Todos los países africanos son origen o destino del tráfico de seres humanos, un negocio que, según Unicef, afecta especialmente a mujeres y niños. En un 34% de los países estudiados, las víctimas son trasladadas a Europa.
El Centro de Investigaciones Innocenti de UNICEF, con sede en Florencia, acaba de publicar el informe ‘Tráfico de seres humanos, especialmente niños y niñas, en África’ donde denuncia que, en los 53 países africanos de los que se tienen datos (en total son 58), se trafica con seres humanos. Aunque no hay cifras fiables sobre la cantidad de personas que son víctimas del negocio de la esclavitud, Unicef ha constatado que la cantidad de países donde hay tráfico de niños dobla al número de países en los que se compran y venden mujeres.
”El tráfico es una de las peores violaciones de los derechos de la infancia en el mundo”, declaraba en la presentación del informe la Directora Ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy. “Si queremos eliminar este descarado comercio, necesitamos dirigentes valientes en los gobiernos que castiguen la trata de menores de edad en todas sus formas. No hacerlo significa un abuso contra todos los niños y niñas”, añade Bellany después de que el informe constatase que la mitad de los países en los que se trafica con personas consideran este negocio como un gran problema.
Esclavos con destino europeo
El detallado informe elaborado por Unicef analiza las causas y consecuencias de un negocio que determina la vida de millones de personas en el mundo. Aunque muchos esclavos se compran y venden dentro de las fronteras africanas resulta bastante concluyente que nada menos que el 34% de las víctimas son trasladadas a Europa y un 26% a Oriente Medio y estados árabes. Por otro lado, ocho de cada diez personas víctimas del tráfico se quedan dentro de las propias fronteras nacionales.
Para los responsables de este estudio, en el momento en el que el entorno protector de una familia se rompe, por conflicto, discriminación y otra dificultad, el menor queda expuesto a estas redes, siendo esta una de las causas de que este negocio se perpetúe. El matrimonio temprano, la falta de registros de nacimiento, la pobreza, la explotación sexual o la necesidad de mano de obra barata para trabajo doméstico o agricultura fomentan el tráfico de niños. Unicef también apunta, por otro lado, a la demanda relacionada con la adopción y con el tráfico de órganos como causas de este fenómeno.
Según Bellany “los niños y niñas solamente estarán libres de este tipo de tráfico cuando vivan en un entorno protector que les defienda contra esta violación intolerable de sus derechos” por lo que Unicef demanda medidas necesarias para que los menores puedan ir a la escuela, y leyes, gobiernos y sociedades comprometidas con el fin de esta lacra.
Este documento pide, urgentemente, a los Gobiernos africanos que aprueben un Plan Regional Africano para combatir el tráfico, que formulen medidas amplias, integrales y en diversos niveles de la sociedad contra este negocio y que promocionen los derechos y protección de las actuales víctimas.
Canal Solidario, 25 de abril de 2004