¿Por qué algunos tienen mucha suerte mientras que otros nunca dan con las oportunidades que merecen? Hace 10 años que emprendí una investigación para explicarlo.
Wiseman atribuye la suerte a los pensamientos y la conducta.
Puse avisos en periódicos nacionales (británicos) para contactar a personas que se sintieran particularmente afortunadas o desafortunadas y desarrollé con ellos una serie de experimentos.
Los resultados revelaron que sus pensamientos y su conducta son los responsables de su buena y mala suerte, a pesar de que la mayoría no llega a advertirlo.
Las personas que tienen a la suerte de su lado son más relajadas y abiertas y, por lo tanto, logran ver más allá de lo que están buscando.
Los afortunados son habilidosos para crear y advertir oportunidades, tomar decisiones acertadas acordes con su intuición, tener expectativas positivas y generar una capacidad de adaptación para transformar a la mala suerte en buena fortuna.
Los desafortunados son, en general, más tensos y su ansiedad afecta la posibilidad de advertir lo inesperado.
Por lo tanto, pierden oportunidades porque están demasiado concentrados en algo en particular.
La prueba
Llevé a cabo un experimento simple para descubrir diferencias en la posibilidad de distinguir oportunidades.
Entregué a los afortunados y desafortunados un periódico y les pedí que me dijeran cuántas fotografías había en su interior.
En la publicación, había un aviso que decía: "Dígale al examinador que vio este aviso y ganará US$400".
La tendencia fue que los desafortunados no veían el aviso, mientras que los afortunados lo ubicaban.
La gente que tiende a perder oportunidades mira el periódico y presta atención sólo a los avisos del tipo de trabajo que busca -por ejemplo-, y pierde otro tipo de trabajos.
Cómo ser afortunado
- Escuche a sus instintos: generalmente son acertados.
- Sea abierto a nuevas experiencias y rompa con su rutina habitual.
- Dedique algo de tiempo cada día a recordar episodios positivos de su vida.
- Imagínese en un desenlace afortunado antes de un encuentro o una llamada importante. La suerte es, muchas veces, la propia profecía del éxito.
Profesor Richard Wiseman , Universidad de Hertfordshire
BBC, 23 de diciembre de 2003