Pequeños, grandes, gordos, peludos, parados y hasta tatuados... para cada gusto, hay un trasero y en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires están expuestos, en toda su gloria.
La orgullosa proveedora de todas estas colas es la artista visual chilena Catalina Riutort, quien explica que la exhibición es de "gente común identificada con códigos de barras que corresponden a sus tarjetas de identidad".
La artista señala que su obra toca el tema de las identidades escondidas.
"Son las personas que nunca vemos porque estamos acostumbrados a ver lo que los medios nos muestran: gente estandarizada, modelos, perfección, felicidad. También hay algo de ironía sobre la identidad, pues en esta acumulación de gente no se puede reconocer a nadie".
Ni siquiera a ella misma. Riutort reconoce el suyo es uno de los 600 traseros que conforman la muestra. La mayoría son chilenos, aunque hay un par de argentinos y estadounidenses.
¿Es arte?
La exposición se titula "Carne de Identidad" y ha atraído ya a multitudes en Buenos Aires. El plan es llevarla luego a Chile y a Bolivia... pero la pregunta es si eso es arte.
Kylie Minogue tiene una de las colas más famosas del mundo.
Alfredo Cernadas, el crítico de arte del Buenos Aires Herald, opina que ciertamente lo es. A él le gustaron las colas que, según dijo, fueron "bellamente fotografiadas".
El corresponsal de la BBC para Suramérica, Elliott Gotkine, le preguntó entonces si los traseros tenían más potencial artístico que otras partes del cuerpo humano.
"No necesariamente", respondió. "Depende de quién las fotografía o las dibuja, pues un pie o una mano o los ojos pueden ser igual de interesantes".
Algo con lo que los seguidores de figuras de la farándula como Kylie Minogue quizás no estén de acuerdo: con más de 30 años, la australiana conserva el que posiblemente es el más deseado y famoso trasero del mundo.
Jennifer López, por su parte, ha llegado a decir que su cola es más famosa que ella misma.
Y muchos argentinos, a juzgar por las respuestas que le dieron a Gotkine, también están muy orgullosos de sus colas.
"No tengo ningún problema con la mía", le dijo una mujer canosa a las puertas de la exposición. "Mi trasero dice que soy sexy", le contestó un hombre mientras meneaba la cola.
"Cada país tiene un gusto especial respecto a las mujeres", explica el doctor José Juri, el cirujano plástico de las estrellas argentino.
"En Estados Unidos, lo más importante es el busto, pero en Argentina preferimos la cola".
Los argentinos se precian de ser hermosos y los que no lo son se ayudan con cirugías... pero ¿qué de los que no pueden costearlas?.
Pues, por unos días pueden visitar la exposición y consolarse con la idea de que no importa qué tan feo sea su trasero, hay siempre alguien que tiene uno peor.
BBC, 19 de octubre de 2003