En su «Zutabe» de junio vuelve a resaltar el valor del voto cosechado por las plataformas.
ETA cree que «el fraude y el robo» del 25 de mayo no terminó en esa fecha y que se pretenden «perpetuar», con lo que «se pisotea por segunda vez el deseo y decisión del pueblo», según recoge en el número 101 de la revista «Zutabe», datado en junio. En su análisis de las elecciones, que ETA sitúa en el «ciclo abierto en 1998-1999», insiste en resaltar el valor de los «votos de la dignidad y de la lucha» como los «más valiosos» para construir Euskal Herria.
En el «Zutabe» número 101, ETA insiste en que las elecciones de mayo no tuvieron legitimidad democrática «el Estado español se ha quitado el disfraz de la Transición»; constata las condiciones de «negación y prohibición» en las que se celebraron; y censura que PNV, EA, IU, CDN y Aralar hayan dado cobertura al «apartheid». «Están mostrando agrega su total disposición para robar a la izquierda abertzale, maniatada por el PP y el PSOE».
Por todo ello, la organización armada califica las elecciones de «fraude y robo legalizado», y advierte que ahora se pretende perpetuar dicha maniobra. Sin embargo, valora positivamente la respuesta obtenida por AuB y las plataformas locales. A su juicio, esos votos «han sido la muestra de la firme voluntad de la lucha por la libertad de Euskal Herria».
En su análisis, ETA hace referencia al ciclo iniciado en 1998-99, que considera abierto. «Aún no somos capaces de analizar en todo su conjunto y profundidad el cambio provocado mediante la iniciativa de esos años», afirma, pero cree que el paso del tiempo y los diferentes acontecimientos van arrojando luz sobre ello.
ETA entiende que a ese nuevo ciclo político le corresponde un ciclo electoral. Sobre las citas del 98 y 99, estima que los resultados obtenidos en las urnas por la izquierda abertzale mostraron su potencialidad, aunque matiza que se debe tener en cuenta que eran los comicios de transición de un ciclo a otro, con su correspondiente «terremoto electoral».
A este respecto, apunta que el éxito de EH generó entre los «estrategas de Sabin Etxea» tanto miedo como en La Moncloa. «Para cuando ETA da por terminado el alto el fuego, sólo sus brazos sostenían la piedra del proceso iniciado en el verano del 98», afirma esta organización en alusión a su acuerdo con PNV y EA. «La piedra se cayó; a los pies de la izquierda abertzale», agrega, para concluir que «los demás hace tiempo que se habían alejado del esfuerzo y riesgo que acarreaba sujetarla y transportarla».
Sobre las elecciones generales españolas de 2000, refleja las dos valoraciones que se han hecho sobre las mismas: que ya entonces votantes de EH dieron por primera vez su voto al PNV, y que la izquierda abertzale respondió realmente al llamamiento de abstención. Para ETA, ambas interpretaciones tienen su parte de verdad.
Al citar las elecciones autonómicas de 2001, alude a los votantes de EH que mostraron su apoyo a la coalición PNV-EA como respuesta al miedo de «que viene Mayor Oreja».
Frente a esos dos últimos comicios, ETA afirma que las elecciones del 25 de mayo «han sido las elecciones de la izquierda abertzale», y que mostraron «el enfrentamiento entre Euskal Herria y el Estado».
Tras detenerse en otros aspectos, como el objetivo común del resto de fuerzas para lograr «la desaparición social y electoral» de la izquierda abertzale, y analizar los resultados en las urnas de cada opción electoral, ETA mira al futuro para afirmar que, a su juicio, se debe producir una doble reflexión: por un lado, para acertar en la forma en la que los elegidos por la voluntad popular puedan trabajar por sus pueblos y Euskal Herria, y, por otro, para responder adecuadamente a las próximas citas electorales, «sabiendo que el objetivo del enemigo y sus ayudantes es deshacer la izquierda abertzale».
GARA, 9 de septiembre de 2003