Internet puede ser para los niños una fuente de conocimiento, participación y comunicación entre ellos, pero también es una puerta abierta a contenidos ilícitos o a contactos indeseables.
Un reciente estudio realizado por la Fundació Catalana per a la Recerca (FCR) en colaboración con la Universidad de Cádiz refleja que uno de cada seis adolescentes españoles reconoce haber quedado físicamente con personas que han conocido previamente en internet y de ellos, siete de cada diez acudieron solos al encuentro. Este dato, junto al de que uno de cada cuatro adolescentes dice facilitar su dirección de correo electrónico o su teléfono a personas contactadas exclusivamente a través de internet da una idea de los riesgos a los que se exponen los jóvenes al navegar por internet y el desconocimiento de los padres por esta forma de utilización sus internet.
Sin embargo, la solución no está en prohibir el acceso a Internet a los hijos, tal y como explica Juan Merín, coordinador general de Programas de Unicef España, sino en promover en las familias el uso responsable de Internet. Para eso, este organismo internacional ha elaborado un "Decálogo de derechos y deberes de los niños en Internet" en el que se recoge el derecho de los niños al acceso a la información y la tecnología, sin discriminaciones por motivos de sexo, edad, nivel económico, nacionalidad o lugar de nacimiento.
Unicef defiende el derecho de los menores "a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo en la Red", así como a ser consultados y dar su opinión cuando se apliquen leyes o normas que les afecten (restricciones de contenidos, lucha contra los abusos, limitaciones de acceso, etc.). "Frente al miedo a Internet, hay que potenciar su utilización, dice Merín, quien aboga porque la familia navegue conjuntamente, evitando así que los niños se encuentren con contenidos no aptos para ellos.
Abusos en la red
Asimismo, el decálogo recoge su derecho a la protección contra la explotación, el comercio ilegal, los abusos y la violencia de todo tipo que se produzca en Internet; al desarrollo personal, a la educación y a todas las oportunidades de formación que aporta; a la intimidad de las comunicaciones por medios electrónicos; así como al esparcimiento, ocio y juego a través de la Red.
El documento también recoge el derecho de los niños a beneficiarse de las Nuevas Tecnologías para "avanzar hacia un mundo más saludable, pacífico, solidario, justo y respetuoso con el medio ambiente".
Finalmente, apunta que que los gobiernos de los países desarrollados "deben comprometerse a cooperar con los países más pobres, para facilitar el uso de Internet y Nuevas Tecnologías a sus ciudadanos, evitando la marginación y la desigualdad".
Al respecto, el responsable de UNICEF España expresó su "preocupación" respecto al hecho de que el acceso a Internet "no sea generalizado" y se continúe "agrandando" la denominada 'brecha digital' entre los niños de diferentes regiones.
Canal Solidario, 6 de febrero de 2004