La Sociedad de Contracepción afirma que el porcentaje real podría alcanzar hasta el 70%. En Euskadi se practicaron en 2001 1.564 interrupciones de gestación.
Durante 2001, 136 adolescentes vascas abortaron en clínicas de Euskadi. Tres de ellas eran menores de 15 años. El dato puede no decir mucho por sí solo, pero significa que prácticamente la mitad -un 48,41% en 2000- de las jóvenes menores de 20 años que se quedaron embarazadas interrumpieron voluntariamente la gestación en el País Vasco. Así lo asegura un estudio realizado por
Margarita Delgado, demógrafa del Instituto de Economía y Geografía del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Roberto Lertxundi, presidente de la
Sociedad Vasca de Contracepción, no secunda el dato. Las cifras que él maneja lo rebasan. «La demanda es mucho mayor. Podría ser de hasta el 70%», afirma. Los miembros de la asociación están convencidos de que sólo una parte de los abortos queda registrada en las estadísticas de los organismos públicos, y de que las adolescentes son las que, proporcionalmente, más recurren a la interrupción de la gestación.
«Se quedan embarazadas más mujeres de entre 20 y 30 años, pero éstas aceptan con más facilidad la situación. Sólo el 15% de ellas decide poner fin a la gestación», asegura el especialista.
En una década, según el estudio del CSIC, el porcentaje de adolescentes que recurren al aborto para terminar con un embarazo no deseado se ha elevado en 14 puntos. Ello, pese a las campañas de educación sexual y a que los métodos anticonceptivos parecen estar al alcance también de los más jóvenes. «Los datos reflejan que las iniciativas son un fracaso», asegura el ginecólogo
José Luis Neyro. «Siempre falta información. Todas las encuestas apuntan a que lo que los jóvenes saben de anticoncepción y de sexo en general lo aprenden en la calle, con sus amigos, y no en la escuela o de sus familias», explica.
«Riesgo para la madre»
La ley del aborto prevé tres supuestos en España: riesgo para la madre, peligro para el feto y violación. En más del 95% de los casos, se argumenta el riesgo físico o psíquico para la madre. «Hablamos de chicas menores, y tener un hijo a los 15, 16 ó 17 años supone sin duda un riesgo para el equilibrio psicológico de la madre. Además, nadie asegura que ese niño vaya a estar bien atendido», argumenta Lertxundi.
Cuando la embarazada es menor de edad, son necesarios dos requisitos: la autorización de los padres o tutores y el informe de un psiquiatra ajeno al centro donde se realizará la operación. Con esta última prueba, las adolescentes acuden a las clínicas privadas, en las que una interrupción voluntaria del embarazo cuesta entre 200 y 300 euros.
La intervención no requiere hospitalización. Se hace en régimen ambulatorio, con anestesia local y, en más del 50% de los casos, por la técnica de la aspiración. «La operación es sencilla. En realidad, lo más importante es que se trate de una decisión firme», prosigue Lertxundi. Por eso las menores cuentan también en los centros con el asesoramiento de psicólogos y expertos.
1.564 abortos al año.
El 8% de los 1.564 abortos realizados en 2001 en el País Vasco correspondió a chicas menores de 19 años. Por franjas de edad, el grupo más numeroso fue el de jóvenes de entre 20 y 29 años, con un 51% del total. Sin embargo, en comparación con el número de embarazadas, éstas son las que menos recurren a la interrupción de la gestación.
Lo que resulta llamativo es que, como apunta José Luis Neyro, existe una tendencia similar a la de las adolescentes en las mujeres de más de 38 años. Entre ellas, casi el 20% de las que quedaron encintas afrontaron un aborto. «Tienen ya su familia, su vida hecha, etcétera, y lo que creen que es un desarreglo menstrual resulta que es un embarazo», señala el ginecólogo. «También en este grupo existe falta de planificación».
LOS DATOS:
En privado: prácticamente el total de las interrupciones voluntarias del embarazo en el País Vasco se realiza en clínicas privadas. La red pública desvía los casos a los centros concertados.
Incidencia: En 2001 se produjeron en la comunidad autónoma vasca 1.564 abortos, 136 de adolescentes.
Autorización: las menores necesitan el permiso de su tutor.
Informe: se requiere un estudio psicológico y ginecológico. Con él se demuestra que el caso entra dentro de los tres supuestos legales en España (riesgo para la madre, peligro para el feto o violación) para abortar. En más del 95% de las veces, se aduce el primer motivo.
Operación: no necesita ingreso hospitalario. No hace falta anestesia general. El método más utilizado es la aspiración (53,3%), seguido de la píldora RU-486 (27,6%).
En Europa: en la mayoría de países, no existen supuestos, sino que el aborto es legal hasta las 12 semanas de gestación. A partir de esa fecha, sí se requiere ajustarse a algunos límites. Francia aprobó hace dos años una reforma de la ley del aborto por la cual las menores de edad no necesitan autorización paterna, pero sí ir acompañadas de un adulto.
En EE UU: la legislación estadounidense es similar a la europea.
Elena Sierra, Bilbao
EL CORREO, 27 de febrero de 2003