Cuando Google lanzó en pruebas un número limitado de cuentas (unas 1.000) de su servicio de correo Gmail, probablemente no se imaginaba que los usuarios estarían dispuestos a todo con tal de hacerse con una de estas cuentas, un deseo que ha llevado a algunos internautas a hacer las ofertas más peculiares.
Un pingüino hinchable, una bufanda tejida a mano, 9.000 mariquitas o una invitación a una boda son algunas de las cosas que los usuarios están dispuestos a ofrecer por una cuenta de correo
@gmail.com.
Pocos días después de su lanzamiento, las invitaciones para probar el servicio comenzaron a subastarse online en eBay, donde llegaron a sobrepasar los 50 euros.
Tal es la demanda por las famosas cuentas de 1 GB que esta semana nació GmailSwap, un sitio 'web' dedicado íntegramente a facilitar el intercambio entre los poseedores y los aspirantes. Su creador, el canadiense Sean Michaels, asegura que se decidió a lanzarlo cuando observó que había mucha gente desesperada por una cuenta sin saber cómo contactar con los afortunados propietarios para obtener una invitación al servicio.
A diferencia de eBay, en esta página no se paga con dinero sino con mucha imaginación.
Y así, entre las ofertas seleccionadas el viernes figuraba, por ejemplo, un 'tour' en helicóptero por Los Ángeles o toda la cerveza Guinness que una persona pueda beber.
Gmail: toda una revolución
Entre 150 y 500 veces más amplio que sus rivales directos, rápido, simple, eficaz contra el 'spam' y, además, gratuito. A pesar de que todavía le faltan ciertos 'retoques' por estar en pruebas —etapa que probablemente durará de tres a seis meses—, el nuevo servicio de correo electrónico de Google, presentado públicamente hace sólo unas semanas, puede suponer una verdadera revolución en la Red. Que se preparen Yahoo! y MSN: su 'bestia negra' ya es una realidad.
Escribe Luis Tejero en El Navegante que lo primero que llama la atención al acceder a Gmail es su velocidad y la sencillez de su diseño, considerablemente menos recargado que Hotmail.
En la versión 'beta' de este servicio se pueden apreciar algunas características interesantes, como la autoactualización —cada cierto tiempo se refresca la bandeja de entrada—, los 'snippets' o fragmentos de texto que reproducen las primeras palabras de cada mensaje junto a su autor y título, o la útil función de autocompletar el campo de destinatario.
Por su parte, los atajos de teclado —no personalizables por el momento— proporcionan la posibilidad de realizar determinadas funciones sin necesidad de mover el ratón. Así, n y p permiten navegar por los diferentes correos recibidos, mientras que la tecla / da acceso a la caja de búsqueda, una de las herramientas más cuidadas por los creadores de esta revolución 'on line'.
A través de ella, el internauta puede encontrar fácilmente en su correo cualquier mensaje que contenga ciertos términos, remitentes, destinatarios, títulos o archivos adjuntos, algo que se convierte en una cómoda tarea gracias a los múltiples trucos de búsqueda.
Sin embargo, uno de los elementos más destacados de Gmail no aparece hasta que no se mantiene una conversación de dos o más 'e-mails' con la misma persona o a través de una lista de correo; es entonces cuando entran en acción los 'threads' o hilos, que imitan la estructura habitual de una gran parte de los foros en la Red, donde los mensajes quedan agrupados de forma automática en una misma pantalla para que el usuario los visualice con mayor comodidad sin tener que buscar las respuestas una por una. Además, el texto al que se responde —la cita— puede ocultarse o mostrarse con un 'click'.
Organizar 1 GB de correo
Los 1.000 MB de espacio de Gmail —su principal atracción—, podrían llegar a convertirse en un enorme descontrol si no fuera por el modelo que ha escogido Google, basado en dos pilares: etiquetas en lugar de carpetas y archivar en vez de eliminar.
El buscador más popular del mundo asegura que su gigabyte gratuito es "suficiente para que el usuario medio no tenga que borrar nada en cinco años"; por ello, insta a los internautas a mantener despejada su bandeja de entrada mediante el práctico botón 'Archivar', sin tener que perder definitivamente información que podría ser necesaria en el futuro.
En esta línea, las etiquetas permiten clasificar los distintos 'e-mails' manualmente o en función de filtros personalizados, un modo de organización que se puede combinar con el empleo de 'estrellas' para destacar los mensajes más importantes.
Las tareas pendientes de Google
Aunque es evidente que el correo Google supera en casi todos los aspectos a sus competidores, sus desarrolladores son conscientes de que todavía necesita perfeccionarse antes de su lanzamiento definitivo. Por este motivo, en colaboración con los miles de usuarios que participan en las pruebas, están preparando ya la incorporación de decenas de idiomas —actualmente sólo está disponible en inglés—, así como la posibilidad de importar contactos desde otras cuentas o acceder a través de POP e IMAP.
Asimismo, resultaría útil poder dar formato al texto —mediante HTML o con un editor visual—, disponer de vista previa para las imágenes recibidas o tener la posibilidad de incluir una firma en los mensajes.
Algunos usuarios han propuesto incluso la combinación de Gmail con la barra de herramientas Google —para recibir un aviso cada vez que llegue correo nuevo— o el lanzamiento de un 'Google Messenger' para competir con MSN y Yahoo! también en este campo.
¿Dónde está el límite?
Cada vez que aparece una novedad más o menos revolucionaria en la Red, lo normal es preguntarse dónde está el 'truco'. Así, cuando una empresa coruñesa lanzó el servicio Intper, un rápido repaso a sus características permitió descubrir que su 'punto negro' se resumía en la imposibilidad de adjuntar archivos y recibir correo de cuentas externas.
En el caso de Gmail, aparentemente sólo hay tres límites, y los tres bastante razonables: el tamaño máximo por mensaje enviado o recibido (10 MB), la prohibición de adjuntar archivos '.exe' —ni siquiera comprimidos en '.zip' u otros formatos— y el tiempo límite de inactividad permitido, que es de nueve meses.
El 'problema' de la privacidad'
Aparte de algunas críticas a su accesibilidad, la única polémica que ha generado Gmail hasta el momento es la relacionada con su política de privacidad.
Al recibir quejas de algunos usuarios que consideran "una vasta violación" legal el hecho de que Google no garantice "la eliminación instantánea" de los 'e-mails', la compañía ha reconocido que el producto "podría sufrir ciertos cambios". En cuanto a los datos personales, el buscador asegura que "sólo [los] utiliza para mejorar Gmail (...), pero nunca para venderlos a terceros".
De todos modos, como apuntó José Cervera hace unas semanas, el uso de Gmail no es obligatorio: "a quien no le guste que una máquina lea su correo, le basta con no abrir una cuenta".
Agencias, 25 de mayo de 2004