Lleva siete semanas suspendido de lo más alto de las listas de ventas. Desde allá arriba, agarrado a sus privilegiadas cuerdas vocales con una fuerza de voluntad indoblegable y propulsado por el magnetismo de su sinceridad, su incandescente chispa andaluza y una energía que revienta sus 23 años, ha roto el orden del universo musical para convertirse en su nuevo centro de gravedad. Eclipsa a astros legendarios, en su calendario sólo hay noches de plazas llenas y amenaza con comerse el mundo con la rapidez con que devora hamburguesas. Una carrera meteórica. Con 800.000 discos vendidos en diez días, 70 galas estivales y ¡10.000! chicas pujando y empujando por un autógrafo suyo en un híper de Mataró, la estrella de David no ha nacido ayer. Debía nacer este atardecer, al cumplirse nueve meses justos de gestación.
Tal día como hoy, pero del pasado octubre, este joven almeriense, que había plantado sus estudios en segundo de BUP para emplearse en un vivero forestal, volvió a una academia. No quedaba sitio, pero, como los tipos que gustan a la Historia, entró recomendado por la casualidad. Llamó a Operación Triunfo el penúltimo día de casting y le dijeron que era tarde. Pero tanto insistió el terco de David Bisbal Ferre, hijo de un boxeador seis veces campeón de España, que, al enésimo asalto, aceptaron hacerle una prueba.
Fue volando. 45.000 pesetas le costó el pasaje de avión, si bien podía haberse ahorrado el billete de vuelta. Sus tardes de niño imitando a Sergio Dalma ante un espejo y sus cuatro años en la orquesta Expresiones le valieron ser admitido en la carrera del triunfo, y revelarse un alumno aventajado. Ni una vez fue nominado para dejar el internado. Al contrario. Cada lunes entraba en la pequeña pantalla y salía por la puerta grande; y, antes de licenciarse en marzo el segundo de su promoción, no le cabía el trabajo en la maleta: gira de fin de curso, disco en Miami con el productor de Luis Miguel, coros en Eurovisión
Harto de langosta.
David, que nunca había pisado el extranjero, aún no se lo cree. Ni se lo tiene creído. «Soy muy cortado», repite. Tanto, que cuando de pequeño le pedían que cantara en las comidas familiares, lo hacía de espaldas. Un desperdicio para quien ha sido elegido el hombre más atractivo del país. El propio efebo, no obstante, lo atribuye a un efecto óptico de la televisión, que crea ídolos por un tubo a fuerza de colarlos en la sala de estar. Más en su caso, en que media España -un cuarto, para ser exactos- siente haberle empujado al éxito semana a semana. Y consentido que, en la banda Expresiones, como en la mayoría de las que animan las verbenas estivales, los bises más pedidos sean los temas de Bisbal.
-¿Dónde estaba el año pasado en una tarde de julio como ésta?
-Actuando con la orquesta. Pasaba el verano de pueblo en pueblo.
-¿Cómo creía que llegaría el éxito?
-Soñaba con que alguien entre el público me viese y me dijera: ¡Oye, chaval!, te vamos a grabar un disco . Por eso, siempre que actuábamos en un casino, donde la gente va a escucharte más que a bailar y viste muy bien, ponía más respeto y pensaba: Mira que si aquel... .
-¿Cuánto ganaba por aquellos bolos?
-Empecé con 15.000 pesetas a la noche. Y estaba muy contento porque, como tenía muchas actuaciones, me sacaba dinero para el mes.
-Ahora cobra 48.000 euros (ocho millones de pesetas) por concierto. ¿Los había visto juntos?
-Bueno, ocho que se te quedan en nada Pero no tenemos tiempo para disfrutar del dinero. Si te enseño la agenda, te mueres. Sólo comemos, dormimos y trabajamos.
-Algún capricho ya se permitiría con el primer cheque de la Academia .
-Absolutamente nada. Trabajamos y vivimos una ilusión. Nada más.
-¿Y qué soñaba comprarse cuando fuera rico?
- Cuando tenga dinero, grabaré un disco . Eso decía, te lo juro.
-¿Qué otros deseos ha cumplido?
-Muchos. He salido de España, he conocido a infinidad de artistas a los que interpretaba en la orquesta Y me acuerdo de que, por mi cumpleaños, siempre le pedía a mi madre de regalo una langosta. Pues, en EE UU, el señor Kike Santander -productor del disco- me invitó a un pedazo que, vamos, se me quitó todo el hambre del bicho.
-¿Cómo es posible que usted venda 800.000 copias en diez días y Alejandro Sanz no pase de la mitad?
-Ni me lo explico, ni me lo creo. El día que me dieron los siete disquitos de platino, les dije: Pero esto no es cierto. Lo hacéis de propaganda, ¿verdad? . Ya los cobrarás , me contestaron. Cuando me cuentan lo que vendo, me muero de vergüenza.
-Quizás el deseo popular de convertir patitos feos en príncipes azules y el de TVE de contentar a la audiencia les ha allanado el camino
-Sí. Sé que, si ahora voy a México, va a ser mucho más difícil entrar en el mercado porque no ha habido un programa que, al estar en pantalla todos los días, haya hecho que la gente nos tome mucho cariño.
-¿No se ha sentido manipulado por TVE? Ha decidido sus carreras, dónde firmar discos, cuándo lanzarlos
-Cualquiera que trabaje tiene un jefe que le manda. Además, también nos dan un poquito de poder. No te voy a decir poder de decisión, pero, por ejemplo, pedí que pusieran toda la promoción del disco antes de los conciertos porque quería una gira bestial, y me han hecho caso.
-¿Y su imagen, se la han impuesto?
-Cuando entré en la Academia , llevaba el pelo largo porque, con la orquesta, no tenía tiempo para ir a la peluquería. Y así me quedé. Ahora, ya me caía por debajo de la nariz y decidí -bueno, la discográfica decidió- cortarme un poco. Pero ya he dicho que no me pelo más en los tres meses de gira.
-Colegas como Ramoncín o Miguel Ríos les auguran corta vida.
-Pues yo los admiro. Seguro que no nos critican tanto
-Es normal: llegan unos novatos y barren las listas de ventas para casa.
-No les hemos quitado ventas; el que tenía su público lo mantendrá. Pero este año, indiscutiblemente, es el nuestro, y no podemos desaprovecharlo. Cualquiera al que le dieran el sueño de su vida lo firmaría. Además, yo no he venido y, ¡bum!, me he metido a cantar. Llevo mucho tiempo en esto.
Amigas de un día.
-¿No le gustaría hacer otras cosas?
-No. Me veo cantando siempre. En el éxito, no lo sé. Pero, si un día se acaba, seguiré actuando, aunque tenga que volver a mi orquesta. Y con mucho orgullo volvería.
-¿Se le han caído los mitos? Parecían inalcanzables y ya es como ellos.
-¡Qué va! Sigo oyendo a Luis Miguel y a Mariah Carey. Son los mejores y los continúo viendo como ídolos.
-¿Después de conocer Eurovisión, cree que una canción como Corazón Latino habría quedado mejor?
-¡Hostia!, no lo sé. Pensar en Eurovisión como un concurso es inútil. Es política pura. No hay ni cantantes, ni música, ni na . Sólo países. Rosa hizo muy buen papel y es la que tenía que ir, porque la eligieron.
-Se tiende a pensar en la música como un submundo de gente maniática y caprichosa. ¿Es así?
-No sé mucho porque sólo llevo meses, pero yo, con un bocadillo y una cama, voy p alante . Se vive mejor así. Si vieses lo que tenía antes, te reirías del lujo como yo.
-¿Se ha llevado alguna decepción?
-Pensaba que esto era más blando. Antes, mi trabajo era subir al escenario y bajar. Ahora es desde que me levanto hasta que me acuesto: tele , entrevistas, reportajes de fotos, look , comprar ropa, videoclips
-¿Qué lleva peor?
-Que echo de menos a mi familia. Hace meses que no voy a casa, aunque mi hermano está conmigo para darme apoyo moral y tranquilizar a mis padres: Todo va bien. El niño está perfecto, come sus lentejas diarias. Ja, ja. Es que soy el pequeño de los tres hermanos.
-A su novia, una compañera de la orquesta, no la ha añorado nada
-No era novia, novia; era una amiga. Si estoy tan, tan, tan retirado de mi familia, imagínate de ella. Pero ya es agua pasada y
-Repita que Chenoa es sólo amiga.
-Pues sí, lo repetiré de nuevo. Somos muy, muy grandes amigos y nadie me ha apoyado como ella. Y doy gracias a Dios porque tenemos mucho trabajo por delante, y juntos.
-Pero, ¿es su tipo de mujer?
-No sé. Nunca digo de este agua no beberé, pero hoy le tengo demasiado respeto a Chenoa para pensarlo.
-Sea ella o no, ¿es el modelo femenino que enamora a Bisbal?
-De mi pareja busco que sea mi amiga, cariñosa y que, si yo la cuido, también ella cuide de mí. Ahora bien, no sé si Chenoa es así.
-¿Es hombre de una sola mujer?
-Quizás sí. He tenido muchas novias, muchas amiguillas de un día o de dos semanas. Pero cuando me enamoro, me enamoro.
-Chenoa ha cancelado sus conciertos en el País Vasco...
-No me preguntes; yo soy David, no Chenoa... Además, es peligroso.
-¿Ha deseado volver al anonimato?
-Con el exceso de trabajo, quizás sí en algún momento. Ahora mismo iría a la playa... Pero ¡no!, gracias a Dios que tenemos tanto que hacer.
EL CORREO DIGITAL, 21 de julio de 2002.