Lejos de ser recibidos con los brazos abiertos por los civiles iraquíes, los soldados estadounidenses y británicos se encontraron con una población traumatizada, incómoda y poco deseosa de mostrar sus verdaderos sentimientos hasta que la amenaza de los grupos paramilitares leales al régimen de Saddam Hussein sea finalmente eliminada.
Al elegir combatir en áreas urbanas y sin uniforme, estos iraquíes irregulares han inevitablemente transformado este conflicto en algo más espantoso de lo podría haber sido.
La amenaza de ataques suicidas complica el panorma
La amenaza de ataques suicidas contra las tropas estadounidenses y británicas no ha hecho más que complicar el problema.
La tragedia en las cercanías de Najaf, donde soldados estadounidenses dispararon a un vehículo civil que se acercaba velozmente a un puesto de control, matando a un grupo de mujeres y niños, es un triste recordatorio de la realidad de la guerra.
Ninguna modificación de las reglas de juego podrá evitar este tipo de incidentes.
Área poblada
El área por la cual avanzan las tropas estadounidenses, al sur de Bagdad, está poblada y cuenta con mucha más vegetación que el sur del país.
Es precisamente en este campo de batalla tan distinto en el cual se encuentran las Guardias Republicanas.
Éstas han sido atacadas duramente en los últimos días.
Según afirman los comandantes estadounidenses, éstas han sufrido daños significativos, no sólo las unidades en sí mismas sino también sus aparatos logísticos y de apoyo, que las convierten en una fuerza de combate unificada.
Debilidad
Los informes de la Inteligencia estadounidense sugieren que algunos miembros de las divisiones Hammurabi y Al-Nida de la Guardia Republicana se han trasladado hacia el norte para brindar su apoyo las divisiones Medina (cerca de Karbala) y Bagdad (cerca de Al-Kut).
Los civiles no irquíes no recibieron a los soldados estadounidenses como con los brazos abiertos.
Asimismo, los estadounidenses afirmaron haber tomado prisioneros a algunos miembros de la quinta unidad de la Guardia Republicana, la división de infantería Nebuchadnezzar.
El hecho de que algunas de sus unidades fuesen trasladadas para brindar refuerzos a las fuerzas en el sur de la capital, podría indicar el daño que han sufrido las divisiones de la Guardia Republicana cerca de Bagdad.
Pero también demuestra una debilidad en la estrategia de Estados Unidos: su falta de habilidad para desarrollar una ofensiva lo suficientemente fuerte como para neutralizar las dos divisiones de la Guardia Republicana que están defendiendo esa parte del país.
Escribe
Jonathan Marcus especialista en temas de defensa de la BBC, desde Qatar.
1 de abril de 2003