Consideran que Crónicas Marcianas emitió una entrevista sin autorización que le provocó una depresión.
Una familia tinerfeña ha demandado al presentador de Crónicas Marcianas, Javier Sardá, y al colaborador del espacio, Javier Cárdenas, por la supuesta vejación que sufrió un disminuido psíquico, Javier Cristo Hernández, durante este programa. Los demandantes piden una indemnización de 300.000 euros por la depresión que sufrió el joven. La familia no había autorizado la emisión de la entrevista, que se realizó sin su consentimiento.
El abogado del la familia tinerfeña, Ángel Isidro Guimerá, afirmó que el juicio está fijado para el 20 de julio en el juzgado de Instrucción número cuatro de Arona (sur de Tenerife). En la vista previa, los letrados del programa de Telecinco aseguraron tener el permiso de la familia para emitir la entrevista, algo que niega Guimerá.
"Hemos demandado a Telecinco, Gestevisión, Sardá y Cárdenas por mofarse de un disminuido psíquico, de un joven de 39 años que tiene una edad mental de siete y que le ha provocado una depresión que le llevó a encerrarse varios meses en su casa, como ha certificado un médico", agregó Guimerá.
"Se han reído de una persona que tiene una minusvalía del 60 por ciento, entrevistándole sin el consentimiento de los padres", indicó el letrado. La demanda interpuesta por la familia apela a la Ley del 92 de protección del honor, la intimidad y la propia imagen, y pide una indemnización de 300.000 euros por los daños morales causados al joven.
Los hechos se remontan a octubre de 2002, cuando el colaborador del espacio televisivo Javier Cárdenas realizó una serie de reportajes en el sur de la isla. En uno de ellos conoció a Joaquín Cristo Hernández, que trabajaba en una emisora de radio local, y le entrevistó: "le hizo quedar en ridículo, le hacía mirar a la cámara cuando el objetivo estaba detrás, le preguntaba sobre el tipo de mujeres que le gustaban, hasta el punto que tras la emisión la gente por la calle se reía de él, lo que le provocó una depresión", indicó Guimerá.
Periodista Digital, 10 de mayo de 2004