La posición del Gobierno del PP se resume en los siguientes puntos:
1.- Los esfuerzos desplegados por España y la comunidad internacional para desarmar a Irak en Armas de Destrucción masiva son consecuencia de un mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al amparo de la Resolución 1441, aprobada unánimemente (incluído Siria y Francia) el 8 de noviembre de 2002. El objetivo es el desarme de IRAK.
2.- Dicha Resolución obliga a Irak a cumplir sus obligaciones de Desarme. Las inspecciones no son más que un medio para obtener ese objetivo, impedir que el régimen de Bagdad pueda hacer uso directa o indirectamente de Armas de Destrucción masiva.
3.- La situación de Irak, como lo pusieron de manifiesto distintas intervenciones el lunes pasado en el Consejo de Seguridad, está indisolublemente ligada al problema del terrorismo. Al nuevo escenario que hemos de afrontar. Muy diferente de la etapa anterior, al de la guerra fría. Porque la guerra fría fue un tiempo de peligro colectivo, de miedo justificado. Pero había algunas certezas, había reglas de juego. Los terroristas no respetan ninguna regla. Así, en este mundo de incertidumbre, frente a un enemigo difuso, el riesgo de que grupos terroristas pueden ser receptores de dicho tipo de armas, que formen parte actualmente del arsenal iraquí o que puedan obtenerse como consecuencia del desarrollo de los programas actualmente en curso, es un riesgo real.
4.- España y el PP ha defendido y defiende que, tras el informe de los Jefes de los inspectores el próximo día 27 de enero, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aborde, ejercitando la responsabilidad que le incumbe, la situación iraquí a la luz del informe recibido.
5.- El objetivo del Gobierno del PP es contribuir a la Paz y Seguridad en el mundo. Y para ello es esencial que el Consejo de Seguridad mantenga su credibilidad a través de la eficacia plena de las Resoluciones que adopta.
CONTEXTO
• Nos encontramos haciendo frente a una situación en la que un país, Iraq, se ha convertido tras 12 años de sistemático incumplimiento de las resoluciones internacionales, en una amenaza para la paz.
Este proceso empieza con la invasión de Kuwait el 2 de agosto de 1990. Tras el fracaso de todos y cada uno de los intentos de la comunidad internacional por lograr una salida pacífica al conflicto, el Consejo de Seguridad adopta la Resolución 678, el 29 de noviembre de 1990. En esta Resolución, se emplaza a Irak a abandonar Kuwait y a cumplir las obligaciones que la comunidad internacional le impone. La resolución estipula que, caso contrario, la comunidad internacional podrá utilizar “todos los medios necesarios” para hacer cumplir la legalidad internacional.
A la vista del desprecio absoluto mostrado por el régimen de Bagdad, la intervención militar comenzó el 15 de enero del 91.
El Gobierno español del PSOE comprendió en aquel momento la gravedad de la situación y, agotada la vía diplomática, adoptó aquellas medidas –respaldadas por el Partido Popular, en aquel momento grupo mayoritario de la oposición- necesarias para el restablecimiento de la paz y la estabilidad en la región.
• Posteriormente, al término del conflicto, el Consejo de Seguridad aprueba el 3 de abril de 1991 la RES 687 que establece el alto el fuego condicionado al mantenimiento del mismo al cumplimiento por parte de Irak de todas las obligaciones internacionales impuestas por la comunidad internacional.
Al igual que meses antes, el Gobierno español del PSOE apoyó dicha Resolución y la necesidad insoslayable de que Irak cumpliese con todas sus obligaciones internacionales. Entre ellas:
- Permitir a los inspectores supervisar la completa destrucción de todas las armas de destrucción masiva.
- Detener el desarrollo de cualquier nuevo sistema de armas, nucleares, biológicas o químicas.
- Destruir todos los mísiles balísticos de un radio superior a 150 kilómetros.
- Detener su apoyo al terrorismo e impedir que organizaciones terroristas operen en el interior del país.
- Dar cuenta del paradero de los kuwaitíes y otros extranjeros desaparecidos tras la guerra del Golfo.
- Devolver las propiedades kuwaitíes sustraídas y afrontar las responsabilidades financieras resultantes de los daños causados durante el conflicto.
- Poner fin a la represión del pueblo iraquí.
Pero es que además, como recuerda el Preámbulo de la Resolución 1441, la Resolución 687 obligaba a Irak a hacer “una declaración exacta, cabal definitiva y completa” de todos los aspectos de sus programas de desarrollo de armas de destrucción masiva y misiles balísticos que tuviera en su poder, así como las instalaciones y lugares de producción.
Pues bien, hoy, más de doce años después puede afirmarse sin ningún genero de dudas que el régimen de Saddam Hussein no ha cumplido ninguna de las condiciones de la Resolución 687 a satisfacción.
• El Consejo de Seguridad ha venido condenando reiteradamente a Irak por el incumplimiento de sus obligaciones:
- Ya sea en lo relativo a la clarificación de sus programas de destrucción masiva (RES 707 de agosto de 1991).
- Ya sea por las amenazantes maniobras del ejercito iraquí, una vez más, hacia Kuwait (RES 949 de octubre de 1994 que resucita la autorización de la 678 de “utilización de todos los medios necesarios”).
- Ya sea por la expulsión de los inspectores de la UNSCOM (RES 1194 de septiembre de 1998).
Algunos ejemplos de las innumerables violaciones de las resoluciones de Naciones Unidas del régimen iraquí durante los años 1995-98:
1.- La actitud ante la Resolución 1060 de 12 de junio de 1996. El gobierno de Saddam Hussein se negaba obstinadamente a facilitar el acceso de los inspectores a la sede de la Guardia Republicana y el sobrevuelo de helicópteros de sus instalaciones. El Consejo de Seguridad aprobó una resolución específica exigiendo su cumplimiento con carácter inmediato y calificando las acciones de Irak de clara violación de las Resoluciones de Naciones Unidas.
2.- Existen grabaciones de septiembre de 1997 de guardias iraquíes trasladando archivos, quemando documentos y tirando a un río cercano recipientes llenos de cenizas. Ese año el Consejo de Seguridad aprobó tres Resoluciones condenatorias (1115, 1134 y 1137).
3.- El 19 de diciembre de 1998 Irak declaró formalmente que no volvería a permitir la entrada de los inspectores que se habían retirado días antes. Un año después, el 17 de diciembre de 1999, se aprobó la Resolución 1284 que crea la UNMOVIC y especifica las condiciones que permitirían una suspensión eventual de las sanciones. Sin embargo, la Resolución no ha llegado nunca a aplicarse porque durante el tiempo que media entre su aprobación y la de la Resolución 1441 (de 8 de noviembre de 2002) Irak no ha modificado su actitud.
Por fin, y después de 9 resoluciones incumplidas, llega la Resolución 1441, aprobada por unanimidad de los miembros del Consejo de Seguridad y respaldada por la Liga Árabe, tiene un carácter novedoso. Supone, como dice su párrafo dispositivo segundo, “la última oportunidad que se concede a Irak para cumplir con sus obligaciones en materia de desarme”.
Esto muestra bien la gravedad de la situación. No estamos ya ante un cuadro más o menos serio de incumplimiento de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Se trata de un permanente desafío al Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional por parte de un régimen que ha cometido las más graves quebrantamientos y amenazas a la paz y a la seguridad internacionales.
Es preciso no olvidar además las guerras de agresión que causaron más de un millón de muertos contra Irán y Kuwait, país que invadió, o la utilización de armas químicas tanto contra el ejército iraní como contra la propia población iraquí. Irak bate el record de violaciones de los derechos humanos ejecutando de forma arbitraria y masiva a su población en las cárceles iraquíes, expulsando a centenares de miles de iraquíes de origen kurdo de la zona de Kirkuk, confiscando sus bienes y tierras, manipulando el programa “Petróleo por Alimentos”, rechazando ofertas bilaterales de incremento del mismo, o destinando importantes volúmenes de petróleo a su venta al margen de Naciones Unidas. Es de obligada mención además el amparo brindado a organizaciones terroristas incluidas en las listas europeas, como Mujjahiddin e-Halq.
Pero Saddam Hussein no solo ha incumplido sistemáticamente las Resoluciones de Naciones Unidas y violado reiteradamente los derechos humanos del pueblo iraquí. Representa un peligro para toda la comunidad internacional en tanto posee armas de destrucción masiva y su comportamiento no deja albergar duda alguna de su disposición a usarlas.
Hemos de ser conscientes que el uso de estas armas tendría consecuencias de incalculable devastación.
• Se trata de una amenaza real. El régimen iraquí se encuentra en un punto en el que confluyen simultáneamente el incumplimiento de las resoluciones internacionales, el mantenimiento de programas de armas de destrucción masiva y el estimulo económico a actividades terroristas.
• La comunidad internacional no puede ni debe permanecer con los brazos cruzados ante una situación que era ya intolerable antes del 11 de septiembre del 2001. Además a partir de esta fecha somos todos conscientes de que el terrorismo es una amenaza difusa para todos en la que no tienen cabida los compartimentos estanco. Por el contrario, debemos actuar con firmeza y hacer frente a las responsabilidades que nos competen para hacer prevalecer la ley y la libertad. Además debe recordarse en este contexto que Irak es el único país que no ha condenado los atentados del 11 de septiembre.
Ante esta situación, la actividad del gobierno del PP en el ámbito internacional tanto en sus relaciones bilaterales como multilaterales (ámbito de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y de la OTAN) se ha orientado a contribuir a que esta crisis encuentre una solución pacífica conforme a la doctrina de Naciones Unidas.
Como nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad hemos asumido una especial responsabilidad para encontrar una solución a esta crisis, es una responsabilidad que no eludiremos.
En el PP entendemos que:
1.- Ningún miembro de la comunidad de naciones que se rigen por el imperio de la ley desea un escenario de confrontación. Precisamente por eso, el PP impulsa antes y después del ingreso de España en el Consejo de Seguridad de NN.UU., todas las vías políticas y diplomáticas para evitar el conflicto. El recurso a la fuerza es el último recurso.
2.- Lo que el PP persigue es que se cumpla la legalidad internacional. Nuestro objetivo es el desarme de Irak. Esa legalidad internacional es la Resolución 1441 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobada el pasado 8 de noviembre como ya he dicho por unanimidad (y esto incluye a todos, también a miembros no permanentes como Siria).
Esta no es una Resolución más en la larga serie de las aprobadas por el Consejo de Seguridad condenando al régimen de Saddam Hussein. Es “la última oportunidad que se concede a Irak para cumplir con sus obligaciones en materia de desarme”.
Dicha Resolución señala que Iraq ha incurrido y se encuentra todavía en grave violación de sus obligaciones, entre ellas la RES 687 (1991), que condicionaba el alto el fuego al cumplimiento por parte iraquí de sus obligaciones en materia de desarme.
Se decide, además que:
• Las falsedades u omisiones en las declaraciones presentadas por Iraq en cumplimiento de dicha Resolución constituirán una nueva violación grave de las obligaciones de Iraq.
• El Consejo de Seguridad se reunirá una vez recibido el informe de los inspectores a fin de examinar la situación y la necesidad de que se cumplan plenamente sus resoluciones en la materia.
• De seguir infringiendo sus obligaciones se expondrá a graves consecuencias.
LA SITUACIÓN EN LA QUE SE ENCUENTRA ACTUALMENTE IRAK TIENE COMO EXCLUSIVA CAUSA EL SISTEMÁTICO INCUMPLIMIENTO POR PARTE DE SADAM HUSSEIN DE TODAS LAS RESOLUCIONES RELEVANTES DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DESDE 1991.
La presentación del Informe de los inspectores del día 27 no es el punto final de un proceso. El Gobierno del PP en el Consejo de Seguridad, está efectuando el oportuno análisis de la situación. España desearía constatar en ese momento el mayor nivel de consenso.
RELACION ESPAÑA – EEUU
La cuestión de Iraq ha ocupado parte importante de las conversaciones que España y EE.UU. han mantenido en el curso de los últimos meses. Lo fue, en las conversaciones que el Presidente del Gobierno mantuvo con el Presidente Bush el pasado mes de diciembre, y lo han sido y lo serán en los contactos la Ministra de Asuntos Exteriores viene manteniendo regularmente con Powell.
Y ambos países compartimos no sólo la preocupación por la inestabilidad en la región, sino, además la plena convicción de que el responsable tiene nombre y apellidos y no es otro que Saddam Hussein.
El Gobierno del PP entiende que, por razones de responsabilidad histórica resulta imprescindible mandar un mensaje muy claro y contundente al régimen iraquí: debe cumplir con sus obligaciones internacionales, o sólo él será responsable de las consecuencias. No se pueden prorrogar indefinidamente los plazos de cumplimiento de las obligaciones de un régimen que está mofándose de la comunidad internacional desde hace años. La verdadera disuasión se basa en la credibilidad de la amenaza.
Hay que señalar que España y EE.UU. no han abordado todavía, de manera específica, la cuestión relativa a una cooperación militar en caso de conflicto.
Aunque hemos recordado, las posibilidades que para dicha cooperación se especifican en el Convenio que existe entre ambos países. Y también se ha pasado revista a aquellos escenarios que pudieran ser susceptibles de una contribución española más específica con la coalición que eventualmente se desplegase en Iraq, en el escenario no deseable de un conflicto.
• Uso de las bases:
- Desde 1990 hasta el presente, el Gobierno español ha autorizado el uso de las bases españolas a las fuerzas armadas norteamericanas en 29 operaciones militares (15 operaciones entre 1990 y 1996).
Además de para operaciones de asistencia humanitaria o de apoyo a las operaciones para el mantenimiento de la paz, el Gobierno español ha concedido igualmente la autorización solicitada por EE.UU. para operaciones militares ligadas al uso de la fuerza como en los casos de:
- la operación “tormenta del desierto” (liberación de Kuwait),
- la operación “SouthernWatch” y “Northern Watch” para la vigilancia al sur del paralelo 33,
- la operación “Joint Endeavour” (operaciones de la OTAN en los Balcanes),
- y la operación “Enduring Freedom”, contra el terrorismo en Afganistán.
- No queremos precipitar acontecimientos. España espera y no está ahorrando esfuerzos en la consecución de una solución pacífica. Pero en caso de que la intervención militar en Iraq sea inevitable, el Gobierno no rehuirá sus convicciones políticas, que le llevan a un compromiso sin fisuras con la legalidad internacional, la paz, y la estabilidad en la región.
Y adoptará también todas aquellas medidas que se deriven de las responsabilidades asumidas con los países amigos y aliados y, desde luego, incluyo en este ámbito, como en el pasado, la autorización para la utilización de las bases españolas.
Conclusión
La idea que resulta fundamental para el PP y el Gobierno de España es: la agresividad demostrada por Iraq dentro y fuera de su país, la existencia de armas o sustancias de destrucción masiva en manos del régimen de Bagdad y la actitud favorable de ese régimen hacia actividades terroristas que convengan a sus intereses.
Se trata de una combinación explosiva. Tras la experiencia del 11 de septiembre, es evidente la grave amenaza que plantea el terrorismo, sobre todo si está combinado con armas de destrucción masiva. No se puede permitir que un régimen como el de Irak mantenga ocultas armas de destrucción masiva y las pueda poner en manos de redes terroristas, que puedan a su vez poner en peligro a la Comunidad Internacional.
Estamos exigiendo única y exclusivamente el cumplimiento de la legalidad internacional, asumida por todos, una legalidad que hasta el momento, sólo Irak ha incumplido. Hemos de recordar que los Estados Unidos han actuado hasta el momento siempre en el seno de Naciones Unidas.
Es momento de la responsabilidad, de asumir el mundo como es y la amenaza como parte de nuestra realidad y contexto internacional.
En este contexto, el Partido Popular juega en el tablero político de la realidad para poder convertirla en lo que nos gustaría que fuese. Otros juegan con lo que les gustaría que fuese como si se tratase de una realidad.
El Partido Popular es un partido político serio y responsable que no rehuye ni hace demagogia con las cuestiones que afectan a los más importantes intereses de sus ciudadanos y de España. Existen determinadas cuestiones que consideramos están fuera del juego político partidario y así lo demostramos en 1991.
En 1991 en la Guerra del Golfo se alcanzó un consenso entre el Gobierno socialista y la oposición del PP, este consenso constituyó un esfuerzo convergente de las dos principales fuerzas políticas que se unieron en defensa del común interés nacional. Este consenso es un activo de la Política Exterior Española que no debería romperse, los partidos políticos de la oposición deberían actuar con el mismo sentido de Estado que el PP demostró tener en 1991.
No podemos olvidar que España ha venido reclamando durante años un compromiso internacional en la lucha contra el terrorismo y esta colaboración está dando importantes frutos en la política antiterrorista de España. El acuerdo básico alcanzado en la UE respecto de la lucha contra el terrorismo en todos los ámbitos significa que no esta lucha no es divisible, es la lucha contra su financiación, contra los aparatos de apoyo, contra los aparatos políticos o contra los ejecutores del terror.
El Partido Popular viene demostrando desde hace años, y va a continuar haciéndolo, su compromiso solidario al compartir la responsabilidad en la lucha mundial contra el terrorismo. Esta es una responsabilidad que exige firmeza. Firmeza en la defensa de nuestros valores. Sadam es una verdadera amenaza contra la democracia y sus valores y su fin hará que el mundo sea un lugar más seguro.
POSIBLES PREGUNTAS
¿Porqué Irak sí e Israel no?
La situación de Irak e Israel son incomparables en relación con el incumplimiento de las Resoluciones del CS de NNUU sobre el proceso de paz en oriente medio.
Hay 2 tipos de resoluciones:
- Las aprobadas bajo el capítulo VI tratan de la solución pacífica de controversias
- Las aprobadas bajo el capítulo VII que otorgan al Consejo amplios poderes, incluida la posibilidad del uso de la fuerza.
Todas las resoluciones relativas al conflicto árabe-israelí pertenecen al capítulo VI mientras que las de Irak pertenecen a las del capítulo VII.
No es el momento de Sharon es el momento de Sadam, vamos a hablar en cada momento de lo que toca.
Israel tiene armas nucleares
Las tiene como un elemento de disuasión, es decir, para utilizarlas como defensa y en última instancia no como Sadam Hussein que son de ataque y en primera instancia. Francia también tiene armas nucleares y está fuera de toda duda.
Valoración de la postura tomada por Francia y Alemania
Recordar que Francia y Alemania apoyaron la resolución 14 41 que implica las últimas consecuencias en caso de incumplimiento de las condiciones de dicha resolución. Además, la resolución 1441 fue adoptada por todos los miembros de la UE en el Consejo de Copenhague.
España jugará una vez más el papel de mediador en la brecha provocada no sólo entre la UE por ellos, sino entre la UE y los Estados Unidos. La UE debe ser un amigo leal, un aliado leal. La relación transatlántica no debe convertirse en una víctima de los constantes intentos del régimen iraquí de amenazar la seguridad mundial. Hoy más que nunca el vínculo transatlántico es una garantía de nuestra libertad.
Información extraída del Sitio Web oficial del Partido Popular www.pp.es