Reaparecen en un homenaje a la desaparecida Lupe.
Fueron un grupo fugaz y mítico, marcado muy a su pesar por un absurdo escándalo mediático desatado tras su interpretación en televisión de la canción «Me gusta ser una puta». Han pasado veinte años desde entonces, pero Las Vulpes siguen desatando pasiones. La prueba es que las 1.200 entradas puestas a la venta para el concierto de su reaparición volaron hace semanas.
La «culpable» de la reaparición de Las Vulpes es Loles, fundadora de la banda y hermana de Lupe, batería fallecida hace diez años. Loles ha sido la impulsora del homenaje a Lupe que tendrá lugar el próximo 29 de noviembre en el gaztetxe Kukutza de Rekalde (Bilbo) y en el que participarán al menos doce grupos.
«Queremos aclarar que no se trata de un conciertos de Las Vulpes, sino de una fiesta colectiva en la que cada grupo tocaremos sólo quince minutos», advierten Mamen y Bego, voz y guitarra de esta banda punk. Aseguran, además, que no hay más entradas a la venta y ruegan a la gente que no acuda a Kukutza si no posee la suya pues será imposible acceder al interior. Motorsex, La Xeta Pasote, The Kagas, La Uvi, Los Segis, MCD, Eskorbuto, La Broma de Ssatan, The Cool Siders (Yo soy Julio César + Isidoro y Su Colección de Puertas Plegables), 4 Teen Killers y O Jarbanzo Negro son los grupos anunciados. «Había muchos más que querían participar, pero hubo que poner un límite: con 6 horas de concierto basta».
Pero la de Rekalde no será la única oportunidad de volver a saltar con canciones como "Sexo por la cara", "Yo les mando a la mierda" o "Punkies de plástico". El próximo 27 de diciembre, en La Casilla, Las Vulpes ofrecerá todo su repertorio en un concierto colectivo organizado a favor de la libertad de expresión. Y habrá más. «Queremos hacer unos cuantos directos y dejar algo grabado porque hoy es el día en que no existe una grabación en condiciones de nuestras canciones», explican.
La vuelta no ha sido fácil. Algunas colgaron los instrumentos poco después de separarse. Otras, como Mamen, han seguido tocando en otros grupos, pero para todas ha sido un reto volver atrás en el tiempo, instalándose en la memoria de aquella época. «Es un ejercicio refrescante, que recomendamos», dicen ahora Mamen y Bego. Con ellas tocará Loles, la primera guitarrista, y Joaquín (Motorsex). A la batería, y en sustitución de Lupe, se sentará Marta, que actualmente toca en La Xeta Pasote con Mamen.
Una vida «corta, intensa y estrellada»
La trayectoria de Las Vulpes fue, como ellas mismas dicen, «corta, intensa y estrellada». El primer grupo punk de chicas del país murió de éxito, el que les dio la increíble fama lograda tras interpretar "Me gusta ser una zorra" en TVE. Aquello desató ríos de tinta, una querella del Fiscal General del Estado, la desaparición del programa "Caja de ritmos" y la dimisión de su director, Carlos Tena. Fue el comienzo del fin.
A partir de entonces, en el Rock-Ola de Madrid, los de seguridad las golpean en los camerinos por tocar "Policía asesina", reciben ofertas para posar desnudas, y les incitan a presentarse en Bilbo con entradas caras y «teloneros impresentables».
Todo se desmorona. Empiezan los roces y Las Vulpes se disuelve. Corría el año 83. Dos años después, los ánimos ya templados, hubo un reencuentro esporádico y memorable en fiestas de Bilbo junto a Kortatu.
Una época aquella «muy intensa», según Mamen y Bego, que les dejó recuerdos agridulces. «Ahora lo llevamos con mucha más madurez. No quisiéramos que vuelva a ser como antes», confiesan.
Karolina ALMAGIA, Bilbo
GARA, 24 de noviembre de 2003