«También tengo amigos periodistas»
Parece su propia caricatura, a ratos abrupto, a ratos amable. Vive entre Zarautz y Bilbao a la espera de encontrar equipo y ensalza al obispo Uriarte.
Edad: 52 años.
Profesión: «Mi plan es no entrenar más allá de cinco años, pero igual acabó como Luis Aragonés».
Origen: «Barakaldo. No importa dónde has nacido, sino cómo has vivido».
Color: «Del Athletic hasta la médula».
Estado civil: Casado.
Estado de ánimo: «Sería mejor si ya tuviera un equipo».
Saga Clemente: «Mi hijo tiene el título Inef y prepara el curso de entrenador. Sólo le aconsejo que haga lo que quiere. Esta es una profesión dura, pero todas lo son. Y si quieres saber más, pregúntale a él».
En el Mundial anterior usted era seleccionador español, en el ojo del huracán. En el Mundial que se abrió el viernes, sólo comentarista. ¿Siente mono, siente envidia? «Ni mono, ni envidia. Simplemente que ahora les toca a otros».
Cuatro años después, ¿cómo recuerda el tormentoso Mundial de Francia? «Guardo un recuerdo fantástico, aunque nos eliminaran».
¿Un consejo al sucesor Camacho? «Que sea él mismo. Con eso basta».
Estos días de pelea del seleccionador con la Prensa se ha evocado el estilo Clemente... «Lo de Camacho no puede compararse con lo mío, aunque subyace en los dos casos la complicada relación con los medios».
¿Tiene amigos periodistas? «Claro que sí. En vuestra profesión, como en todas, hay de todo».
¿Quién va a ganar el Mundial? «Hay un grupo de favoritos claros, Brasil, Argentina o Francia, y uno de posibles, Italia, Alemania, Inglaterra, España y Camerún».
¿Y España? ¿Será un interruptus como el de Rosavisión? «Tiene buen equipo y puede hacer buen papel... pero no siempre lo hace. Cada aficionado es un entrenador. Yo hacía mi lista de seleccionados y Camacho ha hecho la suya».
¿Vio a Rosa en Eurovisión? «No. No me interesa nada Operación Triunfo, ni Gran Hermano... »
Y usted, cómo está. ¿En paro? «Estaré en paro si empieza la Liga y sigo sin equipo. Claro que me apetece entrenar porque soy hombre de banquillo. Me gustaría entrenar al mejor equipo del mundo. Si no puede ser, al que encuentre».
Tras su paso por Tenerife, ¿sigue creyendo lo de islas afortunadas? «Tomé el equipo en plena crisis y al final no se salvó por un partido. La afición, el club y la Prensa querían que me quedara. Para una vez que no he conseguido salvar al equipo quieren que me quede».
¿Ser vizcaíno en Gipuzkoa? «Gran parte de la semana la paso en Zarautz, y el resto en Bilbao. La gente me trata muy bien en Gipuzkoa y mis únicos problemas han sido futbolísticos, pero más con EL DIARIO VASCO que con los guipuzcoanos en general. El carácter guipuzcoano y el vizcaíno son distintos, pero no quiero decir que uno sea mejor que otro».
¿Su memoria de la Real? «Los recuerdos buenos pueden a los malos».
¿Ha hecho las paces con Toshack? «Para hacer las paces hay que estar en guerra y yo no lo estoy, pero sí le contestaré cuando diga cosas que son falsas. Él hace su vida, que afortunadamente no es la mía».
¿Y si se encuentran por Zarautz? «Es difícil. Él es ave solitaria y yo estoy en el pueblo, con la gente».
¿Sigue siendo accionista de la Real? «Sí, mantengo mis acciones».
¿Olabe? «Muy bien. Ya estaba en el equipo técnico cuando fui entrenador de la Real y se veía que era bueno».
¿Monsieur Denouix? «Es un gran profesional, de mucho prestigio en Francia. Le traté un poco en mi etapa francesa y vi que es un señor educado y respetuoso».
Hay quien piensa que su genio parece brillar más ante la Prensa que en el banquillo o en el vestuario. «En el fútbol a uno le miden por sus éxitos deportivos, y ahí estoy en los niveles altos. Si salgo mucho en los medios es porque me llamáis».
¿El Día Mundial sin Tabaco? «No quiero dejar de fumar, porque me gusta, pero sí quiero fumar menos. Sé que el tabaco es malo».
El país. ¿Tiene remedio lo nuestro? «Soy optimista al cien por cien. La solución pasa por sentarse a hablar. ¡Qué gran pastoral la de los obispos vascos! Es perfecta. Me ha encantado, aunque les estén dando tantos palos. Sucede siempre con las cosas brillantes. El obispo Uriarte es un monstruo, y su amistad me honra».
N.B. EL DIARIO VASCO, 2 de junio de 2002.