglesia en Burgos, agradeciendo la colaboración de todos los sacerdotes de la diócesis castellana, que han sido determinantes en su nombramiento en los diez años que ejerció como vicario de pastoral durante el pontificado anterior.


LA NUEVA ESPAÑA, 23 de marzo de 2005