• Sólo el 2,6% de los 6.309 solicitantes de asilo en el 2002 obtuvieron una respuesta positiva
• Catalunya alberga a 131.821 indocumentados, según la Fundació Bofill
Refugiados e inmigrantes sin papeles aumentan, mientras Europa debate cómo blindarse ante tal corriente de desheredados. España es insolidariamente ejemplar en el tema: en el 2002 dio asilo al 2,6% de las 6.309 personas que lo pidieron; un 48% menos que en el 2001, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
22 millones de personas sin techo y sin país
La CEAR y Amnistía Internacional cifran en 22 millones de personas las que han tenido que dejar su hogar por guerras o violaciones de los derechos humanos. Los éxodos son bien conocidos. A modo de ejemplo, en la frontera entre Liberia y Guinea hay 10.000 personas que huyen del conflicto bélico que vive el primero de estos países. En el campo guineano de Kuankan hay 30.000 desplazados y en el interior del país, otros 100.000 refugiados.
En África, en América Latina y en Asia hay un trasiego de personas que van de su país al de al lado. O se quedan dentro de su territorio, como en Colombia, donde se calcula que hay 1,8 millones de desplazados dentro del país. Sólo unos pocos logran llegar a los países ricos. No lo tienen fácil. "En los mismos aviones que llegan de América Latina, hay policías que ya detectan a los que no vienen a Europa como turistas", asegura Antoni Lluch, director de la Associació Catalana de Solidaritat y Ajuda al Refugiat (ACSAR).
Las concesiones son casi la excepción
El pasado año se presentaron en España 6.309 peticiones de refugio y se concedieron 165. En el 2001, se habían dado 314. A otras 73 personas se les dieron otras fórmulas de protección, como el estatuto humanitario, que tiene menos garantías que el de asilo. Son tan pocas las concesiones que la procedencia de los beneficiarios casi es anecdótica: colombianos, cristianos de Pakistán, iraquís, somalís o ciudadanos de exrepúblicas soviéticas, entre otros.
"Lo lógico sería que, conociendo como se conocen las situaciones que llevan a las personas a huir de su territorio, los países ricos encarasen el problema y se repartiesen entre ellos a los refugiados", apunta Lluch, en lugar de dejar, como ahora, que sean una carga más para los países más pobres del planeta.
El probable trayecto de refugiado a 'sin papeles'
Un caso distinto al de los refugiados es el de los inmigrantes económicos que, si no huyen de la persecución política, escapan de la miseria. En España, los refugiados a los que se deniega la concesión de asilo pasan a engrosar ese colectivo.
La Fundació Jaume Bofill presentó ayer, por cuarto año consecutivo, el anuario La inmigración en Catalunya hoy. Tras obtener las cifras de los extranjeros censados en los ayuntamientos catalanes y comparándolas con la población controlada por Interior, el anuario concluye que en Catalunya "hay 131.821 inmigrantes en situación irregular", explica Mònica Nadal, una de las autoras del estudio. El 60% de estos sin papeles está censado en la provincia de Tarragona.
Mercè Conesa, Barcelona
EL PERIÓDICO, 21 de junio de 2003