Wolf Andreas Hess, nieto del lugarteniente de Adolf Hitler, Rudolf Hess, ha sido multado por difundir en Internet textos en los que su abuelo negaba la existencia de los hornos crematorios del campo de exterminio alemán de Dachau. La negación del Holocausto está penada en Alemania con hasta tres años de cárcel.
El tribunal administrativo de Múnich ha impuesto a Wolf Andreas Hess una multa de 1.350 euros por haber incluido en una página web una entrevista con su abuelo, en la que éste aseguraba que los hornos fueron construidos por los aliados
para asustar a los turistas. El sancionado, de 23 años, había argumentado que su intención fue difundir «documentación» sobre el lugarteniente de Hitler, no incurrir en el delito de negación del Holocausto, que en Alemania puede acarrear penas de tres años de prisión.
Rudolf Hess, uno de los máximos responsables del régimen nazi, fue condenado tras la Segunda Guerra Mundial a cadena perpetua y se suicidó en 1987, con 93 años, en su celda de la fortaleza berlinesa de Spandau.
Alemania desaloja propaganda nazi de sitios de Internet
El gobierno alemán ha desalojado a un ciberintruso americano de varias páginas oficiales del ejecutivo ya que utilizaba dichos dominios para colgar material prohibido neonazi.
El gobierno alemán ha ordenado a Gerhard Lauck, un ciberintruso americano, a devolver diversos dominios que pertenecían al ejecutivo y en los que dirigía a los internautas a material neonazi.
Lauck, condenado en Alemania y activo en el panorama neonazi americano desde 1972, y su partido NSDAP/AO, secuestraron estos dominios para la promoción, entre otros, del libro de Adolf Hitler
Mein Kampf y de eslóganes antisemitas a través de su sociedad RJG Enginering.
El gobierno alemán llevó el caso contra dicha firma con sede en Nebraska después que ésta registrara los dominios
verfassungsschutz.org, de la Oficina federal alemana de los servicios secretos internos, y
bundesinnenministerium.com,
.net y
.org, del Ministerio del Interior.
De esta manera, un juez árbitro designado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) dictaminó que la compañía no tenía intereses legítimos en los nombres de los dominios y que además los habían estado usando con mala fe.
El material suministrado por Alemania mostró que los dos portales dirigían a los visitantes a los sitios de Internet de grupos nazis estadounidenses dirigidos por Lauck, presidente de RJG Engineering.
El árbitro de la OMPI determinó que Alemania tenía derechos de marca de los nombres que son bien conocidos en ese país, ya que representan a oficinas gubernamentales.
