Madrid y Real, dos formas de afrontar un final de infarto (EL MUNDO)

MADRID.- Poco tienen en común los dos aspirantes al título. A lo sumo su afán por concluir primeros. A escasas horas de que la Liga proclame a su campeón, el Madrid ha conseguido robar todo el protagonismo a la actualidad futbolística tanto por el 'glamour' de su nueva adquisición, David Beckham, como por la presentación de su nueva equipación. De la Real nada se ha sabido. La apasionante semana final que los resultados de la última jornada prometían ha quedado en una pura anécdota. Los archiconocidos maletines de ida y vuelta de todos los años y las suspicacias sobre las grandes rivalidades regionales del último envite de la temporada, han cedido su puesto a David Beckham y a la nueva equipación madridista. No parece casualidad esta suceción de acontecimientos sino más bien una manera de aislar al equipo blanco de cualquier tipo de presión. En ese caso la labor de Valdano y Florentino ha sido magnífica y sólo queda ver cómo ha afectado todo este circo a los pupilos de Vicente del Bosque. En el apartado deportivo, el técnico salmantino tiene a su disposición a todos sus jugadores y sólo mantiene la duda de Claude Makelele que padece unos dolores en la espalda. Si el fichaje de 'Becks' no ha producido alguna baja más (aunque sea psicológica) como la de Guti, el tiempo lo dirá. El rival, el Athletic, cuenta con la duda de Urzaiz y la espina psicológica que la muerte de Javier Uría ha dejado en toda la plantilla y el cuerpo técnico del equipo. La UEFA parece un bálsamo ideal, aunque el precio a pagar se antoja excesivo. La Real, a su aire Aunque nadie lo crea la Real también existe. Tras la dolorosa derrota de Vigo, y aprovechando el eclipse provocado por la galaxia blanca, los donostiarras se han dedicado a creer en la posibilidad de que el campeonato de Liga no es una utopía. Las dudas de Kovacevic y De Pedro, o la renovación del noruego Kvarme han sido los acontecimientos más sonados en el aspirante blanquiazul. Su técnico Raynald Denoueix se ha encargado de subir la moral de su equipo con unas declaraciones muy significativas en las que afirma que "se han recuperado las buenas sensaciones". El conjunto de Anoeta podrá contar, una vez más, con el apoyo de su público. Las gradas del estadio realista volverán a teñirse de blanquiazul para hacer desaparecer a un Atlético de Madrid que llega, en principio, como una mera comparsa en los cruciales acontecimientos de la Liga. Sin embargo, los finales apretados no son nuevos para ninguno de los dos equipos. En las temporadas 79-80 y 80-81 ambos equipos fueron protagonistas, mano a mano, en la lucha por el título en el instante final. El resultado: 1-1. La última jornada puede deshacer este silencioso empate y, de paso, conocer cuál es la mejor forma de preparar un partido decisivo. EL MUNDO, 21 de junio de 2003