El responsable de inmigración de Madrid llama "imbéciles" a Raúl y Redondo por legitimar a UltraSur (LIBERTAD DIGITAL)

El director general de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Tomás Vera, calificó este viernes, en un gesto que reconoció "políticamente incorrecto", de "imbéciles y estúpidos" a los jugadores del Milán, Fernando Redondo, y del Real Madrid, Raúl González, por "legitimar" a "un nazi racista", en clara referencia al líder de UltraSur José Luis Ochaíta. El director general se refería así, en una entrevista con Telemadrid Radio, al momento en el que el "Ultrasur", José Luis Ochaita, junto a un grupo de seguidores, entregó una placa de recuerdo al ex-madridista argentino y al que acompañó en parte de su trayecto hacia el fondo sur el delantero madridista. Según dijo Vera, Redondo "es un jugador argentino magnífico, extraordinario, y se permitió el lujo de ir haciendo una enorme pantomima cruzando el campo e ir a recibir una placa de un delincuente, de un racista, de un xenófobo, de una persona que insulta a sus compatriotas, y que no es un tonto como él, porque al fin y al cabo (Ultrasur) es una reunión de tontos y de imbéciles" y añadió, "también quiero llamar imbécil a Raúl por acompañarle". El responsable de Inmigración reconoció ser "políticamente incorrecto" al proferir insultos contra ambos jugadores, pero se justificó en el hecho de que ambos deberían ser conscientes de la repercusión pública de sus actos y opiniones y de que "cada cosa que hacen no se queda en la intimidad", por lo que, con ese gesto, "dieron cobertura mediática y en cierto modo, legitimidad, a este grupo". Vera opinó que deberían prohibir ese tipo de manifestaciones y "liquidarlas sin contemplaciones, con tolerancia cero y aplicando la ley; no darles el más mínimo juego", concluyó el director general de Inmigración madrileño. "Me consta que el Real Madrid, y su presidente Florentino Pérez, están haciendo un trabajo, pero a veces fallan clamorosamente", dijo Vera. Recordó que tanto el presidente actual, como los anteriores, al igual que los del Atlético de Madrid con los miembros del Frente Atlético, ayudaron a la financiación de estos grupos e incluso, añadió, "la intuición me hace pensar que los han utilizado como arma arrojadiza contra infieles en algún momento". "Eso se debería haber perseguido legalmente, porque seguramente la apología del terrorismo que han practicado esos grupos es muy parecida a otras apologías del terrorismo", consideró el político. Como ejemplo de sus palabras, Vera refirió un episodio vivido por un grupo de chicos de las zonas más pobres de Ecuador, Bolivia y Perú, "verdaderos lideres sociales de 17 y 18 años", invitados a ver un Real Madrid-Málaga en el estadio Santiago Bernabéu, cuando tres "ultras" se les acercaron "profiriendo los insultos más graves, bestias y grotescos, ofensivos al máximo nivel; fue tan brutal -dijo Vera- que pensábamos que estaban de broma". Por ello, insistió, con los Ultrasur "tolerancia cero, porque siguen teniendo la ventaja de que nosotros no nos vamos a pasar un milímetro de la ley, y ellos las infringen". "El Real Madrid debería entender -y se que esto es muy grave y tremendo, agregó- que el ejemplo debe partir de las personas que son espejo de la sociedad y ésta adopta comportamientos en base a sus ídolos". Por este motivo, sugirió que el Club, ya que no puede actuar contra Fernando Redondo, actualmente jugador del Milán, "debería imponer una sanción a Raúl, que seguramente fue engañado y no sabía a qué iba, -concedió el director general de Inmigración- por haber participado y dar un ejemplo repudiable". LIBERTAD DIGITAL, 14 de marzo de 2003 __________________________________________________________ Indignación entre los madridistas por el protagonismo del líder de Ultrasur, José Luis Ochaíta, en el homenaje a Redondo. Terminó el partido y Raúl acompañó a Redondo hacia el fondo sur para que se le entregara un placa en reconocimiento al cariño de la afición. Para indignación de la mayoría de aficionados, la placa se la entregó José Luis Ochaíta, condenado reiteradas veces por sus actos como jefe de Ultrasur. Bajo su mandato, los ultras amenazaron a Valdano por ser "sudaca". Olvidaron que Redondo es argentino. El Movimiento contra la Intolerancia ha pedido la disolución de la peña madridista Ultras Sur, que una vez más protagonizó incidentes violentos en las proximidades del Santiago Bernabéu antes del partido que el Real Madrid disputó contra el Milán. Alrededor de medio centenar de miembros de la peña madridista protagonizaron incidentes violentos antes del partido Real Madrid-Milán, que incluyeron el lanzamiento de botellas, botes, palos, bengalas y petardos. Ocho policías resultaron ligeramente heridos en la operación para cortar las actividades violentas de la peña radical. El Real Madrid mostró su indignación por el comportamiento de los hinchas radicales y puso los hechos en conocimiento de la Delegación del Gobierno. Sin embargo, ese no fue el momento estelar de los Ultra Sur en la noche del miércoles. Los hinchas radicales acapararon gran parte del protagonismo del homenaje que recibió el ex jugador del Real Madrid y ahora en el Milán, Fernando Redondo, en el Bernabéu. Para sorpresa de la mayoría de los presentes, incluido Florentino Pérez, el mítico líder de los ultras, José Luis Ochaíta, entregó en el fondo sur del estadio una placa honorífica en nombre de este grupo radical a Redondo. Antes, el capitán Raúl González hizo de cicerone y acompañó a su amigo hasta su cita con los ultras. Ochaíta, al que en 1998 se le prohibió el acceso a los estadios españoles durante tres años por comportamiento violento, se coló en el campo a la altura de la portería del fondo sur, sin que los responsables de seguridad del Real Madrid pudieran impedirlo. Entre las barbaridades cometidas por quién el miércoles se hizo una foto con Redondo destacan el ataque a un grupo de seguidores del Estudiantes con cuchillo y aerosol de gas lacrimógeno en mano, el intento de agresión a los jugadores del Barça de baloncesto en la cancha del Real Madrid o su detención en el Bernabéu con un tirador metálico y varias tuercas en los prolegómenos de un partido ante el Athletic de Bilbao. Se da además la triste paradoja de que bajo el mandato de Ochaíta, los ultras llenaron hace ocho años el Bernabéu de pintadas contra Valdano y Ángel Cappa en las que se leía: “No queremos ni rojos ni sudacas”. Redondo, aunque madridista de corazón y español tras jurar la Constitución, nació en Adrogué, Argentina. Redondo, uno de los mejores futbolistas de la historia del Real Madrid, no merece ver ensuciado su homenaje ni que se relacione su figura con gente como Ochaíta. LIBERTAD DIGITAL, 13 de marzo de 2003