La divina protección

Un diseñador andaluz usa la figura del Sagrado Corazón de Jesús para fomentar el preservativo.


"Ama al prójimo como a ti mismo. Utilizar el preservativo para prevenir es divino". La imagen del Sagrado Corazón de Jesús ha sido elegida por un diseñador y publicista andaluz, Rafael Iglesias, en el lanzamiento de una campaña a favor del uso del profiláctico para prevenir el sida. La iniciativa hubiera pasado desapercibida si no fuera porque la imagen sostiene en su mano izquierda un condón, que sustituye al tradicional corazón reflejado en la iconografía religiosa.

La imagen arrastra una larga polémica. La idea de emplear la figura del Sagrado Corazón surgió en 1999 a raíz de la petición de la Federación de Asociaciones Contra el Sida de Andalucía para su campaña anual, pero al final la entidad retiró su apoyo al entender que la imagen, "aunque acertaba en el concepto que quería transmitir", podía provocar susceptibilidades.

Ante estas trabas, el diseñador, de 42 años y consolidada trayectoria profesional en Andalucía, continuó la campaña con su dinero. La situación se ha vuelto a repetir estos días, en los que la figura del Sagrado Corazón con el condón vuelve a decorar las calles como protesta ante las últimas declaraciones de la Iglesia católica contra el preservativo, "y por su tozudez al negar al pueblo una herramienta de protección tan importante".

"He empleado la imagen en un contexto sano, y nunca he tenido intención de agredir, de ninguna forma, a las creencias religiosas, la cristiana o cualquier otra", asegura Rafael, y se justifica: "Como persona privilegiada por mi acceso a los medios de comunicación, sería un cobarde si no lo utilizara para llamar la atención sobre esta causa".

Dice haber consultado con su abogado posibles consecuencias jurídicas, "pero el Sagrado Corazón no es una figura exclusiva, ni mucho menos, ni de la intransigente curia española ni de ninguna hermandad, sino que trasciende la cultura universal". El diseñador asegura que la estampa religiosa le merece "todo el respeto y la admiración". "Por lo que sabemos, hubiera hecho lo divina y humanamente posible para erradicar de nuestro tiempo esta maldición bíblica que nos aqueja, el sida", añade Rafael Iglesias.


También en Barcelona

La imagen ha cubierto las calles de Sevilla con 9.000 carteles y 10.000 postales en unas fechas en las que la ciudad celebra multitud de actos religiosos previas a la Semana Santa.

Aunque esta vez la iniciativa ha logrado mayor aceptación social que hace cinco años "porque la gente está más concienciada con el problema del sida y muchos claman al cielo por la postura del clero", no todo son felicitaciones. Hace unos días, según ha relatado el diseñador, el párroco de una hermandad que realizaba un vía crucis callejero retiró todos los carteles que iba encontrando a su paso. Y eso que, para evitar problemas, su equipo optó por repartir las imágenes por la noche.

De nada ha servido. Iglesias asegura haber recibido "amenazas de muerte" por teléfono, ya que las postales incluían su número de móvil para "sugerencias, peticiones o amenazas". "No tienen sentido del humor --ironiza--, pero no importa, porque en otros sitios se agotan las postales, e incluso la gente nos pide los carteles antes de pegarlos".

La polémica campaña ha llegado también a las calles de Madrid, Murcia, Valencia y Barcelona, donde el dibujante Nazario --amigo desde hace años del diseñador-- ha repartido postales y carteles "con gran éxito", afirma Iglesias. "Se ha mostrado solidario y colaborador desde que le llamé para contarle la idea, porque él también sufrió el rechazo por sus dibujos".


Julia Camacho, Sevilla
EL PERIÓDICO, 11 de marzo de 2005