Una treintena de guipuzcoanos viajarán a América Latina, África y Asia para colaborar en proyectos de desarrollo durante tres meses.
Casi noventa jóvenes vascos, de ellos una treintena de guipuzcoanos, con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, viajarán a partir de hoy a diferentes países de América, África y Asia, con el objetivo de colaborar con el Tercer Mundo por medio de acciones concretas de cooperación, en las que se integrarán para trabajar in situ como voluntarios.
Sensibilizar a la juventud vasca en el conocimiento y la solidaridad con el Tercer Mundo mediante su participación directa en actuaciones ejecutadas a través de ONG y cofinanciadas por el Gobierno Vasco y las diputaciones forales es uno de los retos del programa Juventud Vasca Cooperante, organizado conjuntamente por los departamentos de Cultura y Vivienda y Asuntos Sociales.
Antes de embarcarse en el avión hacia sus diferentes destinos, en donde permanecerán tres meses, los 86 cooperantes vascos, que este año participarán en el programa del Gobierno Vasco, han recibido cursos de formación e información que les han permitido acercarse un poco más a la realidad.
La mayoría de ellos han recurrido a internet para conocer a fondo su destino y los hay quienes han chateado con los responsables de las ONG con las que van a trabajar en el país.
Entre los cooperantes hay trabajadores sociales, enfermeros, auxiliares sanitarios, pedagogos, psicólogos, veterinarios, agrónomos, nutricionistas y un amplio abanico de profesiones que se consideran las más apropiadas para llevar a cabo los proyectos que coordinan una treintena de organizaciones no gubernamentales.
ERIZ ALBERDI
Cooperante en Guinea Ecuatorial
«Me preocupa más si seré aceptado»
Eriz Alberdi siempre quiso irse a un país del Tercer Mundo con una organización no gubernamental y ahora ha tenido la oportunidad de cumplir ese sueño marchándose de cooperante a Guinea Ecuatorial, en concreto a Cogo. «Vi en la televisión que se abría el plazo de inscripción del programa de Juventud Vasca Cooperante del Gobierno Vasco, y no lo dudé», explica Alberdi.
Este joven, que nació en Bilbao hace 24 años y que desde los siete años vive en San Sebastián, ha realizado el modulo de FP2, en la rama de Educación Especial y entre sus aficiones destaca su pasión por el mundo del teatro en donde ha realizado sus pinitos como
clown.
Está convencido que tanto sus estudios como sus aficiones le servirán para colaborar con el proyecto que la Asociación Africanista Manuel Iradier está desarrollando en Guinea Ecuatorial. «Voy a participar en un centro cultural donde trabajaré con niños. Entre las labores encomendadas está la de concienciar sobre el problema del sida y sobre la necesidad de utilizar los preservativos», manifestó Eriz Alberdi.
La posibilidad de tener un percance similar al que el pasado martes le costó la vida a la cooperante 22 años Ana Isabel Sánchez, al recibir un tiro en un control policial en Guinea, no es algo que le preocupe en exceso. «Creo que ha sido una cosa aislada que te puede pasar en cualquier lugar. Igual allí es más fácil, pero creo que ha sido una confusión», afirmó Alberdi que, no obstante, reconoce que «quienes más preocupados están por la seguridad son mis padres».
A él le inquieta más si será o no aceptado en el lugar en dónde va a permanecer los próximos tres meses. «A mí me preocupa más cómo me va afectar esa experiencia y, sobre todo, si la gente que está allí me aceptará», señaló este joven cooperante.
Al igual que sus compañeros de viaje, es la primera vez que viaja fuera de Europa y, en concreto, a un continente africano y tiene claro que lo que busca es poderse comunicar con los hombres y mujeres de aquel país. Por eso, se alegra de que en Guinea Ecuatorial se pueda llegar a entender en español, «aunque me han dicho que no hablan demasiado bien».
ANA ZATÓN
Cooperante en Caracas (Venezuela)
«Conoceré el país de primera mano»
Vivir una cultura diferente y ver como se trabaja en otros países el tema de los derechos humanos y sociales son los dos aspectos que más le atraen a Ana Zatón, una joven cooperante alavesa, que el próximo miércoles viajará a Caracas, para colaborar con el Comité de Familias de Víctimas de Venezuela.
Su experiencia en la asociación de Ayuda al Preso (Adap) y su carrera de educadora social le servirán para desempañar su trabajo en la capital venezolana. «La organización no gubernamental con la que voy a trabajar es bastante fuerte y estoy contenta porque voy a tener la oportunidad de ver de primera mano cómo trabajan allí el tema de los derechos humanos», afirma Ana Zatón, al tiempo que considera que «seguramente habrá situaciones sociales duras».
Asegura no tener miedo a lo que pueda ocurrirle allí porque «si así fuera, no iría. Hay cierto riesgo, pero si te pones a pensar, también aquí te puede pasar cualquier cosa», insiste Zatón. Sabe que durante sus tres meses de estancia habrá elecciones en Venezuela y que puede haber revueltas aunque no cree que afectará a su trabajo. «Creo que si sigues las indicaciones de la ONG que trabaja allí no tiene que haber ningún problema», señala tajantemente esta joven cooperante.
Al igual que Alberdi en Guinea Ecuatorial, Zatón tampoco tendrá ningún problema a la hora de comunicarse puesto que en ambos países se habla español. «Quieras que no es una ventaja», coinciden en señalar los dos cooperantes vascos.
Por el momento, tan sólo se plantea pasar los tres meses que establece el programa de cooperación del Gobierno Vasco, aunque, según reconoce, «no me importaría prolongar la estancia. Pensándolo en frío, me digo ¿y por qué no?. Aquí lo único que tengo es la familia y sé que ellos van a estar aquí cuando vuelva», señala Ana Zatón.
LEIRE SÁNCHEZ
Cooperante en Medellín (Colombia)
«Busco sensibilizar y sensibilizarme»
La joven portugaluja Leire Sánchez, tiene 23 años, es educadora social y está estudiando psicopedagogía en la Universidad de Deusto. Sus inquietudes sociales comenzaron hace varios años cuando comenzó a desarrollar trabajos de voluntariado con niños y prostitutas, de la mano de asociaciones y entidades religiosas.
Tras entrar en contacto con gente que había participado en el programa de cooperación del Gobierno Vasco se animó a presentar su inscripción. «Tenía referencia de gente que había participado en este tipo de proyectos y me había quedado con la cosilla de ir de cooperante. Este año tenía tiempo libre y me animé».
Pese a que en un primer momento le dijeron que desarrollaría su trabajo en Bogotá, finalmente, será en la ciudad colombiana de Medellín donde Leire trabajará como cooperante ayudando a las 'niñas del pegamento' en uno de los hogares que las Hermanas Pasionistas tienen allí.
«Cuando me dijeron que iba a trabajar en Bogotá me llevé una desilusión porque yo prefería trabajar en la zona rural, en el campo o en la selva, así que cuando me dijeron que sería en Medellín me alegre», manifiesta Leire.
Al igual que sus compañeros, lo que más le atrae de la experiencia que iniciará el próximo jueves es el poder conocer otra cultura y poderla difundir. «Lo que busco es sensibilizarme y sensibilizar a los demás». Por el contrario, lo que más miedo le da es, según señala, «saber encajar las experiencias profesionales, culturales y sociales cuando vuelva».
Sánchez considera un reto poder conocer la realidad colombiana, en especial, la de Medellín ya que, «igual no es como lo pintan. Yo quiero conocer la realidad de primera mano».
Reconoce que haber tenido conocimiento de la muerte de la cooperante el pasado martes en Guinea Ecuatorial, a escasos días de tomar el avión hacia Colombia, «fue un gran shock». No obstante, considera que «esas cosas si están de pasar, pasan independientemente de donde estés. Aquí también te puede caer un ladrillo y matarte», advierte Sánchez.
El jueves la portugaluja Leire Sánchez tomará el avión desde el aeropuerto de Loiu dirección Colombia y lo hará acompañada de Izaskun, otra joven portugaluja que, al igual que ella, participará como voluntaria en el programa de cooperación internacional en la ciudad colombiana de Medellín.
Belén Elguea, Vitoria
EL DIARIO VASCO, 7 de julio de 2003