El valor de Internet en esta guerra ha quedado demostrado por un hito cibernético: la palabra guerra supera a sexo en la lista de términos más buscados. En EE UU, Internet tiene un valor audiovisual añadido porque permite contemplar imágenes y grabaciones que las televisiones censuran por su contenido gráfico o antipatriótico. Internet ofrece ángulos informativos inéditos con diarios de guerra de los reporteros o foros de debate inmediato.
La II Guerra Mundial fue la guerra de la radio; Vietnam, la de la televisión; la del Golfo de 1991, propiedad de CNN... La nueva guerra en Irak es la de Internet. En este conflicto, ni las cadenas de televisión ni los 500 periodistas insertados por el Pentágono en el frente ofrecen la amplitud de criterio que puede encontrarse en la Red. La tecnología de transmisión de datos en banda ancha sitúa a cualquier internauta en el epicentro de una sala virtual de control en la que puede escoger entre ruedas de prensa, cámaras fijas sobre Bagdad, charlas, debates... Múltiples fuentes informativas que le ofrecen una visión medianamente completa.
El 75% de los estadounidenses accede regularmente a Internet, cada vez a mayor velocidad. Cualquier espectador de televisión cansado del exceso de patriotismo puede contemplar en la Red las imágenes omitidas por las cadenas. Las televisiones que ofrecen información las 24 horas del día han aumentado su número de espectadores, pero sus páginas web han disparado el número de visitantes.
MSNBC.com, de la cadena NBC, duplicó la asistencia habitual en el primer día de batalla.
ABCNews.com ha dado los primeros pasos hacia la creación de un canal informativo audiovisual a través de Internet. Diez dólares al mes ponen a disposición del visitante las imágenes y los sonidos de la jornada.
Hay también en marcha una guerra cibernética entre defensores y detractores de la invasión de Irak. Un grupo de hackers entró en los ordenadores de Al Yazira y sustituyó sus páginas con imágenes de soldados estadounidenses muertos en Irak. Otros han hecho circular el virus Ganda, originado en Suecia. Los movimientos en contra de la guerra, condenados a la inexistencia por la televisión de EE UU, encuentran en Internet su mejor herramienta de difusión. También han generado la creación del llamado hacktivismo (mezcla de hacker, o pirata informático, y activismo), el asalto a servidores informáticos de los organismos gubernamentales de EEUU. En esa misma línea, una página que cuenta el número de civiles muertos en la guerra está recibiendo 100.000 visitas diarias.
Iraqbodycount.net actualiza las cifras con la información de los periodistas enviados al conflicto y los datos que ofrecen iraquíes y estadounidenses.
La guerra ha provocado el florecimiento de los webloggers, el término empleado para definir textos personales actualizados en forma de diario. Uno de ellos,
dear_raed.blogspot.com, ha cautivado a decenas de miles de visitantes que siguen a diario los sentimientos expresados supuestamente por Salam Pax, que se identifica a sí mismo como un arquitecto de 29 años que reside en Bagdad. Puede que nada de eso sea cierto, pero su diario describe con gran precisión lo que ocurre cada día, desde el lugar de cada bombardeo hasta la odisea para conseguir pan.
Algunos corresponsales también mantienen su propio blog, su diario informático. Kevin Sites, enviado por la CNN al norte de Irak, ofrecía una mirada alternativa a la penuria de su trabajo que no incluye en sus crónicas, pero la cadena le pidió que suspendiera su diario. Todavía puede verse en
www.kevinsites.net.
Javier del Pino, Washington
EL PAÍS, Internacional - 3 de abril de 2003