Nueva York abre un instituto para marginados por su orientación sexual.
Nueva York abrirá el próximo otoño la primera escuela gay de Estados Unidos. El centro de enseñanza secundaria impartirá clases a cien alumnos gays, bisexuales y transexuales que, además de impartir el programa oficial de matemáticas y lengua inglesa, se especializará en cursos de informática, arte y de cocina. La decisión, que no ha despertado gran controversia, ocurre un mes después de que el Tribunal Supremo estadounidense declarara inconstitucionales las leyes que todavía existían contra el sexo anal.
"Creo que todo el mundo piensa que es una buena idea porque algunos de los chicos o chicas que son gays o lesbianas han padecido constantes acosos y vejaciones en otras escuelas. Esto les permite poder aprender sin tener que preocuparse", dijo el alcalde republicano de la ciudad, Michael Bloomberg, al anunciar que dedicará 3,2 millones de dólares (alrededor de 2,8 millones de euros) en las obras de renovación del centro.
La escuela, ubicada en Greenwich Village, lleva el nombre de
Harvey Milk, el primer concejal de San Francisco que se declaró abiertamente homosexual en 1977 y que fue asesinado poco después por uno de sus colegas conservadores. En 1984, la escuela empezó a impartir algunas clases a un alumnado, según la definición oficial, de
"gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y jóvenes con dudas" (en inglés, LGBTQ), pero será a partir del próximo curso cuando las enseñanzas impartidas sean oficiales y financiadas con dinero público.
Las clases se impartirán
"en un ambiente seguro", explicó el
Instituto Hetrick-Martin, un grupo a favor de los derechos de los gays que se ha hecho cargo del proyecto.
"Creemos que el éxito se basa en la habilidad de respetar y valorar la diversidad de la comunidad humana. Esta escuela será un modelo para el país y, posiblemente, para el mundo", afirmó su director, William Salzman.
Hasta ahora, la escuela Harvey Milk y su particular currículum habían pasado bastante inadvertidos. El pasado febrero, Hillary Clinton se convirtió en la primera senadora en visitar el centro. La noticia de su ampliación no despertó grandes reacciones salvo en el sector conservador, lo que no deja de tener cierta ironía dado que Bloomberg es un alcalde republicano.
"Esto no tiene ningún sentido", declaró uno de sus portavoces, Mike Long.
"¿Existe una forma distinta de enseñar a los homosexuales? ¿Hay matemáticas gays? Esta no es una buena idea. No hay razón alguna para separar a estos chicos".
Se calcula que un millón de adolescentes en Estados Unidos son gays, lesbianas o transexuales. En un sistema educativo que limita la educación sexual a la abstinencia, muchos de ellos se ven marginados e incomprendidos. Los problemas de esta comunidad llevan semanas en portada de los periódicos estadounidenses desde que a finales del pasado junio el Tribunal Supremo declara inconstitucionales las leyes que criminalizaban la sodomía.
Un sondeo publicado ayer en el USA Today aseguraba, sin embargo, que, a raíz de la decisión del Supremo, los estadounidenses se habían vuelto más intolerantes hacia los gays. Antes de la sentencia, las encuestas indicaban que un 60% aprobaba las uniones entre personas del mismo sexo; el pasado fin de semana eran sólo el 48%.
En España, diversas asociaciones de gays y lesbianas tienen programas de apoyo y protección para estudiantes homosexuales, informa Emilio de Benito.
"El caso de Nueva York quizá sea un poco exagerado, pero a nosotros también nos llegan casos de chicos y chicas de 12 a 14 años que no quieren ir a clase porque sus compañeros les insultan o les agreden porque son gays o lesbianas. ¿Qué es mejor, que se queden en casa o que estudien en paz?", se pregunta la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales,
Beatriz Gimeno.
Isabel Piquer, Nueva York
EL PAÍS, 30 de julio de 2003