El arzobispo de Pamplona y vicepresidente de la Conferencia Episcopal,
Fernando Sebastián, ha anunciado que “buscará amparo en las instancias competentes” si el Parlamento de Navarra aprueba finalmente un manifiesto de reconocimiento a los fusilados y desaparecidos durante la Guerra Civil en el que se indica que los asesinados en esta comunidad lo fueron “con el beneplácito y, en algunos casos, con la actuación directa de la jerarquía eclesiástica”.
El arzobispo ha enviado una carta al presidente de la cámara foral,
José Luis Castejón (PSN-PSOE), en la que solicita la modificación o supresión de este párrafo del manifiesto al considerar que no responde a la verdad histórica y que es gravemente injurioso.
La declaración, que será votada hoy en un pleno extraordinario, ha sido aprobada ya por la comisión de Convivencia del Legislativo navarro y ratificada por la Junta de Portavoces, en ambos casos con el apoyo de todos los grupos con excepción de UPN, que se abstuvo, y que hasta el último momento defendió un texto alternativo en el que hacía referencia al respaldo popular que tuvo el alzamiento de 18 de julio y que también hacía mención a las víctimas del terrorismo.
El párrafo que ha motivado la polémica dice que “estos actos criminales (en referencia a los fusilamientos) se llevaron a cabo no sólo con el beneplácito de la jerarquía eclesiástica de la Iglesia católica, manifestada públicamente a favor del llamado ‘Alzamiento’, sino en algunos casos con su participación directa”.
El arzobispo Fernando Sebastián, quien asegura que “la Iglesia católica se suma gustosamente al reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil”, señala en su carta que dicha frase “no es verdadera y resulta gravemente injuriosa para quien presidía en aquellos momentos la Iglesia de Navarra, para la inmensa mayoría de sus sacerdotes y aun para todos los católicos de entonces y de ahora”. Durante la Guerra Civil hubo tres mil fusilados y desaparecidos en Navarra.
Xabier González. Pamplona.
LA VANGUARDIA, 10 de marzo de 2003