Varias ONG españolas pro Derechos Humanos pidieron ayer a la Unión Europea, y en especial a España, como presidenta de turno, que presione a Estados Unidos para que cambie su actitud hacia los presos de la red terrorista Al Qaeda que dirige el multimillonario de origen saudí Usama bin Laden y de la milicia de los talibán que se encuentran recluidos en un centro de detención en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba). Según estas ONG (Amnistía Internacional, el Centro de Investigación para la Paz, la Liga Española Pro Derechos Humanos y el Movimiento para la Paz, la Democracia y la Libertad), se les está dando un trato «inhumano», que viola la Convención de Ginebra sobre los prisioneros de guerra.
En opinión del Centro de Investigación para la Paz (CIP), la UE debería exigir «reciprocidad» a Estados Unidos ya que los Quince apoyaron en su momento la operación antiterrorista llevada a cabo por Washington en Afganistán, y ahora Estados Unidos debería «respetar la postura en materia de Derechos Humanos que mantiene la UE», según lo estipulado por los tratados de la Unión.
Según Ana Belén Martín Vázquez, portavoz del CIP, España, como presidenta de turno de la UE, y en su nombre, el presidente del Gobierno, José María Aznar, «debe encabezar los argumentos de la Unión» en lo que se refiere al respeto de los Derechos Humanos y exigir a Estados Unidos que se atenga a lo estipulado por el derecho internacional, y sobre todo por lo estipulado por la Convención de Ginebra.
Por su parte, la eurodiputada socialista y presidenta del Movimiento para la Paz, la Democrácia y la Libertad (MPDL), Francisca Sauquillo, también coincidió en señalar que la UE, «puesto que ha participado activamente en el conflicto, y va a participar activamente en la reconstrucción», también debería preocuparse por el respeto de los Derechos Humanos, no sólo en Afganistán, sino también en el caso de estos presos, «a pesar de que sean terroristas o talibán, ya que tienen los mismos derechos».
En declaraciones a Europa Press, la eurodiputada explicó que su preocupación ante la posibilidad de que se haya violado los derechos fundamentales de estas personas le ha llevado a presentar una pregunta oral al presidente del Consejo Europeo, en este caso José María Aznar, y al secretario general del mismo, Javier Solana, el pasado 16 de enero ante el Parlamento Europeo, que espera le sea contestada en el próximo pleno de la Eurocámara, el mes de febrero.
En su opinión, la UE tiene que «comprobar si Estados Unidos está cumpliendo con lo establecido por la Convención de Ginebra» y si se demuestra que esto no está siendo así, entonces tiene que «reaccionar», aunque no quiso adelantar el tipo de medida que deberían adoptar los Quince con respecto a su socio, Estados Unidos.
De todas formas, afirmó, «entiendo que el viaje de estas personas desde Afganistán, donde fueron detenidos, hasta Guantánamo, viola la Convención».
PRESIONAR A WASHINGTON
El director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, pidió al Gobierno español, como presidente de turno de la UE, que inste al Ejecutivo estadounidense para que cumpla las normas internacionales de derechos humanos, y «se dé un trato digno a los detenidos, independientemente de si son presos de guerra o no».
Además, el responsable de AI en España quiso dejar claro que «nunca deben primar aspectos de conveniencia política o de eficacia de ningun tipo sobre el tratar de forma humana a cualquier persona detenida», ya que en el momento en el que se violen las normas internacionales de Derechos Humanos ratificados por EEUU «este país está perdiendo todo impulso moral que pueda tener en esta guerra».
Por su parte, el presidente de la Liga Española Pro-Derechos Humanos, Francisco José Alonso Rodríguez, instó a Estados Unidos no sólo a que respete los derechos de estos presos, sino a que se les reconozca como prisioneros de guerra y no como terroristas, como son considerados por Washington.
«Si Estados Unidos quiere ser garante de los Derechos Humanos en el mundo, tiene primero que respetarlos», afirmó Alonso, subrayando que «un prisionero no pierde sus derechos civiles, sino su libertad», algo que no está ocurriendo con las personas retenidas en el Campamanto Rayos X de Guantánamo.
TRATO «INHUMANO»
En opinión del presidente de la Liga, estos detenidos están recibiendo un trato «inhumano» ya que aunque no les pegan, afirmó, «no pueden salir libremente y están en todo momento esposados».
Además, subrayó que se trata de «prisioneros de guerra, ya que lo que ha habido en Afganistán ha sido una guerra en la que se ha derrocado a un régimen para poner a otro» por lo que Estados Unidos debe tratarles como a tales y «respetar los convenios internacionales».
Por otro lado, Alonso expresó su preocupación porque estas personas, dada la legislación estadounidense, puedan ser condenadas a muerte. En este sentido, instó a Aznar, como presidente de turno del Consejo de la Unión Europea, a que «haga una declaración formal en contra de la pena de muerte», con el fin de presionar a Estados Unidos en esta cuestión.
El director de Amnistía Internacional (AI) en España, también denunció el trato «cruel, inhumano y degradante» que están recibiendo los 114 presos talibán y de Al Qaeda que se encuentran en el Campamento Rayos X y que se desprende de las imágenes distribuidas por agencias internacionales de prensa en la que se puede ver a estos presos «encadenados, de rodillas, con los ojos vendados sin poder oír, ver u oler».
En declaraciones a Europa Press, Beltrán resaltó que la vejación a la que están siendo sometidos incumple cualquier tratado internacional de Derechos Humanos.
Asimismo, se mostró «profundamente» preocupado por la indefinición jurídica de los detenidos en la base norteaméricana, ya que este hecho lleva consigo que «no tienen derecho a un abogado, ni han tenido acceso a este derecho, ni a saber los cargos que se les imputan, y tampoco han sido puestos a disposición de ningún tribunal independiente».