El maltrato no es motivo de nulidad matrimonial.

Varios obispos católicos españoles se han posicionado en contra de considerar los malos tratos como uno de los motivos para la declaración de la nulidad del matrimonio. En este sentido se han expresado a lo largo de esta semana el portavoz de la conferencia episcopal española, Juan José Asenjo, y el arzobispo de Catalunya, Ricard María Carles, quien recordó además que un matrimonio «conlleva sacrificios». El cardenal arzobispo de Barcelona, Ricard María Carles, aseguró ayer que un matrimonio conlleva «sacrificios y dificultades», por lo que opinó que no todos los casos de malos tratos son razón suficiente para declarar la nulidad matrimonial, sino sólo en aquellos en los que se puedan probar «indicios de malos tratos antes» de la celebración de la boda. Las declaraciones del arzobispo de Barcelona se produjeron en el contexto de la polémica originada a raíz de las opiniones vertidas por el portavoz de la Conferencia Episcopal española, Juan José Asenjo, que el pasado martes dijo que los malos tratos no son causa de nulidad matrimonial. Añadió además, que «es absolutamente lógico y normal este pronunciamiento, porque normalmente los malos tratos son un asunto sobrevenido después de la celebración del matrimonio. El matrimonio era válido y los malos tratos ulteriores no anulan un matrimonio». Siguiendo la misma línea argumental de Asenjo, el arzobispo de Barcelona indicó ayer que la nulidad del enlace se podrá declarar «sólo en los casos en los que se demuestre que uno de los cónyuges ya era víctima de malos tratos antes de contraer matrimonio con la persona que la maltrataba». Según Carles, la declaración de nulidad en estos casos se podría justificar considerando que la persona maltratada «estaba incapacitada para tomar libremente la decisión de contraer matrimonio». Aunque reconoció que «el tema de los malos tratos nunca había sido tan grave como ahora», precisó que no se trata de «anular» el matrimonio, sino de declarar su nulidad: «Los matrimonios no se anulan nunca, sólo se puede considerar que (el enlace) no fue válido en su origen». GARA, 20 de septiembre de 2002.