Pamplona, 14 (Europa Press)
Una investigadora de la Universidad de Navarra ha concluido una tesis doctoral sobre los efectos del éxtasis en la que afirma que «lo más preocupante» de las consecuencias de su consumo son «los daños a largo plazo que produce».
Isabel Hervías Aldama, que es asó doctora en Farmacia, obtuvo en la defensa de su tesis la calificación de sobresaltiente cum laude. El trabajo fue dirigido por Berta Lasheras y Norberto Aguirre, profesores del departamento de Farmacología de la Universidad de Navarra.
«La pérdida de neuronas por el consumo de éxtasis es un hecho demostrado en animales de experimentación y parece, también, confirmarse en el hombre», explicó la investigadora. La tesis, titulada «Nuevas aportaciones al mecanismo neurotóxico de la 3,4-metilenodioximetanfetamina (MDMA, 'Éxtasis')», ofrece nuevos datos acerca del mecanismo operante en la pérdida de neuronas en el animal de experimentación.
«Demuestra que el consumo de éxtasis produce en animales una pérdida de neuronas que sintetizan serotonina, sustancia que tiene múltiples funciones entre las que cabe destacar su papel como neurotransmisor en el sistema nervioso central», afirmó.
Por otro lado, uno de los principales resultados obtenidos en el trabajo indica que el éxtasis produce la formación de un metabolito tóxico a nivel hepático, que juega un «papel fundamental» en la neurotoxicidad, es decir, el daño en el sistema nervioso a largo plazo que produce esta droga.
Isabel Hervías explica también por qué el éxtasis es considerado como una droga de diseño. «Este término, acuñado por el farmacéutico Gary Henderson en 1960, hace referencia a drogas sintetizadas por químicos clandestinos, que son estructural y farmacológicamente semejantes a sustancias controladas por tratados internacionales», explicó.
FAMA EQUIVOCADA
Según esta experta, de todas las drogas de síntesis, el éxtasis es una de las que goza de mayor popularidad por su bajo precio, su facilidad de acceso y consumo y sobre todo por la creencia de que se trata de una droga «segura».
«Sin embargo, en los últimos años han aparecido diversos casos clínicos que describen la aparición de una serie de efectos tóxicos graves por el consumo de esta sustancia como hipertensión arterial, coagulación intravascular, hipertermia, insuficiencia renal cuadros de hepatotoxicidad y espasticidad muscular. Incluso se han llegado a dar casos de muertes por fibrilación ventricular o hemorragias intracraneales», describió.
Asimismo, en opinión de esta investigadora, se sabe que cada vez son más los trastornos neuropsiquiátricos asociados al consumo de esta anfetamina, como ataques de pánico, ansiedad, trastornos de sueño y memoria relacionados con el consumo de éxtasis. «Todo ello es suficiente para justificar los estudios tan numerosos que se vienen realizando en torno a esta droga», concluyó.