Estas palabras con las que estoy titulando este artículo con frecuencia se me vienen a la mente cuando leo en los periódicos frases como: "El jefe de la Iglesia de Nicaragua"... "El pastor de la Iglesia nicaragüense"... "La cabeza de la Iglesia de Nicaragua". ¿Cuál es la Iglesia de Nicaragua? La Iglesia de Nicaragua está dividida en obispados, y cada obispo depende directamente de Roma, y no son obispos que dependen del arzobispo de Managua, ni de ninguna "Cabeza" de la Iglesia de aquí.
Iglesias nacionales son las Iglesias cismáticas, como la "Iglesia Griega", la "Iglesia Rusa". Pero no es así el catolicismo. ¿Cuál es el jefe del catolicismo de los Estados Unidos? No hay ninguno. ¿Cuál es el jefe de la Iglesia Católica mexicana? Ninguno. ¿Cuál es el jefe de la Iglesia de Francia? ¿Cuál es el jefe de la Iglesia de España? ¿De Argentina? No existe ningún jefe de la Iglesia local. Sólo en Nicaragua.
El ser cardenal es un título honorífico. Eso a ningún obispo lo pone por encima de los demás obispos, y lo hace jefe de los demás. Hay muchos países donde no hay cardenal. Y también hay países en los que hay varios cardenales, pero ninguno está por encima de los demás, y ninguno es cabeza de la Iglesia nacional. Arzobispo es simplemente un título que se da a los obispos de las ciudades más grandes. Y un arzobispo no tiene más poderes que un obispo. Hay países que tienen muchas ciudades grandes, y en ellos pueden haber varios arzobispos, pero ellos no mandan a los obispos.
Ultimamente los obispos se han colegiado en Conferencias Episcopales, que son las agrupaciones gremiales de los obispos, para tratar precisamente cosas de carácter gremial, pero en ellas ningún obispo manda a los demás obispos. El presidente de la Conferencia Episcopal no tiene que ser necesariamente el arzobispo, y es un cargo rotativo.
Los católicos en el catecismo hemos aprendido que pertenecemos a una Iglesia católica, apostólica y romana. Católica quiere decir que somos de una Iglesia Universal (no hay Iglesia francesa, japonesa ni nicaragüense). Apostólica quiere decir que la Iglesia está compuesta de obispos; cada uno ejerce todo el poder en su diócesis como sucesor de uno de los Apóstoles. Romana quiere decir que cada obispo depende únicamente del Papa de Roma (y no que exista una iglesia nicaragüense en la que todos, independientemente de qué diócesis uno sea, dependamos de Monseñor Obando).
De ser así esta es una Iglesia cismática, en la que los obispos no dependen directamente de Roma, sino del líder de una Iglesia nacional. Considero que los demás obispos de Nicaragua son culpables por esta situación anómala de nuestra Iglesia, permitiendo que a uno de ellos se le está llamando en los medios: "Cabeza de la Iglesia", "Pastor de la Iglesia", "Líder de la Iglesia", "Jefe de la Iglesia". Pareciera que no protestan por impotencia, o por cobardía, o por servilismo, o por ambición de poder, esperando alguna vez heredar ese título. En cuanto al actual Pontífice, no sé si él también sería culpable; podría ser que no, porque desde antes de la elección de este Papa, recuerdo yo que Monseñor Obando venía manipulando a los medios haciéndoles creer lo que ellos dócilmente repiten (seguramente sin mala intención, únicamente por ignorancia).
De todos modos, el actual arzobispo ha tenido obligadamente que presentar su renuncia por cumplimiento de una determinada edad. Por ahora le han negado la renuncia, pero tarde o temprano tendrá que ser sustituido por otro, le acepten la renuncia o no, ya que todos estamos sujetos a las mismas leyes biológicas. Espero que aquel que lo va a sustituir no se trate de presentar como jefe de la Iglesia de Nicaragua, ni los demás obispos se lo permitan, ni lo permitamos los fieles, ni los medios de comunicación caigan otra vez en el mismo error.
Ernesto Cardenal
El Nuevo Diario, 23 de mayo de 2002.