La difusión del código secreto de Windows deja a Microsoft al alcance de la piratería (EL MUNDO)

Microsoft es desde ayer más vulnerable. El líder mundial del software está más expuesto que nunca a continuos ataques cibernéticos al difundirse en Internet parte del código fuente de los sistemas Windows 2000 y Windows NT 4.0, la esencia del funcionamiento de los programas que han permitido a Bill Gates y a su compañía convertirse en los reyes de la informática. La propia compañía reconoció que parte del código de su sistema operativo Windows, que la empresa guarda de forma totalmente hermética, había sido difundido por la Red, lo que puede exponer a los productos del gigante informático a graves problemas tales como posibles copias ilegales o descubrimientos de nuevas vulnerabilidades, que causarían un número de ataques cibernéticos mayor que el actual. Según los expertos, uno de los principales peligros que tiene la difusión pública de este código es que queden a merced de los piratas informáticos, que podrían así introducirse en ordenadores que funcionen con esos sistemas operativos y destruir o robar todo tipo de datos almacenados en ellos, o bien descubran más vulnerabilidades de dichos sistemas operativos para crear virus más destructivos. El gigante de Redmond (más de 9 de cada 10 ordenadores funcionan con sus programas) confirmó que copias del código de los sistemas operativos Windows NT y 2000 estaban siendo «vendidas en la Red», si bien aclaró en un comunicado que esas copias representan una «mínima porción» de los millones de líneas de código usadas para crear sus productos. Hasta ahora, Microsoft había compartido su código fuente más que con algunos socios próximos y con organizaciones elegidas muy cuidadosamente, bajo acuerdos legales que pueden derivar en una demanda si se producen filtraciones. Por ejemplo, hace 25 días, el servicio de inteligencia del Gobierno español -el CNI- recibió estos códigos. Las compañías que producen software no libre (con Microsoft a la cabeza), defienden a capa y espada la propiedad intelectual y el secreto de esta información vital para sus actividades económicas. El nivel de misterio se suele comparar a menudo con el de la fórmula de la Coca-Cola. La compañía Gates subrayó que la filtración «no parece proceder de un fallo en el seno de la red interna de Microsoft, ni de un problema de seguridad de la empresa», y añadió que, hasta donde conocían, el asunto no había tenido ninguna consecuencia para los usuarios de Windows. No obstante, el peligro que enfrenta la compañía que preside Bill Gates es importante para su propio futuro: parte de su código podría inspirar a los desarrolladores de software de la competencia, y tal y como lo ve el gigante de la informática, se trataría de un problema legal (un delito). Sin embargo, la realidad es que no está siendo «vendido», sino «compartido» a través de IRC y redes P2P, tal y como afirma Dragos Ruiu, consultor de seguridad y organizador de CanSecWest. «Cualquier persona puede tenerlo, su distribución es ahora global», dijo. «Es ilegal para terceras partes registrar el código fuente de Microsoft, y tomamos esa actividad muy seriamente», advirtió el portavoz de Microsoft Tom Pilla en un comunicado. «Estamos investigando el tema y trabajando con las autoridades que controlan el cumplimiento de la ley», agregó. La compañía sospecha que la filtración pudo realizarse por la acción de un creador de software no identificado con acceso al código fuente del sistema operativo. La firma está trabajando con el FBI y con autoridades legales para detectar el origen de la filtración del código, y aseguró que por el momento los clientes no se verán afectados por la situación. Microsoft Ibérica asegura que «no se trata tanto de una cuestión de seguridad como de propiedad intelectual», según Luis Martín, director de estrategia de plataforma de Microsoft en España. «No tratamos el código fuente con delicadeza por seguridad, sino para proteger nuestro software, que es nuestro activo», dijo. Martín insistió en remarcar que no está en juego la seguridad, ya que «los ingenieros están trabajando para detectar antes que nadie cualquier vulnerabilidad en el código publicado». A pesar de los malos augurios iniciales, la acción de Microsoft se comportó ayer de forma estable ayer, ligeramente a la baja hasta la hora de cerrar esta edición. Pablo Romero EL MUNDO, 14 de febrero de 2004