El cartel de los Sanfermines 2003 aúna los elementos del pañuelo y el toro (GARA)

El ganador es el asturiano Pablo Nanclares, que se dedica de manera aficionada al diseño. El asturiano Pablo Nanclares, natural de Oviedo, de 23 años de edad y estudiante de Historia del Arte, se ha proclamado ganador del concurso del Cartel San Fermín 2003 con una obra sin título en la que se representa a un pañuelo rojo, cuya forma pretende insinuar una cabeza de toro. Además del reconocimiento y la proyección que conlleva vencer el certamen, el joven artista se embolsará un premio de 4.200 euros. La decisión de otorgar el primer premio a este cartel se ha basado en «la gran potencia que adquiere la imagen gracias al carácter objetual de relieve que adquiere el pañuelo de San Fermín con el que se ha conformado una parecida cabeza de toro», según se refleja en el acta del jurado. Así, la imagen, que ha sido tratada fotográficamente mediante la técnica de diseño por ordenador, «resalta las texturas del tejido para construir con él una cabeza de toro sobre fondo negro». Asimismo, los miembros del tribunal han tenido en cuenta que la obra «aporta una gran riqueza, al aglutinar, en una sola imagen, los elementos definitorios de estas fiestas de San Fermín, como son el pañuelo y el toro. La simplicidad y escasez de los medios empleados redunda en el impacto misterioso y sugestivo de la imagen». El jurado ha estado compuesto por el concejal delegado de Cultura, Vicente Etayo, representantes de los diversos grupos municipales ­una vez más han quedado excluidos los integrados en el Grupo Mixto­, técnicos del Area de Cultura y expertos en diseño gráfico. El edil responsable de Cultura manifestó su satisfacción por el resultado de este año, al asegurar que «el cartel es absolutamente merecedor del premio y continúa una línea establecida en los últimos años de carteles absolutamente identificatorios de la fiesta». El ganador del concurso, que no pudo estar presente en el acto, no es profesional en el campo del diseño, sino que lleva dedicándose a esta disciplina de manera amateur desde hace tres años y en esta ocasión ha utilizado para presentarse el seudónimo de "Egon", que proviene del nombre del pintor expresionista austríaco Egon Schiele, nacido a finales del siglo XIX, y que murió a la temprana edad de los 28 años. Al certamen se han presentado un total de 534 trabajos, procedentes en un 55% de fuera de Nafarroa, lo que ha supuesto un ligero descenso de participación en lo que se refiere al año pasado. De este volumen de carteles, un total de 54 formarán parte de la exposición que se exhibirá durante los próximos Sanfermines. La edición de 2003 de este concurso ha eliminado los premios de accésit, otorgándose un único galardón, debido a que resultaban ensombrecidos por la trascendencia del ganador, según explicó el edil Vicente Etayo. Coincidencia entre el jurado en el «mérito» del ganador Los diferentes expertos en diseño gráfico que han formado parte del jurado del certamen de carteles San Fermín 2003 resaltaron el alto nivel gráfico de las obras presentadas y coincidieron en el merecimiento del cartel ganador, que recibió un apoyo de nueve votos de los diez posibles. Así, y aunque apuntó que los Sanfermines «ya no necesitan ni siquiera de carteles», el artista y diseñador gráfico Alberto Corazón señaló que este tipo de imágenes «deben ser tomados como una contribución más a la fiesta, deben ser simpáticos, enigmáticos, que induzcan a la discusión, y este cartel tiene todas estas características». Por su parte, Pierluigi Cattermole, diseñador y director de la Editorial Experimenta, coincidió en que este tipo de obras «consiguen ser un protagonista más de la fiesta». Centrándose en la imagen vencedora, la definió como «un guiño que hace a la historia del arte, ya que intenta decir y no llega a decir, porque tiene un halo de magia con el que quiere contar algo más de lo que hay a simple vista». Ahondando más todavía en el argumento apuntado, este experto gráfico señaló que la obra de Pablo Nanclares «nos acerca a cosas que no expresa algo visual». Por último, el ganador del certamen de la edición de 2001, el iruindarra Pablo Errea, destacó que «cada vez parece más difícil contar algo que tenga sentido», de ahí que ensalzara el cartel ganador «porque tiene mucho mérito utilizar un elemento conocido como el pañuelo para darle la vuelta a su sentido». GARA, 6 de mayo de 2003