A falta de balones, muñecas y peonzas, los niños iraquíes juegan con lo primero que encuentran: munición sin explotar. Cada día decenas de personas mueren o resultan heridas por ello.
Jugar se ha convertido en una de las actividades más peligrosas para los niños y niñas iraquíes. No conscientes del riesgo, son muchos los menores que juegan con munición sin explotar y prenden la pólvora, sobre todo en el norte del país. De hecho, la existencia de centenares de municiones abandonadas y sin explotar por todo Irak se ha convertido en uno de los mayores problemas de la región y lleva cada día a centenares de personas heridas a los hospitales.
La voz de alarma la da el Grupo de Advertencia sobre Minas (MAG), que afirma que “los niños están jugando con las municiones que no han explotado y con las armas abandonadas por las fuerzas iraquíes en las ciudades y sus alrededores, en edificios militares, policiales y también en los colegios”. La situación, continúan, es de “absoluta emergencia” y peor que la de cualquier otro país del mundo.
La preocupación del Grupo de Advertencia sobre Minas la comparte también el Comité Internacional de la Cruz Roja, que advierte del peligro que supone la munición sin estallar y las minas terrestres antipersonal en el norte de Irak. La organización internacional, que señala las fronteras con Irán y Kuwait como puntos especialmente peligrosos, apuesta por la formación y la sensibilización de la población iraquí, “a fin de evitar más accidentes y sufrimiento”.
Datos del Grupo de Advertencia sobre Minas advierten de la existencia de hasta medio millón de artefactos peligrosos y abandonados sólo en los alrededores de Kirkuk y explican que en el municipio de Qadir Karma se han encontrado entre 500 y 700 minas en el interior de una mezquita. En principio, se cree que la retirada desorganizada de las fuerzas iraquíes supuso el abandono de armamento, que ahora a menaza a la población civil.
En los últimos días, decenas de personas han muerto y otras tantas han resultado heridas por culpa de la munición sin explotar y las minas antipersona. La semana pasada, 83 personas murieron en Kifri, al sureste de Kirkuk, mientras los hospitales locales de Mosul atendieron a numerosos heridos.
Volver a la escuela
En esta línea, desde organismos como UNICEF recuerdan la importancia de rehabilitar y reconstruir escuelas para formar a los pequeños y evitar que estén en la calle expuestos a la violencia y las municiones peligrosas. La agencia de la ONU ya se ha puesto en contacto con ONG, padres y profesores para iniciar la reconstrucción del sistema educativo en el país, muy deteriorado desde la Guerra del Golfo y la imposición de las sanciones internacionales.
En la actualidad, uno de cada cuatro estudiantes está fuera de la escuela “desde hace tiempo, la mayoría de ellos mujeres”. Además, muchas escuelas han sido objeto de “saqueo” en esta última guerra, por lo que se necesita la rehabilitación de entre 6.000 y 7.000 centros y la construcción de 5.000 nuevos colegios.
Para que actuaciones de este tipo se lleven a cabo, organizaciones como Save the Children reclaman el fin de los saqueos y tiroteos esporádicos, solucionar el problema de la seguridad y distribuir agua a la población, para evitar mayores problemas de salud.
Silvia Torralba
Canal Solidario Catalunya, 28 de abril de 2003