Enseñar el culo es un acto de violencia (Diario AS)

«Constituye incitamiento o inducción a la violencia el comportamiento del tifoso que en el estadio muestre las partes genitales y el trasero a las fuerzas del orden allí presentes» Los populares calvos, es decir, la muestra voluntaria y pública del trasero, han sido considerados como un acto de violencia por la Justicia Italiana en una sentencia dictada por la Casazzione. “Constituye incitamiento o inducción a la violencia el comportamiento del tifoso que en el estadio muestre las partes genitales y el trasero a las fuerzas del orden allí presentes”, reza el escrito que condena el exhibicionismo en los campos de fútbol italianos. La sentencia viene provocada por el recurso de un ultra del Brescia al que se le prohibió el acceso al estadio por ejecutar un calvo antes de entrar. El hincha en cuestión consideraba que mostrar el trasero no suponía ni incitaba a un comportamiento violento y que; por lo tanto, no se le podía impedir la entrada al estadio. La Policía italiana y las fuerzas de seguridad que habitualmente cubren los partidos de fútbol en Italia se sentían ofendidos cuando los tifosi realizaban gestos obscenos para provocarles. En multitud de ocasiones, la exhibición de traseros era la mecha que encendía posteriores altercados violentos entre los tifosi y los encargados de velar por el orden. Así pues, los strikers del Calcio se han quedado en ropa interior ante la Justicia italiana. Al fútbol se va a ver, no a enseñar... Diario AS, 6 de junio de 2003