El 60 por ciento tiene «creencias esotéricas», y un tercio simpatiza con las sectas. 150.000 jóvenes han estado influidos por estos grupos. La mitad continúa en ellos.
Tan sólo uno de cada diez jóvenes españoles manifiesta una «tendencia alta» de confianza en las instituciones democráticas como el Gobierno, el Parlamento o los partidos políticos, según las conclusiones del estudio «Sentido, valores y creencias en los jóvenes», elaborado por el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Andrés Canteras, y que esta semana ha sido presentado en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial. El 64 por ciento de los encuestados, por su parte, muestran una tendencia «baja o nula» a confiar en dichas instituciones.
Siguiendo el citado informe, realizado sobre una muestra de 2.500 jóvenes de entre 15 y 29 años de toda España, se observa una «pérdida de creencia absoluta» en los valores y el orden moral tradicional, que se traslada a las instituciones que se han caracterizado por la defensa de dichos valores, como la Iglesia católica. En cuanto a la participación en organizaciones sociales, únicamente cuatro de cada diez jóvenes están integrados en movimientos u organizaciones.
Medio ambiente e inmigración
Los movimientos ecologistas, de defensa de los derechos humanos y de apoyo a inmigrantes son las opciones preferidas, seguidas de lejos por la participación en política. Las ONG son las organizaciones más valoradas por la juventud, con un 67,6 por ciento, mientras que las instituciones políticas y religiosas quedan relegadas al último lugar. Siete de cada diez jóvenes españoles (en concreto, el 72 por ciento) atribuyen poca o ninguna credibilidad a la Iglesia católica, lo que implica «una ruptura importante con nuestro pasado histórico reciente, respecto al proceso de configuración de sentido moral y ético de nuestros jóvenes», indicó Canteras.
«Valores como la honradez, la responsabilidad y la lealtad, la sencillez, el dominio de sí mismo y la sensibilidad revelan cierta primacía de valores subjetivamente «blandos» frente a otros más netamente «duros y comepetitivos», como la disposición a trabajar duro, la perseverancia, la competitividad personal, el sentido del ahorro o practicar la obediencia y la fe religiosa», apuntó el experto.
Otro de los rasgos distintivos de la juventud española se encuentra en su «acusada tendencia a anclar su vida en el presente», rasgo que engloba al 73 por ciento de los encuestados. Más de la mitad (el 55 por ciento) no está dispuesto a creer en nada que no resuelva problemas concretos.
En cuanto a identificación religiosa, el 65,6 por ciento de los encuestados no se identifica satisfactoriamente con la mayoría de creencias que integran el credo católico, y tan sólo la mitad de los que se consideran «muy religiosos» alcanza un índice alto de creencia en los dogmas católicos. A la inversa, cuatro de cada diez jóvenes se consideran a sí mismos personas «no religiosas» aunque, paradójicamente, la cuarta parte de los que se definen «no creyentes» sí creen en algunos de los dogmas católicos.
Pese a todo, el 71, 9 por ciento considera muy importante el bienestar espiritual para sus vidas, y en torno a un 60 por ciento continúa afirmando su creencia en «algo o alguien sobrenatural o superior al hombre», aunque coincide en señalar que dicha fe disminuye progresivamente.
De todas maneras, la mayoría opina que «la Iglesia debería adaptarse a los nuevos tiempos en cuanto a adoptar las reformas necesarias que compatibilicen los nuevos descubrimientos científicos con los dogmas ortodoxos», apunta la investigación. Las opiniones más críticas vertidas por los jóvenes respecto al futuro de la Iglesia proceden precisamente de aquellos que se consideran fundamentalmente creyentes y religiosos.
Un aspecto llamativo del estudio es el referente a las «creencias esotéricas». En dicho apartado, sorprende cómo el 59,2 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 años participa de estas creencias, cifra que aumenta hasta el 60,7 en el caso de los creyentes. La tercera parte de los jóvenes (el 35,8 por ciento) utiliza algún tipo de técnica en este sentido, entre las que destacan el tarot, la guija y la carta astrológica.
Sectas y extraterrestres
Las creencias esotéricas más extendidas, indica el estudio, son el destino (36 por ciento), los extraterrestres (25 por ciento) y los espíritus y horóscopos (con un 19 por ciento). La cuarta parte de los jóvenes se manifesta interesada por recibir formación en escuelas o filosofías esotéricas, y ocho de cada diez muestran «interés» por acudir a charlas, cursos y conferencias sobre estos temas.
Finalmente, el informe señala cómo el fenómeno de las sectas es visto con un cierto grado de simpatía por el 32,6 por ciento de los chicos y chicas de nuestro país. Según el estudio, el porcentaje de los que pertenecen o han pertenecido a dichos grupos alcanza el 1,6 por ciento, lo que significa que cerca de 150.000 jóvenes se han visto afectados en algún momento de su vida por el influjo de las sectas. De ellos, unos 75.000 continúan perteneciendo, en la actualidad, a ellas.
Jesús Bastante, Madrid
ABC, 5 de julio de 2003