Otras, como excepción, serán reducidas a tres. Pilar del Castillo presenta un proyecto que elimina las diplomaturas y crea el título de máster.
MADRID.- A la Universidad se le esfuma el maratón, se le muere a toda marcha el medio fondo educativo, se le acaban las ingenierías de siete años, las medicinas de seis, las sociologías de cinco...A partir de ahora, las carreras durarán cuatro años como máximo y, excepcionalmente, tres, aunque todas tendrán los obstáculos de siempre, las vallas de apuntes, exámenes y asignaturas hueso de toda la vida. La ministra de Educación, Pilar del Castillo, presentó ayer el futuro de los campus, un manojo de reformas incluido en el decreto de regulación de la nueva estructura universitaria previsto por la Ley Orgánica de Universidades (LOU), que pretende «adaptar el sistema universitario español al espacio europeo de enseñanza superior». La frase fue contestada de inmediato desde la oposición.«¿Adaptarse a Europa? Perfecto. Pero la ministra debería saber que en la UE la norma son carreras de tres años y la excepción, de cuatro. O sea, al revés de lo que ella presenta», decía ayer Carme Chacón, secretaria de Educación del PSOE.
El proyecto del Gobierno, que empezará a aplicarse el próximo curso y deberá estar completado en 2010, habla de sustituir los actuales títulos de primer y segundo ciclo por unos estudios de primer nivel de grado, que conducirán a los títulos de licenciado, arquitecto o ingeniero. Es decir, desaparecen las diplomaturas.¿Qué pasa entonces con los diplomados o los ingenieros técnicos? «Se regularán mecanismos académicos para que, si quieren, puedan acceder a los títulos nuevos», contestó ayer Julio Iglesias de Ussel, secretario de Estado de Universidades.
La pregunta por abajo servía también por arriba. Si el decreto obliga a todas las carreras a un máximo de cuatro años, ¿cómo hacer en disciplinas que se alargan cinco, seis o más cursos? Iglesias de Ussel dijo que no se trata de comprimirlas, «sino de establecer los contenidos esenciales para alcanzar el grado de licenciado», algo que huele a eliminación de asignaturas o concentración de materias distintas en un nombre igual.
La ley establece que la duración de los planes de estudios en cada titulación sea idéntica en todas las Universidades y prevé un aumento del 70% en las materias comunes, «lo que favorecerá la movilidad de los alumnos y la convalidación de los estudios», según la ministra.
Tras la carrera, aparece un nivel de postgrado, que introducirá en la Universidad española el título oficial de máster (uno o dos años), algo que ya funciona en el mundo privado. Más allá, el proyecto desarrolla una nueva regulación del doctorado «para adaptarlo a las necesidades científicas y profesionales de la sociedad».
El PSOE hizo ayer una mueca de de escepticismo ante el anuncio «apresurado y sin consenso» de la ministra. «El proyecto no menciona nada de financiación. La adaptación a este sistema nuevo necesita un apoyo económico y será cara, pero nadie nos habla de cuánto costará. El Gobierno quiere llegar el primero a clase, en vez de ser el primero de la clase», se quejaba Carme Chacón.
La responsable educativa del PSOE cree que habrá carreras de cuatro años en España que duren tres en el resto de Europa y viceversa. «¿Cómo lograremos titulaciones homogéneas en Europa?, ¿es eso convergencia? No sé qué modelo es mejor, pero le pido al Gobierno que no corra tanto, que dialogue, que debata y que consulte, porque hay comunidades del PP que llaman a las del PSOE para preguntarnos sobre proyectos del Gobierno central».
Rafael J. Álvarez
EL MUNDO, 4 de junio de 2003