El problema del pueblo vasco lo sabemos todos. Es el terrorismo. Ojalá termine esta lacra. Pero no puedes hacer demagogia de la misma manera que la hacen Aznar y sus secuaces. Condenar los atentados es un mero formalismo para quedar bien.
Hay mucha gente que está en contra de la violencia y el asesinato y no condena los atentados. ¿Por qué hay que ilegalizar Batasuna? ¿Porque no condena? Yo pienso que debe ser el pueblo el que deje de votarles, porque, aunque nos duela, hay un diez por ciento que les vota, aunque afortunadamente se va reduciendo el porcentaje.
A pesar de que esté en contra de la ilegalización, estoy a favor de que se tomen medidas contra los militantes del foro, partido político, asociacion, etc. que participen en actos de exaltación del terrorismo o apología del mismo, a nivel individual y exclusivamente personal. No se tiene que meter en el mismo saco a todas las personas que pertenecen a un colectivo, porque siempre hay sensibilidades muy diferentes.
El único problema que veo para actuar de esta manera es la parcialidad de los jueces en temas de terrorismo. Aún recuerdo cuando quisieron establecer cargos contra «Gara» por publicar una entrevista con altos cargos de ETA una semana después de que la BBC inglesa emitiera un reportaje extenso con entrevistas y detalles sobre ETA y nadie dijera nada.
La mejor forma de acabar con este problema es la educación y el respeto y eso es lo que menos se puede aprender viendo la televisión, tal y como están las cosas.
El terrorismo es un negocio para los partidos, una máquina de hacer votos y aunque no interesa vivir amenzado, obviamente, interesa tener siempre a alguien a quien acusar de asesino para ganarse el favor del pueblo llano. Cada vez que el gobierno comete un error mayúsculo, en Euskadi hablamos de a ver cuánto tarda en aumentar las penas a los terroristas, emprender acciones legales contra algún individuo acusándole de apología del terrorismo, lanzar las hordas contra el País Vasco... por favor, queremos paz, pero también queremos que la gente venga a Euskadi sabiendo lo que realmente es.
Aquí no vamos con pistola por la calle como muchos se piensan todavía. Seguimos sufriendo en nuestros coches, principalmente, aunque cada vez menos, rayones y roturas de lunas por tener una matrícula de San Sebastián. ¿Alguien piensa que un terrorista es tal inútil como para llevar un coche con matrícula vasca para cometer un atentado?
También sufrimos el desprecio de las fuerzas de seguridad del Estado que paran a todos los coches con matrícula vasca cada vez que hay un control.
Estamos cansados de esto. Y como decía antes, la mejor forma de acabar con todo esto es educar desde jóvenes a todos. Es por eso que la labor de los
monitores del ambiente salesiano es muy importante, sobre todo en ciertos lugares con más tensión.
Animo a todos a educar en el respeto y no en la confrontación. Tenemos que hacer personas críticas que sean capaces de discernir entre el bien y el mal y a su vez que sean capaces de admitir que cualquier tipo de violencia está dentro del mal. Una persona vale más que un voto, una persona es lo más grande. Hagamos entre todos un País Vasco libre y pacífico, pero hagamos también todos, desde Madrid y el resto del país, un estado educado en el respeto a la diversidad. Paz y bien.
Txapelpunk
11 de enero de 2003
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