Hitler y sus delirios contra la humanidad (LA VANGUARDIA)

"Las mujeres españolas, aunque hablen varias lenguas, son excepcionalmente estúpidas. La mujer de Franco, por ejemplo, acude cada día a la Iglesia. Reconozco que la confesión tiene sus ventajas; la mujer obtiene la satisfacción de la absolución y el permiso para seguir con sus jueguecitos ¡y el cura tiene el gusto de enterarse de todo!" La historia ha dedicado justamente a Adolf Hitler, el Führer que aterrorizó Europa y el mundo hasta 1945, los peores epítetos. Pero cuando se leen sus reflexiones más sinceras, por la libertad en que están expresadas, se percata uno de hasta qué punto fue visionario aquel tirano que embarcó a su pueblo en una trágica aventura. Dentro de quince días aparecerá en las librerías “Las conversaciones privadas de Hitler” (editorial Crítica), una reedición de las famosas conversaciones que el Führer mantuvo en la tranquilidad de la sobremesa nocturna con diversos invitados y que su secretario, Martin Bormann, mandó recoger y reunir. En España fueron publicadas a mediados de los cincuenta, pero muy censuradas. Josep María Soria ha hecho una selección de textos en La Vanguardia. Estas reflexiones pertenecen al periodo que va de julio de 1941 a septiembre de 1942, que es la etapa de éxito alemán en la guerra y, especialmente, en el frente ruso. Belicismo Nadie sabe cuánto viviré, por lo tanto comencemos las guerras ahora. Si tuviera veinte o veinticinco años menos, estaría en primera línea . Me gusta apasionadamente ser soldado. Se me reprocha el sacrificio de cien mil o doscientos mil hombres en la guerra. Puedo contestar que gracias a mi actividad la nación alemana ha ganado hoy día más de dos millones quinientos mil seres humanos. Si pido la décima parte en sacrificio, no dejaré por eso de haberle dado un 90%. Si se tratara solamente de conquistar una colonia, yo no continuaría la guerra ni un día más. Primero hay que dominar Europa para que una política colonial tenga sentido. Únicamente me gustaría que volviéramos a poseer nuestro Camerún... nada más. Judíos No importa que el rumor público nos adjudique el designio de exterminar a los judíos. El terror es saludable. Al judío le corresponde el mérito de haber pervertido el mundo grecorromano. Hasta entonces la palabra servía para expresar el pensamiento; el judío hizo de ella el arte de esconderlo. La mentira es su fuerza, su arma en la lucha. Es inferior en todos los combates, menos en el combate desleal. (...) El judío se sirve de la palabra para hacer necios a sus vecinos. (...) Nosotros podemos vivir sin los judíos. Ellos no sabrían vivir sin nosotros. Para imponer la limpieza en la vida civil la primera condición es tener un Estado íntegro: un ejército incorruptible y una policía y administración reducidas al mínimo. Pero la eliminación de los judíos predomina ante todo. Sin esto, es inútil limpiar los establos de Augias. Todas esas cosas son simples y naturales. Lo fundamental es no permitir que los judíos metan en ellas su nariz. La base política comercial judía reside en hacer que los negocios lleguen a ser incomprensibles para un cerebro normal. (...) La causa esencial de la estabilidad de nuestra moneda hay que buscarla en los campos de concentración. El fin de la guerra verá el derrumbamiento de los judíos. El judío es la encarnación del egoísmo. Y el suyo va tan lejos que no son capaces de exponer su vida para defender sus más vitales intereses. Es notorio que el mestizo judío, a la segunda o tercera generación, tiene tendencia a unirse de nuevo a los judíos. Después de la séptima generación, parece que la pureza de la sangre aria se restablece. La naturaleza elimina a la larga los elementos nocivos. El pasado El clima de escasez en que he vivido no me ha dejado mella. En aquel tiempo, con la imaginación vivía en palacios. Y fue entonces, precisamente, cuando concebí los planes del nuevo Berlín. Yo quería seguir la carrera de Bellas Artes. La primera pregunta que me hizo un profesor al que expuse mis proyectos fue la siguiente: “¿En qué instituto estudió usted?”. Aquel hombre no me creía cuando le contesté que yo no había ido a ningún instituto, puesto que me encontraba un indiscutible talento para la arquitectura. Mi decepción fue grande. Se me confirmaba que yo tenía dotes para la arquitectura, pero al mismo tiempo me decían que me estaba prohibido entrar en una escuela superior porque no tenía el bachillerato. Liderazgo Jefe de guerra lo soy a mi pesar. Si aplico mi inteligencia a problemas militares, es porque por el momento sé que nadie obtendría mejores resultados que yo. Si Alemania no hubiera tenido la suerte de que tomara yo el poder en 1933, Europa hoy ya no existiría. No puedo decir que durante esta guerra haya podido fortificarse en mí el sentimiento de no ser indispensable. Lo cierto es que sin mí, las decisiones a las cuales debemos hoy nuestra existencia no hubieran sido tomadas. Si trato de juzgar mi obra, debo considerar que he contribuido a hacer triunfar la idea de la primacía de la raza. He dado después a la dominación alemana una base de cultura sólida. ¿Quién puede escapar a la crítica? Yo mismo, si desapareciera hoy, no ignoro que llegará un momento, dentro de cien años quizás, en que se me atacará violentamente. Pero, ¿qué importancia tiene esto? Bastan otros cien años para que las sombras se borren. No me preocupo de ello, yo marcho adelante. Nacionalsocialismo Es inconcebible que un pueblo superior tenga que vivir a duras penas en un terreno escaso, mientras masas amorfas que no contribuyen para nada a la civilización ocupen extensiones sin fin de un suelo que es de los más ricos de la tierra. En esto veo las cosas con toda frialdad. Si el pueblo alemán perdiera la fe, si no estuviera dispuesto a entregarse en cuerpo y alma para sobrevivir, ¡entonces al pueblo alemán no le quedaría más que desaparecer. Debemos crear para nuestro pueblo condiciones que favorezcan su multiplicación, y debemos al mismo tiempo poner diques a la marea rusa. El orden que edifico debe ser de una solidez a toda prueba, y por esta razón anegaremos en sangre toda tentativa de derribarlo. Cuando el nacionalsocialismo haya reinado durante bastante tiempo, será imposible concebir una forma de vida diferente a la nuestra. Racismo Nuestro deber es dirigir metódicamente una política racial. Estamos obligados a ello, aunque no fuera más que para combatir la degeneración, que empieza a amenazarnos a causa de uniones que tiene ya algo de consanguíneas. Cambié mis ideas sobre la forma de interpretar nuestra mitología el día en que di un paseo por los bosques donde la tradición quiere que actuaron los dioses. En esos bosques sólo se encuentran cretinos, mientras que alrededor, en las llanuras del Rin, se hallan los más bellos ejemplares de la humanidad. Comprendí entonces que los conquistadores germánicos habían empujado a los indígenas hacia la maleza montañosa para suplantarlos en las tierras fértiles. ¿Qué mal ven ustedes en que un ser anormal sea castigado como un ser normal? La sociedad debe ser preservada de tales elementos. Los animales que viven en estado de sociedad tienen sus fuera de la ley. Los arrojan del grupo. Cristianismo La llegada del cristianismo es el golpe más fuerte jamás recibido por la humanidad. El bolchevismo es hijo ilegítimo del cristianismo. Ambos son inventos de los judíos. El cristianismo fue el primer credo del mundo que exterminaba a sus adversarios en nombre del amor. Su idea fundamental es la intolerancia. Preferí correr el riesgo de ser expulsado de la Iglesia o ser excomulgado. La amistad de la Iglesia sale demasiado cara. Prefiero que la Iglesia no tenga nada que ver, de modo que no me venga a pasar factura. Un sistema metafísico concebido por el cristianismo y basado en nociones pasadas de moda no corresponde al nivel de los conocimientos modernos. En Italia y en España esto terminará mal. Se degollarán unos a otros. Gran Bretaña La forma en que Inglaterra se ha deslizado hacia la guerra es algo singular. El hombre que llevó toda la intriga es Churchill, títere de la judería que mueve los hilos. A su lado, el pretencioso Eden, bufón sediento de dinero; el ministro judío de la Guerra, Hore-Belisha, posteriormente “eminence grise” del Foreign Office. Y en fin, otros judíos y hombres de negocios. (...) Al pueblo que goza del privilegio de poseer semejante gobierno no se le pide su parecer. Churchill es el tipo perfecto del periodista corrompido. No hay prostituta peor en la política. Creo que el fin de esta guerra significará el comienzo de una amistad duradera con Inglaterra. Pero tendremos primero que dejarla KO, el precio para poder vivir en paz con ella. Italia Debo decir que me complazco siempre que vuelvo a ver al Duce. Es una gran personalidad. Es excitante pensar que en la misma época que yo, él trabajó en la construcción de Alemania. (...) La camisa parda probablemente no hubiera existido sin la camisa negra. La marcha sobre Roma en 1922 es uno de los hitos de la historia. Italia es el país donde la inteligencia ha dado forma a la noción de Estado. El imperio romano es una gran creación política, la más grande de todas. Estados Unidos No apostaría gran cosa por el porvenir de los americanos. Es un país podrido. También hay que cargarles en cuenta el problema de las razas y de las desigualdades sociales. Esto es lo que perdió a Roma, y era sin embargo una construcción sólida y representaba algo. Nada similar ocurre en Inglaterra hoy en día. Un inglés me es mil veces más simpático que un americano. Estoy muy contento de haber dicho recientemente todo lo que pienso de Roosevelt. No hay ninguna duda, es un cerebro enfermo. No hay nada más tonto que los americanos. Ese Churchill y ese Roosevelt, ¡qué par de impostores! Uno puede esperar siempre de ellos salidas extravagantes. Rusia Es necesario que dominemos esa región del este (Rusia) con 250.000 encuadrados por buenos administradores. Tomemos ejemplo de los ingleses, que con un total de 250.000 hombres –de ellos 50.000 soldados– gobiernan a 400 millones de hindúes. El espacio en Rusia debe ser dominado para siempre por los alemanes. Sería un error educar a esas masas . Lo único que nos interesa es que esas gentes se limiten a interpretar las señales de las carreteras. Son analfabetos y así deben quedarse. No nos instalaremos en las ciudades rusas, asistiremos, sin intervenir, a su extinción. Y sobre todo ¡nada de remordimientos! No vamos a jugar a niñeras, no tenemos rigurosamente ninguna obligación hacia esa gente (...) No hay más que un deber: germanizar ese país por medio de la emigración de alemanes y considerar a los indígenas como pieles rojas. En este asunto yo veo derecho mi camino; fríamente. Soy el instrumento del destino. Lo que puedan pensar de mí me deja indiferente. Todo lo que se parece a la civilización los bolcheviques lo han suprimido, y no sentiré la menor emoción si arraso Kiev, Moscú o San Petersburgo. Rusia tras la conquista El colono alemán deberá vivir en granjas bellas y espaciosas. Los servicios administrativos alemanes se alojarán en edificios maravillosos, con sus gobernadores en palacios. Bajo su órbita se organizará poco a poco todo lo que es indispensable para el sostenimiento de un cierto nivel de vida. Alrededor de la ciudad y en una profundidad de 30 o 40 kilómetros, habrá un círculo de hermosos pueblos unidos entre sí por las mejores carreteras. Lo que exista más allá será un mundo distinto en el que hemos decidido dejar vivir a los rusos como deseen. Es preciso, sencillamente, que los dominemos. En caso de una revolución, sólo tendremos que tirar algunas bombas sobre sus ciudades, y el asunto estará liquidado. Lo que India fue para Inglaterra lo serán para nosotros los territorios del este. Hemos dado al pueblo alemán lo que le faltaba para afirmar su posición en el mundo. Me siento dichoso de que la orientación al este haya sustituido la tendencia hacia el Mediterráneo. Para nosotros, el sur es Crimea. Ir más lejos es una falta de sentido. Quedémonos nórdicos. Europa termina en el este allí donde concluye la irradiación del espíritu germánico. (...) Daremos a los indígenas todo aquello que necesiten: mucha comida y aguardiente. Los españoles Los españoles se contentan con unas pocas aceitunas al día en lugar de trabajar para tener más. La Iglesia ha sabido aprovecharse de esta concepción de la vida y afirma que los pobres de espíritu irán al cielo. Considerados como tropa, los españoles son una banda de andrajosos. (...) Pero no han cedido ni una pulgada de terreno. No tengo ni idea de seres más impávidos. Apenas se protegen. Los nuestros están siempre contentos de tener a los españoles como vecinos de sector. Yo no hubiera intervenido en la revolución de España de no haber sido por el peligro rojo que amenazaba a Europa. El clero se hubiera tenido que exterminar. La situación internacional y los intereses políticos de la Iglesia católica en España hacen inevitable un enfrentamiento entre la Iglesia y el régimen de Franco. (...) En España siempre se encontrará a alguien dispuesto a servir los intereses políticos de la Iglesia, como Serrano Súñer. (...) Ya en mi primera entrevista con él experimenté un sentimiento de repulsión. Evidentemente Franco no tiene personalidad para enfrentarse a los problemas. La mayor tragedia de España fue la muerte de Mola. Este era el verdadero cerebro, el verdadero jefe. Serrano Súñer es en realidad el enterrador de la España moderna. Las mujeres españolas, aunque hablen varias lenguas, son excepcionalmente estúpidas. La mujer de Franco, por ejemplo, acude cada día a la Iglesia. Reconozco que la confesión tiene sus ventajas; la mujer obtiene la satisfacción de la absolución y el permiso para seguir con sus jueguecitos ¡y el cura tiene el gusto de enterarse de todo! Mujer Desgraciadamente en Alemania tenemos dos millones más de mujeres que de hombres. El objetivo de una muchacha es y ha de ser casarse. ¡Para ellas es mejor tener un hijo que morir solterona! A la naturaleza le da igual que las personas de que se trate hayan pasado previamente por el registro civil. Lo que la naturaleza quiere de una mujer es que sea fértil. Fue una suerte no haberme casado. El matrimonio habría sido para mí una catástrofe. (...) El aspecto malo del matrimonio es que crea derechos. Entonces es mejor tener una amiga. (...) No hay nada tan exaltante como formar a una mujer joven. Una muchacha de dieciocho a veinte años es maleable como la cera. Debe serle posible a un hombre, cualquiera que sea su elegido, marcarla con su huella. Por lo demás, la mujer no desea otra cosa. Me dan horror las mujeres que se meten en política. Y si además se inmiscuyen en las cosas militares, entonces resultan insoportables. En ninguna sección local del partido ha tenido nunca una mujer el derecho a ocupar el menor puesto. Alimentación vegetariana Existe un documento de la época del César según el cual los ejércitos de entonces tenían una dieta vegetariana. Según este original, era sólo en las épocas de penuria cuando los soldados recurrían a la carne. (...) Hay algo que puedo predecir a los comedores de carne: ¡el mundo del futuro será vegetariano! (...) Un sapo es una rana degenerada. ¡Quién sabe lo que comerá! Seguramente cosas que no le convienen. Josep Maria Soria LA VANGUARDIA, 2 de febrero de 2004