El "spyware", o programas informáticos que se instalan sin permiso del usuario para registrar sus movimientos, podría reemplazar al odiado "correo basura" o "spam" como la plaga más engorrosa para los usuarios de internet.
El software "espía" está incrementando su presencia en la red de tal manera que el Congreso estadounidense se plantea poner en marcha leyes para cortarle el paso. Microsoft estima que el "spyware" es responsable de la mitad de todos los fallos en los ordenadores personales, y recientemente advirtió de que está ocasionando gastos multimillonarios a los fabricantes de ordenadores, proveedores de acceso a la red y personal tècnico.
Cecil Pèrez, uno de los vicepresidentes de la firma de seguridad informática Symantec, señala, por su parte, que este molesto programa "está presente casi en cada computadora que se conecta a la red".
Para algunos usuarios, como el tècnico de laboratorio Luis Mèndez, de San Francisco, ya se ha convertido en un problema más grave incluso que el correo electrónico basura. "No hay nada más pernicioso en la red hoy en día que el 'spyware'", señaló esta semana Joe Barton, republicano por Texas y presidente del Comitè de Energía y Comercio del Congreso de EEUU.
Miembros de la industria informática y organizaciones que representan a los consumidores pidieron esta semana a los legisladores que, en lugar de prohibir programas específicos de software, en constante metamorfosis, impongan directivas que penalicen su uso.
El "spyware" consiste en pequeños programas informáticos que se instalan en el ordenador sin avisar al usuario, como si de un virus se tratase.
La finalidad de estos programas, muy difíciles de detectar incluso por usuarios avezados, es registrar los hábitos del internauta (por ejemplo con respecto a páginas visitadas y tiempo que pasa en cada una de ellas), una valiosa información que luego puede usarse para marear al consumidor con anuncios de publicidad a la medida.
Los programas tienen un aspecto diverso: algunos introducen por su cuenta y riesgo un "favorito" en la lista correspondiente; otros incluyen barras de navegación o colocan una página inicial -la que aparece al abrir el explorador de internet- diferente a la que instaló originalmente el usuario. Los más dañinos son capaces de capturar lo que el usuario teclea, incluso nombres de usuario y contraseñas.
Por si no fuera poco con esta plaga, una investigación realizada por Cnet en febrero mostraba que el aluvión de programas que prometen limpiar el ordenador de "spyware" no son sino una herramienta de espionaje más.
Esto quiere decir que, cuando se trata de evitar el molesto "spyware" con programas de "contraespionaje", muchas veces es peor el remedio que la enfermedad, ya que los programas son "agentes dobles": eliminan el software de la competencia para instalar el propio.
Periodista Digital, 3 de mayo de 2004