Los tatuajes y el “piercing” son cosas del pasado: llegó la lengua bífida (CLARIN.COM)

El polémico procedimiento consiste en partir el músculo en dos para lograr lo que llaman “aspecto reptil”. Se estima que ya son 2 mil los seguidores de esta moda. Algunos estados norteamericanos adelantaron que buscarán vetar esta práctica. La infinita variedad de tatuajes, los anillos en los labios, ombligo, pezones o incluso en otras partes delicadas del cuerpo no son nada en comparación con un procedimiento que esta dando que hablar en los EE.UU. y Canadá. Se trata de una nueva moda que ha prendido entre los jóvenes y que, básicamente, consiste en partir la lengua en dos mitades para que los “usuarios” logren lo que llaman el “aspecto reptil”. Shannon Larrat, creador de la revista Body Modificacion, una de las principales autoridades en la materia, cuenta que ya existen unos dos mil seguidores de esta especie de culto llamado "Modificación del Cuerpo", que también incluye tatuajes, perforaciones, escarificaciones -cortes en la piel-, entre otros “adornos” y alteraciones del físico. A raíz de la multiplicación del fenómeno algunos estados como Illinois y Michigan pronto podrían poner veto a esta práctica. Los legisladores alegan, con el sustento de la comunidad médica, que esta práctica conlleva serios riesgos. Desde graves infecciones que pueden extenderse a la garganta hasta hemorragias difíciles de controlar, por no hablar de las dificultades con las que puede encontrarse el paciente para hablar como ser humano en lugar de como reptil. El controvertido Larrat, "hombre serpiente" desde 1997, asegura que una vez que la herida está cicatrizada, no debe haber problemas en el habla, y señala que el principal riesgo que conlleva la operación es “enfrentarse después a la gente de mente estrecha, que se manifiesta negativamente en torno a tu apariencia”. Para Larrat, sería contraproducente que el procedimiento se prohibiese ya que los interesados continuarían haciéndolo de todos modos en las tiendas donde se hacen tatuajes y se alejarían así de los centros médicos. Por lo general, los seguidores de este culto recomiendan que las “modificaciones” del cuerpo se hagan con asistencia médica, aunque extraoficialmente advierten que se perderán la parte más espiritual de la experiencia si no lo hacen ellos mismos con un escalpelo o incluso unas tijeras. Para que los médicos accedan a realizar el procedimiento, advierten, deben asegurarse antes de que el cliente esté lúcido y comprenda lo que está haciendo, para lo cual recomiendan llevar un informe adicional de un psicólogo que acompañe la petición, no sea que la visita al doctor termine en el psiquiátrico. Algunos aprovechan para matar dos pájaros de un tiro, y optan por partirse la lengua y sacarse las muelas del juicio en una única sesión, ahorrándose así una parte del costo de la operación que, dependiendo del cirujano, oscila entre los 500 y mil dólares. Para muchos iniciados, se trata sobre todo de una "experiencia espiritual", mientras que otros sólo persiguen experiencias sexuales que nunca habrían podido llevar a cabo con la lengua de una pieza. "Partirme la lengua es una de las mejores cosas que he hecho", señaló The Lizardman (el hombre lagarto) a la revista BMZine. “Había soñado y fantaseado con lenguas partidas desde mi niñez, y muchas veces dibujaba caracteres con lenguas bífidas. Me gustaba la idea estéticamente y por el potencial sexual que implicaba", añadió el lagarto que parece recién sacado del casting de la serie de televisión "V". En sus testimonios en la web de Larrat los seguidores de este culto señalan que, en última instancia, el procedimiento no es más dañino que los implantes de pecho o los retoques en la nariz. Por si alguien se lo está preguntando: sí, todavía se puede ir más lejos. Una sencilla búsqueda en Internet con los términos "amputación voluntaria" muestra cómo la lengua de reptil es sólo un pequeño paso hacia la modificación. O hacia la destrucción, dependiendo de cómo se mire. Natalia Martín Cantero CLARIN.COM, 29 de mayo de 2003