El Arzobispado de Madrid aconseja a los fieles jóvenes difundir la visita de Su Santidad y acudir con pancartas de bienvenida y trajes típicos.
Casi todos proceden de los movimientos neoconservadores (Opus Dei, Kikos, Comunión y Liberación, Legionarios y Carismáticos), aunque también hay algunos que militan en grupos parroquiales. Son los
Papa boys.
Seducidos por la figura inconmensurable del Papa de la paz y cortados por el mismo patrón eclesiástico se preparan para disfrutar de un «momento de gracia». Para ello, todos siguen a pie juntillas el manual del perfecto peregrino, editado por el Arzobispado de Madrid (en su página web para la ocasión
www.conelpapa.com), en el que se recoge toda una serie de consejos y gestos a realizar antes, durante y después de la visita del Papa.
«EmPapate» y
«El Papa viene a verte» son los dos eslóganes que aglutinan a la «chavalada» o masa juvenil católica. Girando en torno a dichos lemas como clave explicativa, la comisión de animación y ambientación del Arzobispado madrileño propone más de una docena de actividades que deben realizar los jóvenes peregrinos.
Por ejemplo, «rezar por el Papa y la Iglesia, conseguir que se entere mucha gente de que viene el Papa, preparar esta visita y explicar quién es el santo Padre, proyectar vídeos y organizar actividades informativas o realizar actos previos de preparación espiritual en colegios, universidades y parroquias».
También se les pide a los jóvenes que ayuden a «organizar la ambientación de las entradas y salidas del Papa en Nunciatura», así como a «distribuir a la gente en los recorridos por donde pase el Santo Padre», amén de «ambientar con carteles y pancartas de bienvenida los recorridos» y «decorar especialmente la plaza de Colón para la ceremonia de la canonización».
Se les urge también a los jóvenes madrileños a «situar en los lugares adecuados del recorrido a las casas regionales -ojalá que ataviados con sus trajes típicos-, a la chavalada de los colegios, a las parroquias de la zona y de los alrededores, a la gente que viene de toda España para los actos con el Santo Padre y a los grupos de todo tipo».
En el manuel también se les indica que inviten a los inmigrantes, incluso recién llegados, «para que si lo desean también con sus trajes típicos saluden al Papa a su paso». De hecho, el sábado en la plaza de Perú, un grupo de inmigrantes peruanos con sus atuendos y trajes regionales esperará un gesto de Su Santidad hacia este colectivo. El objetivo final es «llenar las calles de Madrid y hacer llegar a todos el mensaje de Juan Pablo II. La gran familia de la Iglesia en España está de enhorabuena.Viene a vernos el Padre común, el dulce Cristo en la tierra.Y cuenta con vosotros, con vuestra alegría contagiosa y con la fuerza de vuestro propio carisma».
Para conseguir todos los frutos espirituales de la visita papal, los jóvenes tienen que pedir perdón a Dios por sus pecados y confesarse, así como «pedir perdón cada vez que hieras o que ofendas a alguien». Y sigue toda una serie de consejos al estilo del recetario de Camino de San Jose María Escrivá: «Intenta comprender a los demás. Ponte en su lugar. Busca el modo más amable de decir las cosas, sin herir. No te enfades nunca, aunque estés dejando de fumar o aunque estés intentando perder esos kilillos que no se sabe cómo han entrado (o que sí que se sabe). Fortalece tu carácter y sonríe, sonríe, sonríe. Habla bien de los demás y, si no puedes, guarda silencio. Comunica tu fe sin avergonzarte jamás de ella, sin disimularla, sin aguarla, aunque tengas que caminar contracorriente».
Junto a estos gestos genéricos, otros más concretos: enviar al Papa un mensaje de móvil, una foto de la familia o «de la Virgen de tu pueblo, de tu parroquia, de tu colegio o de la sala de estar de tu casa». Los organizadores se comprometen a hacer llegar todo al Santo Padre «para que las bendiga».
Un Papa al que se define como «cansado» por los años, por los viajes, por el atentado y por las enfermedades. «Le han operado seis veces y en una operación le seccionaron 2,5 metros de intestino, y padece una severa artrosis».
Ante el Papa cansado, pero que «no se queja», los jóvenes peregrinos deben «acompañarle y escuchar sus palabras, y descubrirás por qué -aunque esté físicamente viejo y cansado- es un hombre de alma y corazón joven, lleno de futuro».
Y por último, un buen peregrino es el que se rasca el bolsillo.«Poner guapo Madrid, hacer pancartas, instalar megafonía, imprimir pegatinas, hacer folletos y tantas y tantas cosas, cuesta unos eurillos. Te pedimos que colabores económicamente. No nos importa la cantidad. Ya sabemos que no eres Bill Gates. (Le pasa a mucha gente). La intención es lo que importa y tu ayuda, sea cual sea, será siempre muy bien recibida». Y sigue aportando un número de cuenta: c/c «Acogida del Papa» del Arzobispado de Madrid.
Y el estrambote final en el rosario de consejos: «Una sugerencia. Mejor si lo haces hoy, ahora, por ejemplo, por si mañana se te olvida. Ya sabes, no dejes para mañana lo que puedas hacer ahora mismo...».
José Manuel Vidal
EL MUNDO, 1 de mayo de 2003