Nueva Delhi (India), 22 de mayo (VID) – La firme determinación de un laico y la obra paciente de las hermanas Misioneras de la Caridad están en el origen de la difusión del catolicismo en una de las zonas más remotas del estado de Arunachal, en el nordeste de la India, en la frontera con China, en un sector habitado por los Nishi, una población tribal con creencias profundamente arraigadas en la religión tradicional.
El p. George Plathottam, SDB, ha relatado recientemente la historia de la conversión al catolicismo de esta tribu en un artículo publicado por la Conferencia episcopal india. El religioso informa de que el primero que se convirtió hace diez años ha sido un laico, en ese entonces un joven de sólo 15 años, que por esta decisión ha tenido que sufrir vejaciones y discriminaciones, hasta el punto de ser alejado de la aldea con toda su familia por haber construido una pequeña iglesia.
Dos años después, una epidemia de disentería azotó la zona y, en particular, la aldea; la causa se atribuyó a la voluntad de los dioses tradicionales de castigar a los humanos por la transgresión cometida con la conversión al cristianismo. El joven, afectado también él por la enfermedad, cuenta el religioso salesiano, se puso en contacto con las Misioneras de la Caridad, las únicas capaces de prestar ayuda a una población abandonada a su destino por las autoridades sanitarias locales. "La compasión y la entrega de las hermanas – explica el p. Plathottam – no sólo aportaron a los enfermos los cuidados necesarios sino que conquistaron sus corazones".
La historia termina, por el momento, el 17 marzo de este año, cuando el p. Abraham Kuttilampel, vicario general de la diócesis de Tezpur, ha consagrado solemnemente la nueva iglesia de la aldea en presencia de dos mil fieles. Al frente de la diócesis está el padre salesiano Robert Kerketta.