Un grupo mediático público como EITB es un poderoso recurso social para sacar a Euskal Herria del atolladero y generar cambios profundos que nos sitúen en un nuevo escenario. Pero, ¿está hoy EITB orientado en esa dirección?
Acaba de presentarse la nueva programación de temporada de la radiotelevisión vasca. Es una invitación a la reflexión sobre la andadura reciente del ente público vasco y sobre la orientación que le imprime su actual equipo directivo: ¿hacia dónde cabalga EITB?
Me ha tocado en los últimos tiempos analizar esa evolución al detalle, tras ser nombrado representante parlamentario en su Consejo de Administración. Lo que he observado es preocupante. Puede resumirse en lo siguiente: la actual dirección de EITB marca una línea que aleja el ente público de sus objetivos estratégicos de servicio a Euskal Herria (bien definidos en su día tanto en el Plan Estratégico como en los Principios del Contrato-Programa) y lo orienta, en un sentido instrumental, hacia una radiotelevisión banalizada, a la pesca indiscriminada de audiencia usando todo tipo de artes pelágicas, y al dictado de un grupo político-empresarial de muy cortas miras.
En esa carrera por captar audiencia a toda costa, toma como referencia explícita a Tele 5, de manera que plagia de modo creciente los programas más populistas y amarillos de la citada cadena, incluyendo también los temas, tan glamourosos, del peor folclore español del momento. Tal orientación, adoptada como auténtico libro de estilo, ha traído ya como consecuencia modificaciones significativas no sólo en la programación, sino ya incluso en la propia estructura básica del ente público vasco: precarización y mercantilización de las plantillas de radio y televisión; subcontratación de la producción a la baja; estructuras y modos de gestión y dirección impositivos y dirigistas.
En tal contexto, han llegado a escindir, quizás de modo irreversible, la radio y televisión públicas en dos campos bien diferenciados: las cadenas en español, Radio Euskadi-Radio Vitoria y ETB 2, como apuesta preferente de captación de audiencia y transmisión de contenidos; las cadenas en euskara, Euskadi Irratia y ETB 1, como elementos subalternos de pura distracción (en los dos sentidos de este término: como diversión y como disimulo). Tal escisión, muy patente al analizar la programación, amenaza con sentar plaza en un futuro inmediato por la política de sedes que propugnan, con nueva macrosede en Bilbo, reservada a la preferente, y las emisiones en euskara situadas en Donostia.
Una radiografía de la programación recién presentada para ETB desvela nítidamente lo siguiente: mien- tras en ETB 1, canal en euskara, los espacios principales de programación se ven ocupados en su mayor parte por documentales, repeticiones (incluyendo entre éstas a la honrosa "Goenkale") o programas infantiles que preceden a un informativo "Gaur Egun" disminuido, en la cadena en español ETB 2 encontramos «programas-gancho» como "Date el bote", "Lo que faltaba" o "Esta es mi gente", preparados como antesala de los informativos "Teleberri", verdadero núcleo de atención de la actual dirección de ETB.
¿Por qué ese intéres por los informativos de ETB 2? Lo comprenderemos de inmediato si nos fijamos en quién han puesto de director de ETB: nada menos que al responsable por diez años del gabinete de comunicación de Ardanza. Tal absoluta pérdida de objetivación, inaudita en el caso de un medio público de la relevancia de la televisión vasca, está teniendo consecuencias muy visibles en los informativos, que cierran su agenda de temas y opiniones invariablemente en torno a la suerte del plan Ibarretxe o los avatares del mundo interno de EAJ-PNV sobre la sucesión de Arzalluz. Insoportable banalización y adoctrinamiento en un país como el nuestro, tan necesitado de riqueza informativa y conformativa. Urge una profunda modificación de esta situación, precisamente porque la explicitación de los grandes temas pendientes de resolución en Euskal Herria, tanto en la información como en un debate público que aporte soluciones multipolares y, por tanto, globales, es quizás la necesidad social más importante en la sociedad vasca actual, tan amputada y mutilada en sus expresiones. EITB tiene una función pública inexcusable en este sentido, que su actual dirección está incumpliendo.
Es necesario y urgente un cambio de orientación en EITB. Se deben escuchar y atender las fundamentadas y reiteradas críticas y corregir a fondo las actuales tendencias negativas. Se deben retomar los objetivos y principios del Plan Estratégico y los enunciados en el Contrato-Programa, y también las propuestas realizadas por los más expertos comunicólogos, encaminando a EITB a la colaboración con las múltiples radios y televisiones vascas zonales y locales, funcionando como red de redes de un sistema mediático vasco, y conformar también el propuesto Consejo de Seguimiento de expertos que juzguen y orienten la programación en base al interés social general. Son todos ellos cambios muy necesarios.
Karmelo Landa, Presidente del Consejo de Administración de EITB
GARA, 20 de septiembre de 2003