Cae la venta de ordenadores domésticos (LA VANGUARDIA)

El ciclo de vida de los ordenadores está pasando de los tres a los cinco años debido a la crisis económica, que últimamente se ha visto agravada por la guerra. Durante bastante tiempo ha funcionado la previsión industrial de que el ciclo de vida del ordenador es de tres años. Dado el desarrollo tecnológico, a partir de estos tres años, las mejoras en rapidez del procesador, disco duro, memoria RAM y otros equipamientos básicos imponen el cambio de equipo, ya que éste, aunque sigue funcionando, queda desfasado. Ahora, la mejora de los equipos sigue produciéndose, pero el mercado detecta que un gran porcentaje de los usuarios está alargando la vida mínima de los ordenadores hasta cinco años. Éste y la aparición de nuevos aparatos –consolas de videojuegos y lectores de DVD– que se comen parte del presupuesto doméstico son los factores que explican el actual estancamiento del consumo informático. “El alargamiento del ciclo de cambio es un fenómeno mundial cuya explicación básica es la crisis económica, agravada ahora por la guerra. Los usuarios están retrasando dos años el cambio de los ordenadores y nos encontramos con ciclos de vida de cinco años”, confirma a este diario Gabriel Cerrada, responsable en España de Dell, uno de los mayores fabricantes mundiales de ordenadores. Según datos de IDC, el consumo mundial de ordenadores lleva dos años seguidos en retroceso. En el 2001 se vendieron 134 millones y en el 2002, 136 millones, frente a los 140 millones de aparatos vendidos en el 2000. En este periodo, el sector doméstico es el que ha experimentado el bajón más importante. El hecho coincide con la aparición de nuevos aparatos digitales que han captado la atención de los usuarios y parte del dinero familiar destinado al equipamiento tecnológico. Básicamente, las videoconsolas de 128 bits (60 millones de unidades instaladas en el mundo en poco más de dos años) y los reproductores de DVD, que han tenido la implantación más rápida en la historia de la electrónica de consumo. Ambos son bastante más baratos que un ordenador, una quinta parte. Con todo, la adopción final de nuevos equipos parece difícil de esquivar para los usuarios. El ordenador resulta imprescindible para las empresas y es valorado en todas las encuestas internacionales como un equipamiento deseable e importante para el hogar. En el ámbito doméstico, la actualización de los equipos se basa en los nuevos usos que se dan al ordenador y que van más allá del procesador de textos, la conexión a Internet o el correo electrónico. Videojuegos, descarga de música y edición de fotografías y vídeos familiares son algunas de las nuevas tareas encomendadas al ordenador. Y esto muchas veces requiere equipos como los actuales, con procesadores que funcionan a más de 3 gigahercios y discos duros que pueden almacenar 80 gigas de información. Otro factor importante para el cambio es la presión que ejerce Microsoft. Su campaña de liquidación de los sistemas Windows 95 y 98 tiene como objetivo imponer el Windows XP, un sistema operativo mucho más potente y eficaz. Peter Otellini, presidente de Intel, el mayor fabricante mundial de procesadores, ha señalado que, en un inmediato futuro, el aumento del mercado de ordenadores se localizará en Rusia, China e India. Y según sus cálculos, actualmente existen en el mundo más de 500 millones de ordenadores con procesadores que funcionan a menos de 700 megahercios (comprados hacia 1999 y en años anteriores). En su opinión, la supervivencia de este parque antiguo es “una pesadilla” para la industria. Àlex Barnet, Barcelona LA VANGUARDIA, 31 de marzo de 2003